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Marc Castells (Ayto. Igualada): “Reivindico que el Gobierno haga política industrial de verdad para el textil”

El alcalde de Igualada apuesta por “prestigiar la industria de la moda” para conseguir que los jóvenes la consideren “una buen opción de futuro”. El político lidera uno de los corazones industriales del textil en España.

P.R.D.

22 nov 2021 - 04:55

Marc Castells (Ay. Igualada): “Reivindico que el Gobierno haga política industrial de verdad para el textil”

 

Marc Castells Berzosa se declara un “alcalde industrialista”. El político, nacido en Igualada en 1972, lleva al frente del consistorio de Igualada (en la provincia de Barcelona) desde 2011, aunque previamente había liderado áreas como educación, tecnología o urbanismo y vivienda en la misma institución. Castells es miembro del PDeCat, partido heredero de la antigua Convergència (que se quedó fuera del Parlamento catalán en los últimos comicios autonómicos), liderado por una exalcaldesa de Igualada, Maria Àngels Chacón. Al frente de un municipio, que obtiene del textil el 27% de su PIB industrial, Castells reclama al Gobierno que “haga política industrial de verdad para el textil”.

 

 

Pregunta: De Vivesa a Igualada Fashion Lab, ¿qué ha cambiado en Igualada desde 2005?

 

Respuesta: Vivimos como ciudad con un punto de preocupación que grandes empresas que tenían mucha mano de obra intensiva, con plantillas de unos 300 trabajadores, de repente desaparecieron. Eso supuso un impacto muy grande en la economía y en el imaginario de una ciudad industrial como Igualada. Todas esas filas de mujeres que salían de las fábricas y se iban a comprar al mercado y luego se iban a su casa desaparecieron de un día para otro. También hemos sido un pueblo muy resiliente, y hemos ido sobreviviendo de crisis en crisis. Igualada ha sido un ejemplo de ciudad industrial que ha generado grandes iconos del país, como La España Industrial, La Maquinista Terrestre y Marítima o Grupo Godó. Tenemos un ADN industrial muy potente. Nos hemos ido resituando, con una menor dimensión pero con empresas de mucha más calidad que han tenido que hacer un ejercicio de innovación, de resiliencia y de valentía para poder seguir trabajando en un sector que muchos daban por acabado. Con colaboración público-privada, con Fitex, Fagepi y las administraciones, especialmente el Ayuntamiento de Igualada, hemos puesto en marcha iniciativas que nos han permitido estabilizarnos y que nos darán ventajas a futuro.

 

 

P.: ¿Falta un lobby más fuerte del textil en Igualada?

 

R.: Faltan dos cosas para hacer lobby: la primera la tenemos muy estructurada, yo mismo soy vicepresidente de Fitex, así que estoy al corriente de todas las iniciativas. Pero hace falta que los gobiernos se pongan las pilas para dar apoyo a un sector muy importante. No puede ser que en Italia y Francia den apoyo y estimulen que las empresas salgan al mundo a vender, y aquí la ayuda de 3.000 euros para ir a una feria te la den al cabo de cinco o seis años. Así que reivindico que el Gobierno haga política industrial de verdad, incluyendo al textil, y se ponga al lado de las empresas. Nosotros hemos hecho un esfuerzo muy grande como Ayuntamiento, pero no es nuestro trabajo. Lo hacemos porque nos lo creemos: yo soy industrialista, creo que un país y una sociedad es mucho mejor si depende de una cultura de base industrial como la que habíamos tenido en el pasado y que nos dio tanta prosperidad.

 

 

 

 

P.: En otros sectores sí que hay política industrial, ¿por qué el textil no es prioritario?


R.: Si la hacen en el textil, como mínimo los empresarios no lo notan. Esperemos que con la llegada de los fondos de Next Generation, de los que se habla mucho pero hay muy poca transparencia, alguien pueda poner el foco sobre una industria que no está amortizada, no está en vías de extinción, sino al revés: puede generar una economía muy potente y muy diversificada en el ámbito de todos los sectores auxiliares que tienen que ver con la moda. Así que reivindico prestigiar la industria de la moda, que nuestros jóvenes vean que puede ser una buena opción de futuro para ellos.

 

 

P.: ¿Falta personal para trabajar en el sector?


R.: Nosotros hemos comenzado, de la mano de Fagepi y de Fitex, un proyecto para pedir a la Generalitat de Cataluña la creación de un curso de Formación Profesional para revertir esta situación. Este año hemos llenado el curso, es una muy buena noticia. Así que hemos sentado las bases, pero ahora hay que prestigiar el sector, darle esa aura de modernidad y que genere una atracción para los más jóvenes.

 

 

P.: ¿Tiene sentido que se recupere esa industria que se ha perdido u hoy tiene que haber una industria diferente?


R.: Una política industrial no puede impulsar la industria que se quiera. Qué deben pensar hoy todos esos industriales que se vieron en el momento crítico a punto de cerrar y sobrevivieron pero sufriendo mucho, y ven que ahora viene Europa y les dice “haz esto, que ya te ayudaremos”. No podemos pedir cosas que no nos pediríamos a nosotros mismos, así que tiene que ser un gran pacto de país para garantizar el futuro en base a unos acuerdos serios, con partners de diferentes administraciones y del ámbito industrial. Pero lo primero es tener un plan industrial que sitúe al textil como un sector estratégico. Tenemos empresas que están creciendo, como Buff; es la demostración de que si se hacen bien las cosas se puede tener éxito.

 

 

P.: ¿Falta inversión privada en el sector?


R.: Es un sector que viene de la liberalización de 2005, que fue una bomba atómica que hizo que muchas empresas fueran imposibles de mantener. Eso ha provocado que los inversores no lo vean como un sector atractivo. Por eso hay que visibilizar que hay oportunidades y que no son necesarias grandes inversiones: hay grandes oportunidades para crear start ups en el sector, por ejemplo. Nosotros como Ayuntamiento estamos dispuestos a hacer una apuesta en este sentido. Hemos de apostar por esta base industrial de micropymes en este momento, porque no tenemos ni la capacidad ni el músculo necesario para hacerlo de otra manera, y aquí es donde entran los Gobiernos, que deben de poner recursos para que sea posible.

 

 

 

 

P.: ¿Cómo se debe articular la colaboración público-privada para gestionar los fondos europeos?


R.: Todo el mundo habla de que salen esos fondos, pero yo no he visto ningún documento que explicite hacia dónde irán. El sector de la piel, por ejemplo, está trabajando en un proyecto para pedir fondos de Next Generation para reducir el consumo de agua de las empresas de la piel: a través de una depuradora se podrá reutilizar el 80% del agua que gastan. Eso sí que es una inversión de futuro, porque gana el planeta, el ecosistema y la empresa. Deberíamos buscar estos proyectos que son 100% win-win. También estamos trabajando en un proyecto con Fitex para crear una planta de reciclaje para residuos textiles. Pero estamos hablando de una administración de 42.000 habitantes y un presupuesto muy pequeño. Estos proyectos tienen que ser impulsado por los Gobiernos y de la mano de los sectores. Y, de hecho, uno de los sectores más organizados que yo conozco es el de la moda: Modacc y los empresarios del sector lo están haciendo muy bien.

 

 

P.: ¿Qué se puede hacer para que todas las empresas del sector sepan que Igualada continúa siendo un hub textil importante?


R.: La inauguración de Igualada Fashion Lab tiene que ver justo con eso. Queríamos un espacio para traer visitantes de fuera, en esta sede emblemática, para explicar la gran capacidad que tenemos de fabricación. Eso nos permitirá invitar a todos estos posibles clientes para que este ecosistema funcione mejor, que las empresas descubran que aquí pueden tener una capacidad de producción que tienen en Turquía, en Marruecos o en China pero aquí lado y sin los problemas de logística.

 

 

P.: Un 70% de las empresas de la región son micropymes. ¿Qué se puede hacer desde las administraciones para que haya empresas más grandes?


R.: Primero, tenemos que creernos nuestras empresas, exhibirlas y estar orgullosos y buscar todas las posibles alianzas, también europeas. El primer acto oficial que se hará en Igualada Fashion Lab es la reunión de la Asociación de Colectividades Textiles de Europa (Acte). El problema de la dimensión no es sólo de las textiles. Es un reto que tenemos; hemos de intentar compatibilizar ese problema de futuro con la realidad que tenemos. No es fácil de resolver. Pero también es cierto que hay una cierta incertidumbre en el aspecto económico; tenemos la esperanza puesta en que la recuperación será importante, pero parece que aún cuesta arrancar.

 

 

P.: El textil es el 27% del PIB industrial de la región, ¿el objetivo es aumentar o reducir esta dependencia?


R.: El objetivo es que no baje, si nos mantenemos es un éxito. Si somos capaces de mantener las empresas que hay, es muy importante. Si las que se mantienen crecen, también. Y a partir de ahí, hay que sentar las bases para que este ecosistema pueda generar un crecimiento importante, con todo el apoyo de la administración.