Entorno

Pepe Serna, una vida al servicio del textil

Político de vocación y con una carrera de fondo en el textil. Pepe Serna, presidente del Consejo Intertextil Español (CIE) desde noviembre, ha dedicado dos tercios de su vida laboral al ámbito patronal, una esfera donde “hay que ser discreto” y estar “por unanimidad, no por ambición propia”.

Pepe Serna, una vida al servicio del textil
Pepe Serna, una vida al servicio del textil
Pepe Serna es presidente del Consejo Intertextil Español (CIE) desde noviembre de 2022.

C. Juárez

17 ene 2023 - 05:00

Treinta años vinculado a la industria textil parecen no ser suficientes para Pepe Serna, presidente del Consejo Intertextil Español (CIE) desde noviembre de 2022. El ámbito patronal no es nuevo para Serna, ya que ha pasado dos tercios de su vida laboral vinculado a la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval), donde entró como secretario y donde ha sido presidente durante los dos últimos años.

 

 

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El ámbito institucional y político tampoco es algo nuevo para Serna. “Siempre he tenido vocación social, cuando fui a estudiar a Valencia viví en un colegio mayor, y cuando me di cuenta era el decano, luego el subdirector y luego el director”, recuerda.

 

Serna estuvo, de hecho, vinculado al Partido Popular durante varios años, encabezando la lista del partido en Ontinyent (Valencia), su pueblo. Entre 1991 y 1994 ejerció como portavoz de la oposición. La política le viene de familia, ya que durante los años setenta, su padre, Antonio Serna, llegó a ser teniente del club de fútbol local, presidente de fiestas y alcalde durante la Transición.

 

Pero el textil también le corre por las venas: el padre de Serna puso en marcha una empresa textil especializada en fibras de recuperación, donde se jubiló y “murió sin saber que lo que estaba haciendo era economía circular”.

 

Como de casta le viene al galgo, después de acabar sus estudios de Empresariales en Valencia y hacer el servicio militar en Canarias “donde me dieron por todos lados”, recuerda, Pepe Serna volvió a Ontinyent en 1981 y se zambulló en el textil. Una de las primeras oportunidades que le surgieron fue poner en marcha una empresa en Puebla (México) de estampados textiles. Entonces, Serna cruzó el charco y permaneció en el país durante siete años. “Pasó de todo, tuvimos tres presidentes, todas las revoluciones habidas y por haber, puse en marcha un espectáculo taurino y me casé”, recuerda Serna.

 

 

 

 

De vuelta a España, Serna descubrió que la empresa donde se iba a incorporar no existía, y entonces estudió un máster en administración de empresas y empezó a trabajar en la compañía de acabados Belcrisa, que más tarde se fusionó con otro grupo y acometió una reestructuración.

 

Durante ese periodo fue cuando Serna inició su trayectoria política. En 1994, la oportunidad en el ámbito patronal le vino de la mano de Ateval, con la condición de que dejara atrás la política activa. “Era un momento en el que las cosas nos las tomábamos más en serio, no como la gente de ahora”, sostiene Serna.

 

El directivo sigue vinculado desde entonces a la patronal, y ha sido artífice de la profesionalización de la organización. “Crecimos a escala nacional, cuando a los valencianos nos miraban de reojo, y elaboramos nuevos estatutos”, explica.

 

Serna también estuvo al pie del cañón cuando la producción textil se derivó a Asia a principios de los 2000. “Hubo una gran reconversión, fue un momento muy complicado, con plantillas muy antiguas y con un modelo de producción que todavía competía en precios cuando lo que había que hacer era que primara la calidad”, sostiene. “Eso le pilló con el pie cambiado a muchas empresas, que no sobrevivieron”, asegura.

 

 

 

 

Una crisis y una pandemia después, el textil es ahora muy distinto para Serna. “Antes, la tormenta provocaba que las viviendas se vinieran abajo por[1]que los cimientos de las empresas eran de paja, pero ahora no, los grupos son resilientes”, asegura el presidente del CIE.

 

La ambición política, que Serna asegura es producto de su “vocación social”, no ha desaparecido del espíritu del directivo. “Me va la marcha, y ahora estoy metido en foros de sociedad civil, y aunque a veces echo de menos la empresa privada, sé que soy bueno en mi oficio porque soy discreto”, asegura el nuevo presidente del CIE.

 

 

Visión de futuro

 

“Veo un textil moderno, no veo grandes empresas, sino mejor organizadas, con un producto que puede ser muy competitivo”, asegura Pepe Serna. El presidente del CIE sostiene que la crisis actual es muy distinta a las anteriores, porque el sector está “mucho más preparado”.

 

Pero la supervivencia también vendrá de la mano de las buenas ideas. “El mundo es de los valientes, y los empresarios tienen que apostar por tener proyectos y visión de futuro”, asegura Serna.