Myanmar: inestabilidad política y militar cuatro años después del golpe de estado
Cuatro años después del último golpe de estado en el país, la moda ha ido reduciendo su peso en Myanmar muy poco a poco. Aunque ahora se sitúan en mínimos, las exportaciones de moda a España alcanzaron su máximo en 2023.


4 feb 2025 - 05:00
Procesos electorales, conflictos geopolíticos y la persistente incertidumbre macroeconómica, ¿a qué retos se enfrentan las principales economías del mundo? La serie Mercados estratégicos hace una radiografía de las principales potencias mundiales y analiza cuál es su relación con España, así como los principales desafíos a los que se enfrentan en los próximos años.
Radiografía de un mundo global
El Tatmadaw, nombre con el que se conoce a las fuerzas armadas de Myanmar, dio sus primeros pasos en 1941 en el seno del Ejército Independentista de Birmania (BIA). A pesar de que entonces el grupo se alzó como el actor político fundamental para conseguir la independencia del país de Reino Unido en 1948, el Tatmadaw también ha sido el responsable de los continuos golpes de estado militares que han marcado la historia moderna de Myanmar, el último de ellos hace cuatro años, el 1 de febrero de 2021, tras el cual la moda ha debido posicionarse.
Myanmar es un destino de costes bajos en el aprovisionamiento de moda. En los últimos cuatro años, cada vez son más las empresas que, pese a la ventaja en precios de producir en el país, han dejado este origen, presionadas por la opinión internacional. En un primer momento compañías como Mango, Primark, C&A, Aldi, Marks&Spencer, Fast Retailing abandonaron el país, pero otros como Inditex tardaron más tiempo. De hecho, Inditex no comenzó a salir del país hasta mediados de 2023.
Si la antigua BIA estuvo liderada por Aung San, considerado uno de los principales líderes espirituales de la nación y asesinado antes de que la independencia de Myanmar se hiciera oficial, su hija, Aung San Suu Kyi, ha protagonizado los intentos democráticos del país. Distinguida con el Nobel de la Paz, Suu Kki se alzó como la ganadora de las elecciones de Myanmar a finales de 2020, con una mayoría suficiente como para acabar finalmente con más de medio siglo de mandato militar.
Cuatro años después del golpe de estado, el país es aún hoy en día uno de los principales proveedores de moda en el mundo, con hasta un 90% de sus exportaciones manufactureras provenientes sólo de la moda y la energía. Myanmar, sin embargo, lucha ahora contra la inestabilidad política del gobierno militar y la guerrilla revolucionaria que le hace frente, así como el castigo de la comunidad internacional al país, que ha reducido su peso en el mapa del sourcing de la moda.
Myanmar vivió hace cuatro años su último golpe militar, tras le cual la moda ha ido saliendo a cuentagotas
Diez años de transición democrática truncada
En 2020, la población de Myanmar acudía a las urnas con la esperanza de cerrar definitivamente un capítulo de dictadura militar de más de medio siglo. El partido de Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia, se alzó como el ganador de los comicios, con una mayoría absoluta que hubiera permitido cambiar la Constitución del país y hacer desaparecer el poder del Tatmadaw. Poco después de los resultados, sin embargo, cualquier posibilidad se vio truncada tras el golpe de estado del ejército, que declaró el estado de emergencia, invalidó el resultado electoral e instauró de nuevo un gobierno militar.
La primera Junta militar del Tatmadaw que gobernó Birmania subió al país en 1962. Tras varios años de gobiernos inestables que sucedieron a la independencia, las fuerzas armadas del país llevaron a cabo un primer golpe de estado que instauró un Gobierno militar que dirigió el país durante los siguientes 50 años, hasta 2015. Las continuas revueltas de la población, así como la creciente presión internacional, derivaron en unas primeras elecciones democráticas en 2015, en las que el partido de Suu Kyi se alzó con la victoria. El Gobierno militar, sin embargo, utilizó el poder de la Constitución militar para colocar a su candidato, Thein Sein, en el poder, y mantener una mayoría en la cámara legislativa.
