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De Siete Leguas a Coltejer: quién es quién en la industria del denim en Latinoamérica

La compra de Santista por Siete Leguas marca el devenir de la industria del denim en la región, una de las mayores productoras mundiales de este tipo de tejido, donde los grandes operadores alcanzan un mayor tamaño.

Jaime Cevallos

17 sep 2018 - 00:00

De Siete Leguas a Coltejer: quién es quién en la industria del denim en Latinoamérica

 

 

Siete Leguas, Vicunha, Fabricato y Coltejer son los grandes nombres del denin en Latinoamérica, una industria en la que también se mueven empresas de mediano tamaño, sobre todo en los países donde la industria textil es intensiva.

 

Latinoamérica es uno de los principales puntos del mundo en la fabricación de denim. México y Colombia son dos de los mayores hubs productivos de la región, aunque que también abastecen a otros mercados internacionales, como Estados Unidos y, en menor medida, a Europa.

 

Además, Nicaragua, Honduras y Guatemala tienen en el textil a su principal industria manufacturera, gracias al desarrollo de la maquila. De hecho, en estos países se concentra buena parte de la producción de las empresas internacionales de moda que se dirigen posteriormente a Estados Unidos. A eso hay que añadir el salto adelante que ha realizado la industria textil de El Salvador, donde la principal oferta al mundo es el paquete completo, donde el denim tiene protagonismo.

 

En medio de este panorama, las grandes empresas del denim van tomando posiciones. La compra de Santista por Siete Leguas podría desencadenar nuevos movimientos en la industria con la finalidad de contrarrestarla, ya que la empresa mexicana está en expansión desde 2015, cuando compró la planta de Tavex en Estados Unidos, así como las dos fábricas localizadas en Puebla y Tlaxcala.

 

 

 

 

El pasado febrero, Siete Leguas adquirió la empresa estadounidense Aalfs Manufacturing. La operación fue estratégica, ya que Aalfs cuenta una fuerte implantación en Nicaragua, país donde existe una gran actividad en el sector de la maquila.

 

Siete Leguas es una de las mayores maquiladoras de México y entre sus clientes figuran compañías como American Eagle, Lucky Brand o True Religion. La empresa, que actualmente emplea a 10.000 personas, fue fundada por José Juan Marcos en 1966 en Ciudad Lerdo, en el estado de Durango. En 1994, la empresa contaba con un portafolio de más de 3.000 clientes nacionales e internacionales.

 

Santista, por su parte, era una de los mayores grupos textiles del mundo y se convirtió en el más grande productor de denim en 2006, cuando se fusionó con la española Tavex. La alianza sólo duró nueve años, porque en 2015 el grupo Camargo Correa, entonces accionista mayoritario en Tavex, lanzó una opa para excluirla de bolsa con el objetivo de retomar el control sobre la compañía y replegar el negocio en Brasil.

 

 

 

 

La empresa inició sus operaciones en 1929 y su actividad principal se centraba en la confección de sacos para almacenar harina en los molinos y en la fabricación de hilos. Seis años después, la compañía empezó a diversificar y a producir sábanas para consumo interno y exportación. Además, con el tiempo entró en el subsector del vestuario laboral, hasta que en 1975 dio el salto a la fabricación de denim. En 1994, Santista se concentró en el denim y el sector de los tejidos para vestuario laboral y diez años después su propietario, Jauense Industrial, lo vendió al grupo Camargo Correa.

 

De Brasil también es Vicunha, que es una de las mayores compañías textiles del mundo, con instalaciones en los estados de Ceará, Rio Grande do Norte y São Paulo, además de una fábrica en Ecuador y otra en Argentina.

 

 

 

 

El departamento comercial de Vicunha para Latinoamérica está en Argentina, mientras que la oficina para Europa se encuentra en Holanda. La empresa, que tiene fábricas en Brasil, Argentina y Ecuador se halla en plena expansión internacional y no descarta adquisiciones tanto en Europa como en países africanos, como Etiopía.

 

El grupo, además, se encuentra en la etapa final de un plan de transformación que inició hace una década. A medio plazo, el foco de expansión de la compañía será Latinoamérica, aunque seguirá buscando oportunidades en Europa y en el norte de África. El grupo brasileño contempla también la diversificación del producto. Vicunha está trabajando en el desarrollo de un nuevo hilo, que se producirá con algodón, poliéster y viscosa.

 

Fundada en 1946 en la localidad brasileña de São Roque, cercana a São Paulo, Vicunha produce veinte millones de metros de denim y gabardina al mes. En los últimos diez años, el grupo ha reorganizado su negocio, eliminando algunas líneas de negocio como el nylon o la viscosa, y ha centrado sus esfuerzos en la producción de tejido para la confección de prendas de moda.

 

 

 

 

Fabricato es otra de las grandes empresas del sector. La compañía colombiana nació en 1920 por iniciativa de Carlos Mejía, Antonio Navarro y Alberto Chavarría, aunque la fábrica empezó a operar en 1923, en Medellín. Desde sus inicios, la empresa se dedicó a la fabricación de telas a cuadros, telas de fantasía y toallas.

 

La compañía empezó a exportar en 1961 y nueve años más tarde creó la empresa Riotex con el fin de diversificar la producción. En el último año, como consecuencia de la crisis del sector textil, Fabricato cerró la fábrica de Riotex. De hecho, los accionistas del gigante colombiano del textil han decidido comprar su filial Riotex con el objetivo de reducir sus costos logísticos y de producción.

 

 

 

 

El grupo colombiano alcanzó una cifra de negocio de 166.974 millones de pesos colombianos (57,9 millones de dólares), lo que supuso un descenso interanual del 6,7% frente al mismo ejercicio del año anterior.

 

Coltejer, otras de las históricas empresas del sector, tampoco está en una de sus mejores momentos. Entre enero y junio, sus ingresos fueron de 75.171 millones de pesos colombianos (25,9 millones de dólares), lo que supuso un descenso del 0,4% respecto al mismo periodo del año anterior.

 

Desde el pasado marzo, Matías Gaviria Uribe es el director general y represente legal de la compañía. Al igual que Fabricato, Coltejer nació en Medellín en 1901 y, en la década de los treinta, importó 200 telares de Reino Unido e inició la producción de tela estampada, que la vendían en el mercado local.  En 1985, Coltejer puso en marcha una nueva planta de hilatura con capacidad de veinte toneladas de hilo por día y, en 1990, creó la estructura empresarial para empezar exportación de prendas.