Belda Llorens deshace camino y retira el ERE de extinción sobre sus trabajadores

Belda Llorens retrocede. La histórica empresa alicantina, inmersa en el cese de sus operaciones desde marzo de este año, ha retirado el expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción que planteó a sus trabajadores, según avanza el medio de la zona, Alicante Plaza. La noticia llega, además, unos días después de que el mismo medio anunciara que las negociaciones para el proceso de regulación de la plantilla llegarán a un fin sin acuerdo.

Los trabajadores iban a recibir una indemnización de veinte días por año trabajado durante un máximo de doce meses, es decir, la oferta llevada a cabo por la compañía. Los pagos, además, se iban a llevar a cabo poco a poco, a medida que esta contara con la liquidez necesaria.

La última novedad sobre el proceso deja en el aire el futuro de la plantilla de Belda Llorens, que, por el momento, se encuentra mayoritariamente en situación de permiso retribuido, es decir, en plantilla. La decisión de la compañía podría indicar un cambio de rumbo en el cierre del negocio de Belda Llorens.

Belda Llorens revirtió en 2023 los números rojos de un año antes

El cese de las operaciones, que avanzó Modaes en marzo de este año, no se ha dado por motivos económicos, sino por las diferencias entre los diferentes accionistas, todos miembros de la familia fundadora. Un 50% de Belda Llorens está en manos de Jorge Mataix, director general de la compañía, y sus tres hermanos, mientras que la otra mitad está en manos de otra parte de la familia.

A pesar de haber atravesado unos años complicados, sin embargo, la empresa había conseguido volver a impulsar su negocio en 2023. Según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, relativas a ese año, la sociedad R. Llorens, a través de la cual opera la compañía, cerró el ejercicio con un resultado neto de 89.808 euros, en comparación con los 1,29 millones de euros negativos anotados en 2022.

La empresa había incluso comenzado a introducirse en el segmento del reciclaje textil, por el que había solicitado una de las ayudas del Perte de Economía Circular de 2024. La resolución, que fue publicada después de que Belda Llorens anunciara el cese de las operaciones, llegó a adjudicarle una subvención de 858.692 euros, una de las más elevadas.