Altri refuerza su fábrica de celulosa en Portugal con una inversión de 75 millones
La compañía lusa incrementará su producción de su planta en Portugal hasta las 300.000 toneladas al año, diversificando el destino más allá del papel para incluirlas también en el sector textil, farmacéutico y alimentario.


Altri avanza en moda. La compañía lusa, que está inmersa en un polémico plan para construir una planta de celulosa en Galicia, ha invertido ahora en la ampliación de otra de sus instalaciones, ubicada en el municipio portugués Vila Velha de Ródão. La operación tiene el objetivo de diversificar el destino de la pulpa más allá del sector papelero, a otros como el textil.
La operación supone una inversión de 75 millones de euros, y aumentará la capacidad de Biotek, la planta de Altri en la zona, hasta las 180.000 toneladas anuales de producción de fibra soluble. Por el momento, gran parte de esta fibra de celulosa iba destinada al sector del papel, aunque las previsiones de la compañía lusa pasan por destinar parte de la nueva capacidad a la industria textil, farmacéutica y de la alimentación.
“Esta inversión convertirá a Altri en un grupo europeo de referencia en la producción de fibras para la industria textil y en un importante contribuyente a la descarbonización”, ha asegurado José Soaresde Pina, consejero delegado de la compañía. Pese a que la empresa no ha especificado la cantidad exacta que irá destinada al sector textil, esta diversificación “convertirá a Altri en uno de los principales productores de fibras textiles en Europa”, ha asegurado.
Altri alcanzará una capacidad productiva de 300.000 toneladas al año
En el marco de esta operación, Altri también está inmersa en un proceso de construcción de una nueva planta de fibras de celulosa en Palais de Rei (Lugo). Bajo el nombre de proyecto Gama, la compañía tiene el objetivo de revalorizar parte de la planta de eucalipto de la zona, que se utiliza en la fabricación de celulosa y lyocell, para introducirla en la cadena de valor del sector textil.
El proyecto, sin embargo, se ha encontrado con la oposición de la población de la zona, por posibles contaminaciones a los ecosistemas de la zona, junto a varias organizaciones medioambientales. “Hemos estado en contacto con grandes grupos del sector textil, que en el caso de que el proyecto saliera adelante, estarían interesados en incorporar este tipo de fibras a su cadena de valor”, aseguró Bruno Dapena, director del proyecto, a Modaes. Otra salida para la fibra, sin embargo, se plantea exportar a otros países europeos o Turquía, explicó el directivo.
Altri estima que el mercado de la fibra de celulosa cuenta con un valor de 6.000 millones de euros actualmente. Con la inversión en la planta lusa, una de las dos fábricas que opera la compañía en el país, la capacidad total de Altri alcanzará las 300.000 toneladas al año, “destinadas íntegramente al mercado exterior”. “La demanda mundial de fibra soluble está liderada por Asia, que absorbe alrededor de 6,5 millones de toneladas, mientras que Europa Occidental consume 0,6 millones y Norteamérica 0,5 millones”, ha explicado la empresa.