
Pablo Montanaro, meditación y psicología para liderar Modacc
Presidente de la asociación catalana Modacc desde este año, Montanaro también está al frente de la gestión de The Animals Observatory. Procedente del ámbito de la publicidad, se define a él mismo como un gestor de creatividad.


A unos veinte minutos en coche de Sitges (Barcelona), en pleno parque natural del Garraf, se encuentra el monasterio budista de la comunidad Sakya Tashi Ling. Allí estuvo yendo durante un año Pablo Montanaro para aprender meditación. El director general de The Animals Observatory y, desde este año, presidente de la asociación catalana de empresas de moda Modacc, asegura que “si puedes parar tu cabeza durante cinco minutos cada día, la mitad de los problemas se te resuelven”. “La otra mitad no, está claro”, advierte.
Montanaro nació en Buenos Aires (Argentina) en 1972. Miembro de una familia de profesionales intelectuales y empresarios de origen italiano (su madre era psicoanalista y su padre ingeniero), cuando tenía seis años salió de Argentina junto a todos sus familiares por razones políticas, en plena dictadura del general Jorge Rafael Videla. “Mi familia se desperdigó por el mundo: Francia, Italia, España… nosotros terminamos en Barcelona, seguramente porque mis padres pensaron que aquí nos acogerían”, dice Montanaro.
Aunque inicialmente, cuando llegaron a Barcelona, la familia vivió en Sant Cugat del Vallès, terminaron mudándose a la capital, donde sigue viviendo hoy, en el barrio del Eixample. Montanaro siempre había querido ser abogado. “Tengo una visión política concreta de las situaciones, pero soy dialogante, mientras se respeten algunas líneas rojas, principalmente de derechos humanos”, confiesa.
Aunque el Derecho era para él una “salida natural”, como le gustaba escribir terminó estudiando Ciencias de la Información en la Universitat Autònoma de Barcelona. “Pero descubrí la publicidad y me cambié, porque me di cuenta de que me daría la posibilidad de hacer las cosas más rápido y emprender”, recuerda.
Cuando terminó la carrera, Montanaro entró en el mundo laboral como planner en la agencia Nomen, de donde saltó a Ogilvy como ejecutivo de cuentas y, más tarde, a la agencia Rapp como director general, donde estuvo nueve años. Comenzó otra carrera, Sociología, que nunca terminó, y cursó un MBA en la escuela de negocios Esade, una formación que considera “muy importante” en su trayectoria.
Montaro sostiene que la filosofía es un tipo de lectura que le ayuda a tomar decisiones
Se describe a si mismo como un “gestor de negocios creativos”. “Hay un componente psicológico y social muy grande, porque el talento creativo es muy importante para la empresa, pero no son máquinas -reflexiona-; la condición humana no se puede gestionar y hacerlo requiere de un enfoque no sólo técnico”.
Con la Gran Recesión, Montanaro dejó la agencia en que trabajaba y “como Europa estaba convulsa” sondeó opciones fuera. A partir de unos amigos, comenzó a trabajar para empresas en Colombia, momento en el que se acercó a la moda. “Es una industria creativa como otras, con sus especificidades -señala-; publicidad y moda tienen mucho en común”.
Entonces llegó la oportunidad de The Animals Observatory. Los socios fundadores, Laia Aguilar y Jan Andreu, le pidieron una consultoría, “aunque desde el principio sabían que querían a un gestor”. Montanaro se incorporó a la empresa en los inicios, de manera que hoy es socio minoritario, junto a Anna Petit y Vanesa Loenzo, mientras Aguilar y Andreu controlan la mayoría del capital.
Montanaro reserva también tiempo para, como él mismo las define, “actividades más de título personal que me sirven para abrir la mente”. Arte, mundo asociativo, academia y deporte. Vinculado a Modacc desde 2023 e involucrado en diferentes actividades de Esade, Montanaro es un coleccionista de arte en ciernes. “Estoy aprendiendo lo que me gusta, todavía no soy coleccionista”, confiesa mientras está a punto de ir a visitar la feria de arte contemporáneo Arco, en Madrid. También practica remo cada fin de semana, en el club Olímpic Barcelona. Si del arte dice que le “hace mejor persona”, del contacto con el mar y el deporte dice que “te abre y te hace mirar adentro".