Entorno

¿Qué es ser verde? La legislación define la sostenibilidad

Mientras que la UE y Reino Unido cuentan llevan la delantera en la clasificación de lo que es sostenible y lo que no, Estados Unidos se ha quedado por detrás.

Marta Tamayo

26 ene 2022 - 04:49

Definiendo la sostenibilidad: las líneas rojas de la financiación verde

 

 

La guía de la sostenibilidad. Tal y como confirmaron los mandatarios mundiales en la COP26, la economía tiene que transaccionar de los combustibles fósiles a la energía verde. Aunque uno de los interrogantes que se plantean es ¿qué es ser verde? Distintos países y regiones están trabajando para acotar el concepto, aplicando unas líneas maestras que afectarán a aspectos como la financiación.

 

Además, la taxonomía permite atraer la financiación sostenible con seguridad jurídica. Por ello, los distintos países están definiendo qué consideran verde y qué puede calificarse como finanzas de “transición”. Por el momento, los que llevan la delantera a la hora de clasificar las inversiones son la Unión Europea y Reino Unido, ya que en ambos territorios las compañías están obligadas a hacer pública en sus informes periódicos.

 

Además, hay algún esfuerzo global para unificar criterios. Uno de ellos es el desarrollado por la Plataforma Internacional de Finanzas sostenibles (Ipsf, por sus siglas en inglés), que busca aumentar la interoperabilidad entre las diferentes taxonomías y propone un modelo que los países pueden adoptar si lo quieren.

 

 

Unión Europea, el alumno avanzado


La Unión Europea es uno de los territorios con más ambición en sus políticas medioambientales. Los 27 estados miembro, que acordaron reducir un 40% sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, han generado un marco de actuación para inversores y empresas que categoriza las actividades “verdes”.

 

Por ello, para afirmar que se está realizando una práctica sostenible, las empesas deben argumentarlo en base a una de estas seis categorías: mitigación del cambió climático, adaptación al cambio climático, uso sostenible y protección del agua y los recursos marinos, la transición a una economía circular, control y prevención de la contaminación y la protección o restauración de la biodiversidad y los ecosistemas. Además, la taxonomía europea define las bases de los estándares de bonos verdes la UE.

 

 

 

 

Según un estudio realizado por Morgan Stanley, una amplia gama de sectores se ven afectados ya que hay multitud de actividades económicas delineadas en los criterios técnicos. Los criterios para los dos primeros objetivos por sí solos cubren la actividad económica de aproximadamente el 40% de las empresas cotizadas domiciliadas en la UE, en sectores que son responsable de casi el 80% de las emisiones directas de gases de efecto invernadero.

 

Uno de los últimos debates en el seno de la unión es reconocer la energía nuclear y el gas como energía verde. La medida entraría en vigor el 1 de enero de 2023, aunque todavía tiene que ser aprobada por el Parlamento Europeo.

 

 

Reino Unido se tiñe de verde

 

La clasificación británica está estructurada en los mismos seis objetivos que la de la Unión Europea. Además, las entidades necesitan superar tres pruebas para estar alineadas con la taxonomía: hacer una contribución substancial a uno de los seis objetivos, no provocar un daño significativo a los otros objetivos y cumplir con un conjunto de garantías mínimas.  

 

Los Criterios Técnicos de Selección (TSC, por sus siglas en inglés) para los dos primeros objetivos, el cambio climático mitigación y adaptación, se basarán en los criterios de taxonomía de la UE, y están siendo revisado por el gobierno. El gobierno espera legislar sobre esta materia a finales de 2022. Por el momento, Downing Street ha establecido un grupo de trabajo considerar la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía y cualquier desarrollo TSC.

 

 

China se suma a las finanzas verdes


El gigante asiático tiene dos grandes marcos que ofrecen una guía para las inversiones verdes: el Catálogo de Orientación de la Industria Verde, que busca proporcionar una definición sobre lo que es exactamente una “industria verde”, y el Catálogo de proyectos respaldados por bonos verdes.

 

El Catálogo de Bonos Verdes fue diseñado para ser usado por los emisores de bonos verdes; sin embargo, en la práctica se usa de manera más amplia para definir que son las “actividades verdes”.

 

La documentación certifica las actividades en 7 subsectores: ahorro de energía, prevención y control de la contaminación, conservación y reciclaje de recursos, transporte limpio, energía limpia, prevención ecológica y adaptación al cambio climático. Aun así, esta clasificación no hace categorías sobre lo verde de la actividad o si se trata de una acción definitiva o transitoria.

 

 

Oriente toma la delantera y América se queda atrás


En el sudeste asiático, la Junta de Taxonomía (ATB), convocada por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), estableció en noviembre del pasado año un marco sobre las actividades sostenibles, aunque apunta que “tiene en cuenta las diferencias” entre los estados miembro (Tailandia, Indonesia, Malasia, Singapur y Filipinas).

 

Otro de los países que está trabajando en su propio catalogo de actividades verdes es Japón, que publicó en 2021 una serie de guías sostenibles para los proyectos que requerían financiación y las estrategias de transición de los operadores hacia la neutralidad climática. Además, en 2020, el país sacó adelante su guía para obtener bonos verdes.

 

En América, aunque Canadá sí que cuenta con su propia taxonomía verde, Morgan Stanley apunta que Estados Unidos se encuentra muy relegado en cuanto a legislación verde. Sin embargo, la agencia confía que se produzca un cambio de estrategia con la administración del presidente Joe Biden.