Equipamiento

Nextil dispara sus pérdidas hasta 24 millones y prepara un ERE

A finales del año pasado, Sherpa inyectó más de ocho millones de euros en el grupo, que tiene un fondo de maniobra negativo, a través de un préstamo participativo.

Modaes

28 feb 2021 - 19:24

Nextil dispara sus pérdidas hasta 24 millones y prepara un ERE

 

 

 

Nextil cierra un año para olvidar. El grupo textil, dueño de Dogi, ha terminado el ejercicio 2020 con un descenso de ingresos del 37,6% y el triple de pérdidas que el año anterior. Ante la abrupta caída de la actividad, la compañía ha comenzado un proceso de reestructuración y prepara un expediente de regulación de empleo (ERE) para este año.

 

Los despidos, cuyo impacto no se ha precisado, se negociaron con la plantilla en diciembre de 2020 y se aplicarán en el primer semestre de este año. La empresa justifica la decisión por la necesidad de “adaptar la capacidad productiva del grupo a la demanda del mercado”, según explica en el informe de gestión de las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv).

 

Nextil cerró 2020 con unas pérdidas de 24,35 millones de euros, frente a los 8,99 millones del año anterior. La facturación se situó en 58,51 millones de euros, un 37,6% menos que los 93,72 millones del año anterior.

 

El grupo atribuye el descenso a la paralización fruto de la pandemia y a la decisión de abandonar el mercado del fast fashion en la unidad de prenda, la mayor por facturación de la empresa.

 

 

 

 

 

Esta división (que engloba Treiss, Sici93 y Playvest) facturó 31,3 millones de euros, un 41% menos que el año anterior. Por su parte, la unidad de tejido (que incluye Dogi, Efa, QTT y Ritex) redujo sus ingresos un 33%, hasta 27,2 millones de euros.

 

Por sectores, mientras el deporte se ha disparado casi un 20%, y el médico se ha mantenido, el lujo ha retrocedido y el íntimo y baño ha sido el más afectado.

 

Además del ajuste de personal, la empresa también ha llevado a cabo medidas estratégicas como la subcontrataión de procesos industriales y “acuerdos extraordinarios” en la unidad de prenda, que, según Nextil, “van a ser una palanca de cambio para los próximos años”.

 

De cara a 2021, el grupo prevé que la unidad de prenda continuará lejos de los niveles de 2019, mientras que para la de tejido anticipa un incremento de la actividad y recuperar la facturación prepandemia en el segundo semestre.

 

 

 

 

Impacto del Covid-19

Para paliar los efectos del Covid-19, la empresa decidió disminuir su capacidad productiva para ajustar los costes de personal a los niveles de actividad, lo que implicó una reestructuración de personal en Treiss, cuyo impacto no se ha precisado, y la aplicación de expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) en todas las sociedades españolas.

 

La empresa también ha liquidado dos de las filiales de QTT, Qtt Portugal y Qualita Tecnica Tessile Italia, y ha recurrido a nueva financiación y a los planes de ayudas públicos.

 

En concreto, las sociedades españolas han obtenido dos préstamos respaldados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) por 2,3 millones de euros en total y las portuguesas han firmado tres préstamos por 2,75 millones de euros.

 

La pandemia también ha motivado un deterioro de las existencias de 4,5 millones de euros. Además, la cancelación de pedidos ya fabricados ha supuesto un coste extraordinario de 100.000 euros.

 

 

 

 

Inyección de Sherpa 

Aunque las pérdidas acumuladas de los últimos ejercicios han hecho que el fondo de maniobra de Nextil sea negativo y la empresa reconoce “tensiones de tesorería y liquidez”, el grupo apunta que la sociedad dominante no se encuentra en causa de disolución.

 

“El grupo cuenta con el apoyo permanente de su accionista principal, Businessgate, controlado por el grupo Sherpa Capital (…) y está evaluando las posibles vías para equilibrar las deudas y mejorar los resultados”. A 31 de diciembre de 2020, Sherpa inyectó 8,18 millones de euros en Nextil a través de un préstamo participativo.

 

A 31 de diciembre, la empresa tenía unos fondos propios negativos de 24,8 millones de euros y un pasivo de 37,5 millones de euros a largo plazo y de 36,5 millones a corto.

 

El grupo mantiene también su plan de negocio cuyo objetivo es crear un grupo de entre 150 millones y 200 millones de euros de facturación mediante nuevas compras de empresas “que sean sinérgicas con las existentes y que devuelvan al grupo a la senda de los beneficios”.