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De Verde Universal a Texlimca: la avanzadilla del reciclaje textil en España

En España, cerca de 990.000 toneladas de textiles van a parar a los vertederos cada año y sólo se recoge el 12,1% de los residuos generados, según el último análisis de Modare. Entre las compañías especializadas, se encuentran Belda Llorens, Ateco o Cofil Manufacturas.

C. Juárez

16 may 2022 - 04:55

De Verde Universal a Textlimca: la avanzadilla del reciclaje textil en España

 

 

La tercera R busca hueco en España. El del reciclaje textil es, por ahora, un sector muy heterogéneo, difícil de escalar, con un proceso complejo y formado por empresas muy pequeñas. Sin embargo, las perspectivas de esta industria son positivas en España, gracias, en gran medida, a la nueva Ley de Residuos y el auge de la sostenibilidad. Entre las compañías especializadas se encuentran Verde Universal, de recogida de residuos; Texlimca, de procesamiento, e Hilaturas Ferre, de producción de hilo a partir de algodón y poliéster reciclado. También se encuentra empresas como Textil Hivesa, Belda Llorens, Col&Bri, Ecovall o Trituras la Canya.

 

En España, cerca de 990.000 toneladas de textiles van a parar a los vertederos cada año y sólo se recoge el 12,1% de los residuos generados, según el último análisis de Modare. Hasta hace relativamente poco, esos residuos recogidos se exportaban a países del norte de África o de Centroamérica, donde se les daba un segundo uso.

 

El reciclaje textil se divide en dos ámbitos: tejidos preconsumo y tejido posconsumo. Actualmente en España cerca del 95% de los textiles que se reciclan son residuos industriales, es decir, preconsumo. “Lo fácil es reciclar lo que es residuo de fabricación, porque podemos separar por colores y fibras”, explica Joan Gabarró, presidente de Fundació Privada per a la Innovació Tèxtil (Fitex).

 

“Lo complicado es posconsumo, las prendas que se recogen en las tiendas – añade Gabarró-; no es imposible, pero es muy difícil”. La dificultad de este proceso reside en la separación de las fibras de las prendas, que además suelen presentar tintes y acabados.

 

 

 

 

“Lo que predomina es la reventa”, explica, por su parte, David Puyuelo, al frente de Col&Bri, una compañía catalana especializada en el reciclaje textil. “Aquellas prendas que son imposibles de reutilizar son las que se reciclan”, añade. En muchos casos, los productos que son más difíciles de clasificar y separar por fibras se trituran y se utilizan para relleno en la industria del automóvil o de la construcción. “Faltan medios en España que garanticen el reciclaje de textiles posconsumo”, reconoce Puyuelo.

 

Las dos mayores asociaciones en España especializadas en la recogida de prendas para la reventa o el reciclaje son Cáritas y Humana, que recogen el 41% y el 16% del total, respectivamente. En ambos casos, ambas organizaciones cuentan con establecimientos donde venden la ropa de segunda mano.

 

 

Quién es quién

Con todo, en ambos casos, tejidos preconsumo y posconsumo, la forma de reciclar es parecida. El primer paso es la recogida de residuos textiles, un proceso en el que, en algunos casos contribuyen los ayuntamientos de las ciudades.

 

Una de las compañías españolas especializadas en la recogida de residuos es Verde Universal. La empresa, con sede en Madrid, cuenta con una red de contenedores autorizados por las diferentes comunidades para favorecer el reciclaje de prendas de ropa.

 

La compañía recoge diariamente la ropa usada y, posteriormente, la traslada a un centro de clasificación propio donde, después de la correspondiente manipulación, reutiliza una parte y la otra la transforma en trapos de limpieza y otra materia base que luego comercializa. Verde Universal también compra partidas y lotes de stock de todo tipo de restos, desde muestrarios de ropa, desechos industriales y restos en tienda.

 

 

 

 

También especializada en la recogida de residuos, Texlimca tiene su sede en Valencia. La empresa inició su actividad en 1945 de la mano de Pedro Martínez Cano y Dolores Motilla Blasco especializada en la recogida de ropa y calzado usado, cuerdas, pieles y otros materiales.

 

En 1963, la compañía abrió una división de producción de trapos de limpieza utilizando como materia prima los excedentes de la ropa usada de los países nórdicos. A finales de los ochenta, Texlimca volvió a diversificar con la creación de una nueva línea de negocio para la clasificación de la ropa usada que recogía puerta a puerta, y en el año 2002 instaló los primeros contenedores en la vía pública para la recogida de prendas.

 

Otra de las compañías especializadas en la gestión integral de residuos es Acteco, que recoge residuos de todo tipo y realiza tareas de transporte, acondicionamiento, almacenamiento, reciclado y valorización. La empresa también prepara los materiales textiles a través de un proceso de triturado y desgarrado para su posterior tratamiento y reaprovechamiento.

 

 

 

 

Empresas de clasificación

Tras la recogida de residuos textiles, el segundo paso es la clasificación de los mismos. En España, explican los expertos, todavía hay pocas empresas especializadas, ya que tradicionalmente este tipo de materiales se exportaba.

 

Entre ellas se encuentra Ecovall, con sede en Barcelona, y que sobre todo trabaja en Cataluña. También se encuentra Cofil Manufacturas, en la localidad gerundense de Olot. De hecho, cerca de este municipio hay un pequeño hub de reciclaje textil, donde operan otras empresas de reciclaje textil como Vilaplanella o Recycling Fibers.

