Belda Llorens vuelve a beneficios tras cinco años y cierra 2023 con 13 millones de facturación
La compañía alicantina, especializada en la producción de hilo reciclado, finalizó el ejercicio 2023 con una facturación de alrededor de trece millones de euros y un resultado neto positivo después de varios años en número rojos.


4 jul 2024 - 05:00
Belda Llorens vuelve al negro gracias a su plan de reestructuración. La compañía alicantina, especializada en la producción de hilo reciclado, ha conseguido volver al negro después de cinco años en pérdidas. La empresa está desde 2022 inmersa en un plan de reestructuración, coincidiendo con la vuelta de Jorge Mataix como director general, lo que ha permitido volver a encaminar el negocio.
El gigante industrial, una compañía familiar con más de medio siglo de historia, finalizó el ejercicio 2023 (que coincide con el año natural) con una facturación de trece millones de euros, según explica el propio Mataix, a Modaes. Aunque el directivo no ha querido compartir el resultado neto exacto, Mataix ha resaltado los primeros frutos del plan de reestructuración, que puso en marcha él mismo hace dos años cuando regresó a la compañía después de su salida en 2018.
Gracias a su planta actual, sin embargo, Mataix destaca que la empresa tendría capacidad para facturar hasta 16 millones de euros. La difícil situación del sector, lamenta el directivo, ha impedido a la compañía producir lo suficiente para alcanzar esta cifra, que todavía está lejos, de hecho, de los más de 20 millones que llegó a facturar la compañía. De cara al ejercicio actual, de hecho, Mataix ya prevé un descenso de hasta un 20% de las ventas. “En la compañía ya no hacemos presupuestos anuales, vamos mes a mes, incluso día a día, así de difícil está la situación del sector”, lamenta Mataix.
Belda Llorens prevé facturar un 20% menos en el ejercicio actual, a pesar de haber vuelto al negro en 2023
Reestructuración, digitalización y sustitución de materiales preconsumo hacia el posconsumo son los tres pasos que ha seguido el directivo desde que volvió a hacerse cargo del negocio familiar. Mataix, miembro de la familia fundadora, entró en la empresa como director general en 2004, un cargo que ocupó hasta 2018. Cuatro años después, el directivo volvió a ponerse al frente de la compañía e inició una batería de acciones para reanimar el negocio.
Desde entonces, Belda Llorens ha pasado de operar con dos plantas a una sola, ubicada en Alicante, donde se ha centralizado toda la producción. A la vez, la compañía ha reducido progresivamente de 33 a 21 continuas, que se encargan de producir las cuatro líneas diferentes de hilo que ofrece Belda Llorens: blancos y crudos, colores claros y colores medios y oscuros.
La plantilla de Belda Llorens ha pasado de estar formada por160 trabajadores a las actuales 107 personas en plantilla. La compañía prevé, además, reducir progresivamente esa cifra hasta emplear a alrededor de 90 personas gracias a la digitalización de algunos procesos que, aunque no implican despidos ahora mismo, permitirá no sustituir a los trabajadores que se vayan jubilando.
Ecircle es el nuevo hilo de la compañía, fabricado con hasta un 20% de residuo textil posconsumo
El último paso del plan de Mataix para volver al negro, que ya ha comenzado a dar sus primeros frutos, pasa además por introducir poco a poco residuo posconsumo en su producción. Belda Llorens comenzó a producir hilos reciclados mucho antes de que la ola de la sostenibilidad sacudiera el mundo. La apuesta por el algodón reciclado llegó, de hecho, con la incorporación de la segunda generación de la familia, que se encontró con una gran dificultad para conseguir materia prima virgen en la España franquista.
Desde entonces, Belda Llorens se ha mantenido en el sector del hilo reciclado, del que ya comercializa hasta cuatro tipos distintos, todos bajo el paraguas de su marca Ecolife. La última novedad de la compañía pasa, de hecho, por un nuevo hilo, bautizado como Ecircle, compuesto en hasta un 20% de residuo textil posconsumo reciclado mecánicamente. En el futuro, sin embargo, Belda Llorens ya ha comenzado a explorar la producción de hilo a partir de fibras recicladas químicamente, para lo que está en busca de partners.
Gran parte de su producción, sin embargo, hasta un 40%, va destinada a un hilo compuesto de poliéster reciclado proveniente de botella y algodón de tejidos preconsumo. En total, Mataix prevé producir a lo largo de todo el ejercicio hasta tres millones de kilogramos, frente a los cuatro millones de kilogramos de capacidad que tiene la planta.