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Más ‘flagships’, nuevos formatos y nuevos ejes: el impacto de la tecnología en la calle

La irrupción de las nuevas tecnologías en el comercio no sólo transforma el visual merchandising de los establecimientos, sino también los locales y los ejes comerciales en los que se ubican.

S. Riera

11 abr 2017 - 04:37

 

 

El boom del ecommerce lo cambia todo para que, al final, todo siga igual. Las tiendas persistirán, pero serán otras, con diferente formato y funcionalidad. En esta nueva era del retail, las empresas del sector han dejado de pensar en estrategias intensivas en aperturas para fijar su atención en el interior de sus establecimientos y apuntalar su rentabilidad. La tecnología empieza a verse como una herramienta atractiva para ganar eficiencia en el punto de venta y reforzar el vínculo con el ocio para retener durante más tiempo al consumidor en el local.

 

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La Tienda del Futuro: tecnología al servicio del retail

 

 

Los universos offline y online empiezan a convivir tras haber encontrado su encaje. El offline continuará proporcionando el trato próximo imposible de obtener por Internet, mientras que el online seguirá abriendo las 24 horas del día, los siete días de la semana. La tienda se convertirá, por un lado, en un showroom en el que intensificar la experiencia de marca, pero también en un centro de distribución para recoger pedidos online.

 

El retail irá ajustando sus estrategias de distribución según el tipo de producto, focalizando en el online la venta de commodities y dedicando el offline a artículos que precisen asesoría, según explica la consultora Accenture Strategy en el informe Adaptative Retail. El nativo digital continuará tomándose su tiempo para dar el salto al offline mientras aquel que tenga 10.000 establecimientos tampoco se convertirá en digital de la noche al día. Las opciones son varias y, según el estudio, pasan por transformar las tiendas en una red de distribución en la que también servir pedidos online, reconvertir los puntos de venta urbanos en flagship stores y reducir la presencia en áreas rurales donde el comercio online es más fuerte.

 

 

“La tecnología cambiará las tiendas, pero este cambio no es una consecuencia, sino una causa”, asegura Sergio Fernandes, responsable de negocio de retail en JLL. “La tecnología transforma la manera de vivir y de comprar y tiene efecto en nuestro entorno, no sólo en retail sino en todos los negocios, y en el concreto caso del retail, ha cambiado la forma de distribuir”, señala.

 

Fernandes apunta también que este cambio de modelo implica también un cambio en la estructura de costes, “que es mucho más ligera”. “A más espacio, menos costes: menos personal y menos stock”, explica el consultor. “Necesitamos espacios para sitios distintos, en los que las marcas luchen por hacerse visibles y sepan transmitir sus valores, más allá del diseño y del precio”, añade.

 

“En los próximos años, la tendencia será que haya tiendas en las que la interacción de la gente con el producto vaya más allá de lo físico”, explica el responsable de márketing de activos inmobiliarios de CBRE, Enrique Benavides. En este sentido, el directivo señala que las tiendas tenderán a ser de mayor magnitud y a combinar la tecnología. “Internet ha creado el fenómeno Ropo (research online purchase offline), pero también el Ropo inverso”, explica Benavides, quien hace hincapié en que el retailer tiene que estar preparado para dar respuesta en todas direcciones.

 

 

Cristina Casanova, directora de high street en Savills, añade que, “efectivamente, las tiendas no serán iguales y habrá que actualizarlas”. La directiva subraya que se ha entrado en una nueva era en el retail: “estamos ya en la época de las emociones y sensaciones, y no tanto en la del precio”.

 

Por su parte, el socio de retail en Cushman&Wakefield en España, Domènec Casellas, apunta que “la irrupción de la tecnología en el punto de venta, desde el punto de vista inmobiliario, no afecta, pero si una marca cierra una tienda en una ciudad, bajan las ventas en ella”, afirma. En este sentido, el ejecutivo ve positivo que el ecommerce también tantee, por su parte, la apertura de tiendas offline para aproximarse al consumidor.

 

Según Casellas, “cada marca terminará por ajustarse a la tipología de local que busque”, aunque en las capitales españolas de la moda, Madrid y Barcelona, los retailers elevan su presencia. En estas ciudades, “los flagship stores tienen el doble de tamaño”, asegura.