 

Entre ellas también se encuentra Triturats La Canya, nacida en 1929. La empresa lleva casi un siglo especializada en la producción de borras de algodón y borras sintéticas para la industria del automóvil, piezas aislantes, con propiedades geotérmicas o para la industria de la sanidad.

 

En Olot también se encuentra Vilarrasa, una compañía nacida en 1853 y especializada en la producción de hilos a partir de materiales reciclados. La empresa, que cuenta con cuatro centros de producción (todos ellos en la provincia de Girona), compra residuos textiles en todo el mundo, que desfibra en su propia fábrica. Además, Vilarrasa cuenta con los centros de producción en distintas ubicaciones y cada uno de ellos está especializado o en hilos en crudo o color, para evitar contaminaciones.

 

 

 

 

A escala internacional, se encuentran la compañía noruega Tomra y la alemana Stadler, especializadas en la gestión de residuos. Ambos grupos se unieron el año pasado para la creación en Suecia de una planta inteligente de clasificación de residuos textiles mixtos. La planta cuenta con una capacidad de clasificar hasta 4,5 toneladas de textiles en una hora.

 

Entre los residuos que procesan se encuentran tanto hilos y retales hasta prendas de vestir y ropa de hogar, incluso material no clasificado procedente de centros de reciclaje.

José Coelho da Silva, por su parte, es una compañía portuguesa especializada en la gestión de residuos textiles, en concreto en la clasificación y valoración. La empresa, que dio sus primeros pasos en 1974, también opera en España.

 

 

De fibras a nuevo hilo

Después de la clasificación y separación de las fibras, el siguiente paso del reciclaje es convertir esas fibras en hilo mediante un nuevo proceso. Normalmente, existen más compañías especializadas en el reciclaje de fibras de algodón que de poliéster, ya que es más fácil de separar. El proceso de reciclaje de algodón consta de diferentes etapas, desde cortar, clasificar, deshilachar hasta embalar en prensa. En este caso, en España hay más compañías especializadas en este proceso, desde grupos con renombre como Recover a Alcocertex.

 

En concreto, Alcocertex compra trapos o desperdicios de hilados ya clasificados por color, por composición y embalados. El requisito de la compañía es que estos residuos estén libres cualquier objeto “extraño” como papel, cartón, plástico o etiquetas. La empresa cuenta con cinco máquinas de deshilachado que les permite producir hasta 22.000 toneladas al año.

 

 

 

 

Textil Hivesa es una compañía con más de seis décadas de historia especializada en la recolección, transporte, clasificación y reconversión de desechos textiles. Con sede en Alicante, la empresa clasifica los deshechos mediante máquinas especializadas, que luego pasan por un control de calidad para separar los desechos textiles en diferentes categorías, para volver a hilar o triturar y servir a otras industrias.

 

Al igual que en Olot, la región de Alicante también cuenta con varias empresas especializadas en hilatura a partir de algodón o fibras recicladas. Entre ellas se encuentra Belda Llorens, con más de 65 años de trayectoria.

 

La empresa, que cuenta con unas instalaciones de 65.000 metros cuadrados de superficie, aprovecha los cortes de tela de la industria textil, que clasifica según colores y composición, para luego volver a hilar. Además, la empresa también trabaja con desechos posconsumo, de los que extrae los componentes no reutilizables (botones o cremalleras).

 

El proceso de hilatura una vez extraída la fibra consiste en retorcer varias fibras cortas a la vez y después éstas se unen produciendo una hebra continua. Posteriormente, se procede a la tejeduría y luego a la confección. La compañía también recolecta los residuos posconsumo y los clasifica para volver a hilar.

 

 

 

 

Otra de las decanas en España de hilatura a partir de algodón reciclado es Hilaturas Ferre, cuya andadura se remonta a 1914. La empresa, que nació especializada en la fabricación de tejidos de yute, cambió de rumbo en los años de la posguerra por una situación coyuntural: la escasez de suministro.

 

En 2008, la empresa lanzó su primer hilo 100% reciclado, a partir de algodón reciclado y poliéster procedente de botellas de plástico PET posconsumo. Tras el incremento de la demanda de este tipo de material, en 2014 la compañía lanzó la marca Recover, que engloba la fibra más sostenible de Hilaturas Ferre y que comenzó a trabajar para gigantes de la moda como Inditex, El Corte Inglés o C&A. A finales de 2020, Hilaturas Ferre vendió Recover al fondo Story3 Capital

 

Además, también existen compañías que han verticalizado el reciclaje. Una de ellas es Col&Bri, que colabora con otras compañías para la recogida de residuos, que luego clasifica, tritura, hila, diseña, produce y vuelve a vender.

 

La empresa, con sede en Mataró (Barcelona), ha puesto en marcha también el centro Coleo Recycling en Galicia, donde procesa prendas usadas para su posterior transformación en hilo con fibras de refuerzo.

 

Además de empresas, también existen en España varias asociaciones que tienen como objetivo la promoción del reciclaje y aglutinan a las compañías especializadas en ello. Entre ellas se encuentra la Asociación Empresarial del Sector de Reciclaje Textil de España y Portugal (Asirtex).

 

Otra de las asociaciones más destacadas es la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), con una trayectoria de 35 años. La organización representa a asociaciones como la Asociación Española para el Tratamiento Medioambiental de los Vehículos fuera de Uso (Sigrauto), la Federación Española del Reciclado y el Medio Ambiente (Ferna) o la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal).