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La producción de fibras de moda generará 470 millones de toneladas de gases hasta 2030

Según Textile Exchange, de seguir con el ritmo actual, en 2030 la moda emitirá noventa millones de toneladas más de dióxido de carbono en el proceso de producción de materias primas.

La producción de fibras de moda generará 470 millones de toneladas de gases hasta 2030
La producción de fibras de moda generará 470 millones de toneladas de gases hasta 2030
Si se implementan nuevas soluciones, las emisiones de gases de efecto invernadero ascenderían a 190 millones de toneladas en 2030.

C. Juárez

11 may 2023 - 05:00

El reloj está sonando y la moda no termina de despertarse. En 2018, numerosos operadores de la industria de la moda firmaron el Fashion Industry Charter for Climate Action, una iniciativa impulsada por las Naciones Unidas con el objetivo de avanzar hacia un compromiso holístico con la acción climática. Uno de los objetivos era reducir en un 45% las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Hoy, esa meta peligra. Según Textile Exchange, de seguir con el ritmo actual, en 2030 la moda emitirá noventa millones de toneladas más de dióxido de carbono en el proceso de producción de materias primas, hasta 470 millones de toneladas.

 

Basándose en los datos de producción de materias primas para la industria de la moda y calculando los resultados con el Índice Higg MSI, Textile Exchange sostiene que la producción de materias primas para la industria de la moda (textil, ropa, hogar y calzado) es responsable de emitir 335 millones de toneladas a la atmósfera.

 

De ellas, 114 millones toneladas corresponden a la producción de poliéster, la principal materia prima de los productos del sector, y otros 47 millones de toneladas se emiten en el proceso de producción de algodón. El cuero y la lana son responsables de emitir 35 millones de toneladas y 34 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, respectivamente.

 

 

 

 

Pero el futuro tampoco parece demasiado brillante. Según la organización, aunque se implementen la mitad de las soluciones que hay en el mercado que prometen la producción de fibras y materias primas menos perjudiciales con el medio ambiente, el ahorro de las emisiones sólo representará un tercio de los objetivos establecidos.

 

En cambio, si se implementan nuevas soluciones además de las que se desarrollarán en el futuro, el horizonte de la moda se dibujaría más verde. Según Textile Exchange, de darse esta situación, en 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera en la producción de materias ascendería a entre 180 millones de toneladas y 190 millones de toneladas.

 

Además de sustituir las materias primas convencionales por otras alternativas más sostenibles, Textile Exchange propone apostar más por la innovación y frenar el crecimiento continuo de la producción, así como el consumo de nuevas materias primas, especialmente de las dos más usadas por la industria de la moda: el poliéster y el algodón.

 

 

 

 

De las fibras sintéticas, en cuya producción se generan 165 millones de toneladas de dióxido de carbono, el poliéster es la más contaminante, con 114 millones de toneladas. Le sigue, aunque lejos, el nylon, que es responsable de emitir otros treinta millones de toneladas a la atmósfera.

 

El algodón tampoco se queda atrás. La producción convencional de esta materia prima copa el 98% del total de emisiones del algodón, debido al uso intensivo de fertilizantes, pesticidas y maquinaria agrícola.

 

En total, la producción de algodón supone emitir a la atmósfera 47 millones de toneladas de fibras. El algodón convencional copa el grueso de las emisiones, mientras que el algodón orgánico y Cotton made in Africa es responsable de un millón de emisiones a la atmósfera.