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El secreto está en la composición, o cómo perfeccionar el reciclaje posconsumo

Marta Ibáñez Albiol, estudiante de ingeniería textil, se ha alzado como la ganadora del premio al Talento Joven de Aitpa, gracias al estudio sobre el efecto que tienen las composiciones de las prendas en el hilo reciclado.

El secreto está en la composición, o cómo perfeccionar el reciclaje posconsumo
El secreto está en la composición, o cómo perfeccionar el reciclaje posconsumo
“Es mucho más eficiente trabajar por una buena clasificación del residuo que utilizar pretratamientos en las prendas”, asegura la ganadora del premio al Talento Joven de Aitpa.

Celia Oliveras

22 nov 2024 - 05:00

La fórmula secreta del reciclaje. Fibras cortas y de mala calidad. Un porcentaje muy reducido de material reciclado. Mezclas de tejidos y tintes que dificultan un proceso homogéneo. Estos son sólo algunos de los retos a los que se enfrenta la industria textil en el reciclaje mecánico posconsumo y que se esfuerza ahora por solucionar para responder a las demandas de un sector que debe adaptarse a las inminentes regulaciones europeas.

 

La composición de las prendas posconsumo, que en muchas ocasiones mezclan diferentes materiales, es la primera gran barrera del sector, que debe adaptar sus procesos y maquinaria a materiales más complejos que los provenientes de los procesos posindustriales, más utilizados hasta el momento. La composición es también, sin embargo, el secreto para dar con la o las fórmulas definitivas para optimizar los procesos de reciclaje mecánico.

 

O esta es, al menos, la idea fuerza del trabajo de Marta Ibánez Albiol, ganadora del premio al Talento Joven de la patronal del algodón, la Asociación Industrial Textil del Algodón (Aitpa). Ibáñez, estudiante del grado de Ingeniería Textil por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), ha recibido el premio por su estudio sobre cómo la estructura de cada material puede afectar al proceso que debe utilizar el sector para obtener fibras de mayor calidad.

 

 

 

 

En base a una primera muestra de cien kilogramos de residuo textil, que se separaron prenda por prenda, Ibáñez seleccionó las camisas de punto para el estudio, al ser uno de los artículos más presentes en el lote. “Al revés de lo que se cree ahora mismo, es mucho más eficiente trabajar por una buena clasificación del residuo que utilizar pretratamientos en las prendas con el objetivo de facilitar el reciclaje”, explica la ganadora a Modaes.

 

Los resultados del estudio demuestran, de hecho, que el uso de ensimajes o aceites que se acostumbran a utilizar en los procesos de desfibrado no son completamente beneficiosos en el caso de las fibras posconsumo recicladas. “Cuanto más virgen es una fibra, más aumentan las ventajas del uso de aceite -relata Ibáñez-; pero el estudio resaltó que, en el caso de las fibras recicladas, los resultados eran más óptimos sin utilizarlo”.

 

Para la ganadora del premio, el secreto que debe tener en cuenta el sector pasa, por tanto, por definir los parámetros del tejido que prevén utilizar. “Depende de cada empresa, del residuo que quiera reciclar y de lo que quiera obtener de este”, resalta Ibáñez.

 

 

 

 

El estudio, que le ha valido un premio de 4.000 euros, ha ido un paso más allá y analizado la largada de la fibra una vez procesada. Si el objetivo final de la fibra era la fabricación de hilos, los resultados de Ibáñez resaltaron que el porcentaje ideal de la composición era un 20% de fibra reciclada (sin uso de aceites) junto con un 80% de fibra virgen. “La calidad resultante de esta mezcla, de hecho, tenía hasta mejores propiedades mecánicas que un hilo con material 100% virgen”, explicó la estudiante.

 

 

La inspiración del trabajo para la estudiante de ingeniería textil, sin embargo, no vino exactamente del objetivo de crear un hilo reciclado de mayor calidad. “A todo se le puede dar una segunda vida, no necesitas que todo el tejido sea estéticamente bonito para que sea útil”, relata Ibáñez.

 

En una segunda parte del trabajo de investigación, la ganadora también estudió el uso de fibras recicladas para crear no tejido, es decir, un tipo de textil resultado de un proceso mecánico y que no necesita convertir las fibras en hilos. Este material suele utilizarse como un refuerzo de otros materiales compuestos, y si admite un 100% de fibra reciclada.

 

“Durante mi Erasmus en Croacia, la universidad estaba trabajando en formas para utilizar este no tejido en el refuerzo de las estructuras de la ciudad, que suelen dañarse por los terremotos de la zona -explica Ibáñez-; lo que me inspiró para hacer mi propio trabajo”.

 

“La detallada caracterización de materiales, el desarrollo de hilos a partir de fibras recicladas y la evaluación de materiales no tejidos demuestran un enfoque integral”, ha explicado la patronal tras el anuncio de los ganadores de la que ya se ha convertido la décima edición de los premios.

 

Aitpa es la organización que representa a las empresas textiles algodoneras de España. Este sector está formado por un centenar de empresas con 5.300 trabajadores y cuya facturación supera los 2.000 millones de euros, más del 53% en el exterior. Los premios entregaron en el marco de la Asamblea anual de la entidad, celebrada ayer.