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Punto Blanco acelera la recuperación y encara ventas pre-Covid en 2022

La compañía, que conserva su estructura industrial en España, prevé concluir este año con cifras cercanas a las de 2018, cuando facturó 19 millones de euros. En 2021, cerró sólo un 5% por debajo de cifras prepandemia.

I. P. G.

5 ene 2022 - 04:58

Punto Blanco acelera la recuperación y encara ventas pre-Covid en 2022

 

 

Punto Blanco comienza a borrar el año de la pandemia. La compañía de calcetería e íntimo, propiedad de la familia Valls y que conserva su estructura industrial en España, ha cerrado el ejercicio 2021 con un descenso de sólo el 5% respecto a las cifras pre-Covid y prevé acercarse este año a la facturación de 2018, cuando ingresó 19 millones de euros.


“Teniendo en cuenta que los tres primeros meses de 2021 los grandes almacenes y centros comerciales estuvieron cerrados, es un buen resultado”, destaca Josep Ignasi Reixach, director general de la compañía.

 

La empresa fue pionera entre los industriales españoles del textil en crear marca y, más tarde, con la deslocalización de la producción a Asia, de las pocas que mantuvo su fábrica en España. Ahora, esa fábrica es una ventaja competitiva en plena ruptura de las cadenas globales de suministro.

 

 

 

 

La compañía combina su distribución a través del canal multimarca con el retail, que ha impulsado en los últimos años. En España, la compañía está presente en 2.000 tiendas especializadas, además de contar con corners en todos los centros de El Corte Inglés.

 

En retail, la empresa opera con una veintena de tiendas, entre propias y franquicias, y ahora está en negociaciones con los multimarca, con los que ha desarrollado un modelo de partenariado, para que abran también tiendas de Punto Blanco.

 

A escala global, la marca está presente en tres mil puntos de venta de cuarenta países y, aunque Escandinavia está evolucionando particularmente bien, la recuperación se ha percibido en todos los mercados.

 

En el próximo trienio, la compañía también tiene prevista una inversión, todavía sin cuantificar, para implementar más tecnología y digitalización en la fábrica y en la sede central. “Vamos a tener una empresa súper tecnológica”, asegura Reixach.

 

Punto Blanco continúa fabricando el 90% de su producción en Igualada (Barcelona), donde tiene su sede central. La compañía, propiedad de Corporación Empresarial Valls, emplea a 215 personas. La familia Valls controla también otras dos empresas textiles (Cóndor y Defiber) y tres compañías de artes gráficas.