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Nextil reduce ingresos un 22% por el cierre de El Masnou y pierde 14 millones en 2022

Descontando la fábrica de Dogi de la base comparativa, la facturación de la compañía se contrajo un 3% en el último ejercicio, en la que el grupo ha dado por concluida la reestructuración.

Nextil reduce ingresos un 22% por el cierre de El Masnou y pierde 14 millones en 2022
Nextil reduce ingresos un 22% por el cierre de El Masnou y pierde 14 millones en 2022
Nextil da por concluida la restructuración tras el cierre de la fábrica El Masnou.

Modaes

24 feb 2023 - 21:02

Nextil da por concluida la reorganización. El grupo industrial cotizado ha finalizado el ejercicio 2022 con una caída de ingresos del 21,6%, que atribuye principalmente al cierre de la fábrica de Dogi en El Masnou, y unas pérdidas de catorce millones de euros, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv).

 

La empresa facturó 49,7 millones de euros en el último ejercicio, frente a los 63,4 millones de 2021. Descontando la fábrica de Dogi de la base comparable, la contracción de los ingresos fue del 3,1%.

 

El resultado de explotación fue negativo, de 872.482 euros, frente a los beneficios del año anterior, y las pérdidas netas se dispararon hasta 14,2 millones de euros, frente a los números rojos de 3,7 millones de 2021.

 

La división de prenda facturó treinta millones de euros en 2022 y obtuvo un resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado de tres millones de euros, la mitad que el año anterior. La compañía atribuye la contracción de la producción al cierre de China durante los cinco primeros meses del año y la incertidumbre motivada por la guerra en Ucrania.

 

 

 

 

El margen, por su parte, se ha visto penalizado por una operación concreta con un cliente. “En enero de 2022 se recibió un pedido de 75.000 prendas de uno de nuestros principales clientes de lujo, con un precio con menos margen, que ha penalizado el margen general de la división, pero que nos abre la posibilidad de iniciar nuevas producciones para el sector lujo que hasta ahora se hacían en Asia”, argumenta la empresa.

 

La unidad de tejido aportó 19,8 millones de euros y un ebitda de 600.000 euros, frente a las pérdidas de dos millones del año anterior, gracias a la filial de Estados Unidos, EFA, que sí pudo trasladar el aumento de costes al cliente final, y al comienzo de operaciones de la nueva fábrica en Guatemala.

 

Nextil presenta a 31 de diciembre de 2022 un fondo de maniobra negativo por importe de 30,4 millones de euros, si bien los estados financieros se han expresado asumiendo el principio de empresa en funcionamiento gracias principalmente al apoyo del accionista principal (Businessgate), y a las negociaciones abiertas con entidades financieras y otros acreedores.

 

 

 

 

Durante 2022 se han otorgado nuevos préstamos participativos por importe de un millón de euros. Además, durante el primer semestre se realizó una ampliación de capital de 12,5 millones de euros y se ha obtenido financiación por diez millones de euros.

 

Después del cierre del ejercicio, el grupo se encuentra en negociaciones avanzadas con entidades financieras y obligacionistas con el fin de extender el vencimiento de financiación a corto plazo por importe de 14 millones de euros.

 

En total, la compañía tiene una deuda a largo plazo de cinco millones de euros y una deuda a corto de 21,5 millones de euros. El pasivo total asciende a 26,5 millones, frente a los 31,2 millones del año anterior.

 

 

Fin de la reorganización

“En el segundo semestre de 2022 la compañía ha dado por finalizado el proceso de reorganización llevado a cabo en los últimos años, durante los cuales la estrategia ha estado focalizada en la rentabilidad y generación de valor de cada una de sus líneas de negocio”, relata el grupo en las cuentas.

 

En el marco de este plan, la empresa tomó en 2019 la decisión de abandonar el mercado fast fashion por su “baja rentabilidad y elevado riesgo” y el año pasado se cerró la histórica fábrica de tejidos de Dogi en El Masnou, debido “al incremento de costes en toda la cadena de valor y la dificultad de trasladarlos al cliente final, que conllevó la pérdida de productividad y márgenes”.

 

De esta forma, el grupo pasará a centrar sus esfuerzos en tres negocios (la tecnología de tintado Greendyes, el nuevo taller productivo en Guatemala y la producción de prenda), y su actividad fabril en tres factorías: Braga (Portugal), Greensboro (Estados Unidos) y Pinula (Guatemala).

 

El último año de la restructuración ha sido también el último pilotado por Sherpa Capital. En 2022, el grupo nombró a Manuel Martos, director general durante los últimos cinco años, como nuevo consejero delegado, y a Carlo Pirani como director general. “El traslado de la gestión en el nuevo equipo directivo no ha supuesto ningún cambio significativo en los accionistas de referencia de la compañía”, matiza la empresa.