Entorno

Una nueva ola de protestas vuelve a tomar la industria textil en Bangladesh

Modaes

24 sep 2013 - 12:35

Nueva ola de huelgas y movilizaciones en la industria textil de Bangladesh. Más de cien empresas del sector se vieron forzadas a cerrar sus puertas ayer ante el tercer día de protestas de los trabajadores en el contexto de las negociaciones entre sindicatos y patronales del país, en las que se aborda una subida del salario mínimo.

 

En el transcurso de las movilizaciones en los alrededores de Dacca, la capital del país, se llegaron a registrar al menos 140 heridos por los enfrentamientos con la policía, que durante los disturbios utilizó gases lacrimógenos y balas de goma. Las protestas, en las que participaron unos 40.000 trabajadores, también se saldaron con asaltos a fábricas y el ataque a vehículos.

 

El pasado viernes, la patronal ofreció un aumento salarial del 20% para los trabajadores del sector textil de Bangladesh, que cuenta con uno de los costes salariales más bajos del mundo. La subida implicaría pasar de los actuales 3.000 takas (28,03 euros) al mes a 3.600 takas (33,63 euros). Por su parte, los trabajadores piden un salario mínimo mensual de 8.000 takas (74,73 euros). La última subida salarial, de 2010, permitió a los operarios de la industria textil bengalí pasar de 1.650 takas (15,41 euros) a los actuales 3.000 takas.

 

La industria textil tiene una alta importancia para la economía de Bangladesh, segundo exportador mundial del sector: concentra el 80% del valor de las exportaciones del país y da empleo a cuatro millones de personas.

 

En febrero y marzo, Bangladesh ya vivió un mes de huelgas y movilizaciones por la sentencia a muerte dictada contra el líder del partido islamista, Delwar Hossain Sayeedi, declarado culpable de llevar a cabo crímenes de guerra durante el conflicto que llevó al país a la independencia, hace más de cuarenta años.

 

Las protestas se produjeron en pleno proceso de negociación entre el Gobierno y la industria textil del país para mejorar la seguridad de las fábricas del sector y las condiciones laborales de sus trabajadores.

 

 En abril, el hundimiento del edifico Rana Plaza, que causó la muerte de más de mil trabajadores de varias fábricas textiles, provocó la reacción de más de setenta compañías internacionales de distribución de moda y el propio Gobierno del país para mejorar las condiciones de sus trabajadores, ampliar las libertades sindicales y crear un fondo de ayuda a la calidad de vida de los empleados.