Entorno

Ni un respiro para la moda: la escalada de costes presiona el margen en la reapertura

El encarecimiento de las materias primas está presionando los precios industriales y el Covid-19 continúa lastrando la actividad en los puertos. El resultado es una tormenta perfecta que añade más presión al margen.

Iria P. Gestal

23 jun 2021 - 05:00

Ni un respiro para la moda: la escalada de costes presiona el margen en la reapertura

 

 

Ni una tregua para el sector de la moda. Después de un año de cierres intermitentes de tiendas y disrupciones constantes en la cadena de suministro (de Shenzhen al Canal de Suez), ahora que la venta comienza, tímidamente, a normalizarse, llega un nuevo golpe directo a la línea de flotación del sector. La escalada de costes en el aprovisionamiento, con subida de precios en las materias primas, la industria y el transporte, presiona más el margen y deja a la moda con poca capacidad de maniobra en plena recuperación.

 

La presión comienza justo al principio de la cadena de valor, en el campo. A principios de junio, los precios del algodón indio se dispararon hasta su máximo en once años, hasta 14.000 rupias por maund (40 kilos) debido a la escasez de esta fibra, según recogieron diarios locales como The News.

 

Según un informe del Banco Mundial, el precio medio del algodón en el primer trimestre de 2021 fue de 1,64 dólares por kilo, un 3% más que el precio medio en 2020, y para el cuarto trimestre de 2021 se espera que alcance 1,72 dólares por kilo.

 

También se está encareciendo la producción. En abril, el Índice de Precios Industriales (Ipri) de China, el principal polo mundial de producción de moda, se incrementó un 6,8% interanual, la mayor subida desde octubre de 2017, mientras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) continúa estable. En mayo, se batió un nuevo récord, con una subida del 9%, la mayor desde 2008.

 


 

 

La oficina nacional de estadística china atribuye la subida a los precios del petróleo, los minerales y los metales, por lo que los analistas estiman que la tendencia continuará en los próximos trimestres y advierten de un riesgo de inflación global. La cotización actual de futuros de materias primas del London Metal Exchange, por ejemplo, anticipa que los precios actuales se mantendrán al menos durante los próximos quince meses para el acero corrugado y hasta diciembre de 2022 para el cobre y el aluminio.

 

“Los precios de las materias primas se están desconectando de los fundamentales, lo que genera riesgos a la baja”, señaló Robin Xing, economista de Morgan Stanley, en un informe publicado a finales de mayo.

 

El Gobierno de Xi Jinping ha respondido anunciando medidas de apoyo para los pequeños empresarios, especialmente para los afectados por el aumento del precio de las materias primas.

 

En España, el Índice de Precios Industriales (Ipri) del textil también subió un 0,5% en marzo y otro 0,5% abril tras doce meses sin aumentos, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los precios de la confección, en cambio, se han mantenido al alza durante cada mes del último año salvo en agosto de 2020.

 

A estos incrementos se añade también la subida del coste del transporte. Mover un contenedor de doce metros de Shanghái a Róterdam cuesta ahora casi siete veces más que la media de los últimos cinco años, según datos del Drewry Shipping Container Index de Bloomberg. En el agregado de ocho rutas euroasiáticas con mayor tráfico de contenedores, la subida se sitúa en el 293%.

 

 

 

 

La subida se debe a la escasez de contenedores y de trabajadores y a la saturación de los puertos. En Shenzhen, docenas de barcos están pardos después de que las autoridades locales tuvieran que imponer nuevas medidas restrictivas en la ciudad para frenar la pandemia tras la aparición de nuevos casos de Covid-19. Los retrasos llegan ahora hasta dieciséis días y la prensa local da por descontado que no se podrá recuperar el tráfico habitual al menos hasta julio.  

 

Esta subida generalizada de precios a lo largo de toda la cadena de valor se produce en un contexto de márgenes muy presionados ya en la industria de la moda tras un año de pandemia y de descuentos agresivos para dar salida a la mercancía que quedó parada por los cierres.

 

A mediados del año pasado, Boston Consulting Group (BCG) anticipaba un descenso del margen de ebit de hasta catorce puntos entre 2020 y 2021 y anticipaba que en las marcas que no tomasen medidas agresivas para recortar costes los márgenes podrían “colapsar”.