Talon, el rival de YKK en el negocio de hacer ‘zip’

La nipona YKK tiene actualmente el 46% de la cuota total de mercado del mundo, pero Whitcomb L. Judson, fundador de Talon junto a Lewis Walker, tiene mucho que decir en la historia de la cremallera.

Los inicios de Talon, que en aquel momento era conocida como Universal Fastener Company, datan de 1893 en Pensilvania. El inventor Whitcomb L. Judson ideó una combinación de ganchos y ojos con un cierre deslizante que los conectaba. La aparición de la cremallera vino prácticamente al mismo tiempo que el auge de las botas de botonadura, que podían tener hasta 21 botones. Judson se dio cuenta de que tenía que existir una opción más práctica para abrochar las prendas y los zapatos.

Después de mostrar su invento en la Exposición Mundial de Columbia, en la ciudad de Chicago, en 1893, Judson obtuvo ayuda económica de Lewis Walker y juntos  fundaron Universal Fastener Company. Sin saberlo, el ingeniero y el empresario revolucionaron la moda con un invento útil y funcional que muchas veces pasa desapercibido.

Los primeros encargos de la empresa fueron por parte de la Armada estadounidense y, durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados del país fueron algunos de los pioneros en usar el invento en sus trajes y botas.

Más de 120 años después, Talon ha diversificado su oferta y ha apostado por la introducción de nuevos productos como camisas y pantalones con la innovación en los tejidos y materiales como bandera. Distribuye más de 460 millones de artículos en más de sesenta países y las cremalleras que ha forjado a lo largo de su historia juntas tienen una longitud aproximada de 47.000 kilómetros, suficiente para dar la vuelta al mundo.

Del botón a la cremallera

Las primeras cremalleras no fueron mucho más útiles que los botones que había en la época. Las innovaciones y mejoras vinieron a partir de la década siguiente a la fundación de Universal Fastener Company, en 1893. Judson ideó una cremallera que se separaba completamente (tal como ocurre hoy en día), y descubrió que era mejor sujetar los dientes directamente sobre una cinta de tela que podría ser cosida directamente en las prendas. Por otro lado, en 1906 Otto Frederick Gideon se unió a la compañía y patentó Plako en 1913, la precursora de la cremallera moderna.