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Estados Unidos avanza hacia la descongestión de puertos mientras Europa sigue bloqueada

En los últimos meses, el bloqueo de la actividad portuaria en China debido a las restricciones relacionadas con el Covid-19 ha permitido descongestionar parte de los puertos estadounidenses ubicados en la costa oeste, Los Ángeles y Long Beach.

Estados Unidos avanza hacia la descongestión de puertos mientras Europa sigue bloqueada
Estados Unidos avanza hacia la descongestión de puertos mientras Europa sigue bloqueada
Desde principios de año, los puertos holandeses y alemanes se encuentran atascados con contenedores procedentes del mercado ruso.

Ainoa Erdozain

26 jul 2022 - 05:00

Estados Unidos avanza y Europa sigue estancada. Mientras la costa del Golfo de Estados Unidos, Los Ángeles y Long Beach descongestionan su actividad portuaria tras eliminar más de cien buques que quedaban en cola, las huelgas y la ralentización de los puertos alemanes restringen el movimiento de las principales exportaciones en Europa.  

 

Desde principios de año, los puertos holandeses y alemanes se encuentran atascados con contenedores procedentes del mercado ruso, que han ralentizado las operaciones desde que las navieras dejaron de prestar servicio en el país por la guerra en Ucrania.

 

En los puertos de Amberes y Rotterdam ya anticipan una escasez de mano de obra para la próxima temporada de vacaciones, lo que provocará que los problemas operativos persistan, con los astilleros llegando a su límite y la escasa actividad de los camiones, según el último Ocean Port Report de Project44.

 

En la primera mitad de 2022, debido a la última oleada del Covid-19 en China, el bloqueo de los centros neurálgicos de la fabricación y la logística en el país, como Shanghái y Shenzhen, obligó a la cadena de suministro a moverse con más lentitud de la habitual, enfriando el consumo minorista en los últimos meses.

 

 

 

 

Precisamente, los cierres en China han permitido despejar las colas de buques que había en los puertos ubicados en la costa oeste de Estados Unidos, unos de los menos eficientes del mundo en términos de tiempos de atraque de los buques.

 

El cierre de los centros en el país asiático suprimió los volúmenes de pedidos que llegaban a los puertos estadounidenses, permitiendo la mejora de las operaciones de transporte por carretera y la redirección de la carga a los puertos de la costa este.

 

Aun así, algunas partes de China siguen lidiando con las restricciones del coronavirus, pero el levantamiento de la mayoría de las restricciones en Shanghái ha supuesto la recuperación de la industria manufacturera del país.

 

Los puertos de Hong Kong y Yantian han reducido a la mitad su congestión y el puerto de Shanghái mantuvo su recuento en cuatro buques. La ciudad de Ningbo, por su parte, es la excepción, ya que aumentó en un 9% los busques anclados cerca del puerto.

 

Con todo, el aumento de la afluencia de carga procedente de China tras la apertura de Shanghái, sigue provocando más colapso en los puertos de Europa, aunque las instalaciones de los astilleros siguen intentando sacar los contenedores.

 

 

 

 

En Estados Unidos, mientras la congestión portuaria se trasladó a la costa este del país, la myoría de los puertos ubicados en la zona oeste incrementaron en un 9% los plazos de entrega de la carga.

 

El puerto de Oakland fue el que tuvo mayor tiempo de permanencia de las importaciones (once días) y Charleston, el menor (tres días). Sin embargo, en cuanto a las exportaciones, las tornas se giraron, siendo Oakland el que contó con una menor permanencia (5,32 días) y Charleston el que mayor (diez días).

 

En la zona del Golfo, una parte de la carga desplazada se trasladó a los puertos de Canadá, Prince Rupert y Vancouver, que llegaron a registrar un incremento del 175% en el tiempo de permanencia de los contenedores de exportación y del 37% en los de importación.

 

“Con el bloqueo de la actividad ferroviaria y la capacidad de transporte por camión reducida, los contenedores de exportación permanecen mucho más tiempo del habitual en los puertos canadienses”, destaca el informe.

 

Esto también se refleja en Europa. Los tiempos de permanencia de los contenedores, tanto de exportación como de importación, permanecen en las terminales mucho más tiempo del habitual.

 

“En Europa se espera que los plazos de entrega de la carga empeoren a corto plazo, debido a los cuellos de botella provocados por las operaciones logísticas en tierra, las huelgas de trabajadores portuarios, el desbordamiento de los astilleros y la reducción generalizada de la mano de obra en la temporada de vacaciones”, concluye Adam Compain, responsable de supply chain en Project44.

 

 

 

 

De cara a la recuperación del sector, aunque las cadenas de suministro a escala global parezcan estar en estado de desbloqueo, sigue habiendo obstáculos para la normalización del entorno.

 

Los inventarios minoristas del mercado estadounidense aún no se acercan a las cifras registradas antes del estallido de la pandemia, aunque los tiempos de rotación de inventario se mantengan a la par, lo que sugiere que los transportistas deben seguir almacenando stock.

 

Además, aunque para la costa oeste de Estados Unidos las condiciones hayan sido más favorables, los puertos de Los Ángeles y Long Beach siguen haciendo frente a la infraestructura ferroviaria intermodal, que ha sufrido diversos bloqueos reduciendo así su eficacia.

 

Por otro lado, el traslado de la carga a camiones en lugar de ferrocarriles incrementaría la presión en el mercado del transporte por carretera. “Aunque es alentador ver una mejora en los puertos de todo el mundo, los cargadores deben reconocer los vientos en contra que les acechan y planificar con antelación las operaciones para mantenerse a flote”, alerta el estudio.