Con la llegada de las siguientes elecciones, a finales de 2020, la presión de la población fue acrecentándose, y la Liga Nacional de la Democracia consiguió una mayoría absoluta en los comicios. Los resultados hubieran permitido al partido los votos suficientes para modificar la carta magna del país y acabar con los beneficios del Tatmadaw, por lo que la mañana del 1 de febrero, antes de que el nuevo Gobierno pudiera tomar oficialmente el poder, el ejército volvió a hacerse con el poder por la fuerza: nombró a Min Aung Hlaing, jefe de las fuerzas armadas, líder del Estado y detuvo a los principales candidatos de la Liga Nacional, entre ellos, Suu Kyi, que había sido nombrada ministra de exteriores del nuevo Ejecutivo democrático.
Desde entonces, la Junta militar del país, todavía liderado por Min Aung Hlaing, ha renovado anualmente el estado de emergencia, la última vez, el 31 de enero, apenas un día antes del aniversario del golpe de Estado. El Gobierno militar, sin embargo, ha perdido fuerza durante los últimos cuatro años, y debe enfrentarse a la resistencia guerrillera que ha empezado a ganar territorio en las principales ciudades de la frontera con Tailandia.
Una economía a la baja
Según los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía del país ha ido a la baja desde el año del golpe de Estado. Entre 2016 y 2019, el Producto Interior Bruto (PIB) del país crecía a un ritmo de entre un 5,8% o 6,8%, en línea con la evolución de la región de países en vías de desarrollo del continente asiático. En 2020, sin embargo, y a raíz de la inestabilidad política del país, el PIB de Myanmar se contrajo un 1,2%, seguido de descensos de hasta un 10,5% en 2021, el año en el que se celebraron las últimas elecciones y el posterior golpe de estado, y de otro 4% en 2022.
A pesar de la mala evolución del país en los últimos años, la economía de Myanmar parecía haber vuelto a estabilizarse en los dos últimos años. Según los últimos datos del organismo internacional, que fechan de octubre de 2024, el PIB del país cerrará 2024 con un crecimiento del 1%, para avanzar hasta un 1,1% en 2025. Los datos del Banco Mundial, sin embargo, publicados a principios de este año y con previsiones más actualizadas, estiman que la economía de Myanmar decrecerá en un 1% hasta marzo de este año.
“Los sectores de la agricultura, manufacturero y de servicios se contraerán a causa de que la producción estará limitada por la escasez de materias primas, un suministro insuficiente de electricidad y la debilidad de la demanda interna”, explica el Banco Mundial en su último informe sobre el país. Únicamente en los ocho primeros meses de 2024, de hecho, el kyat, la moneda nacional, perdió hasta un 40% de su valor respecto al dólar, lo que ha convertido la inflación en uno de los grandes problemas de la economía.
Los continuos problemas eléctricos y cortes de Internet han generado pérdidas millonarias en el país
Según los mismos datos del FMI, los precios registraron un incremento del 22% hasta octubre, lastrando el poder adquisitivo de la población, mientras que de cara a 2025, se espera que estos se mantengan en un alza del 14,2%, frente al 2,7% estimado para toda la región de países asiáticos en vías de desarrollo.
“Los cortes de electricidad se mantienen como un gran problema para el desarrollo empresarial, especialmente en el sector manufacturero”, reza el informe del Banco Mundial. De acuerdo con los datos recopilados por el organismo, hasta un 65% de las empresas estudiadas por el Banco Mundial entre septiembre y octubre registraron apagones durante el periodo. “Además, los cortes de Internet se han incrementado tras las imposiciones de controles gubernamentales, lo que ha impactado gravemente la economía”, asegura el texto.
Según los cálculos del organismo, estos cortes, que imposibilitan, por ejemplo, la llegada de pedidos por parte de las empresas internacionales que producen en el país, han costado hasta 163 millones de dólares al conjunto de la economía, frente a los 17,3 millones de dólares del año anterior.
La industria textil ha multiplicado su peso en la economía en las últimas décadas
La moda, en crisis
Myanmar empezó a producir textiles para el exterior a partir de 1994 y, desde entonces, se ha convertido en uno de sus principales motores económicos. La entrada del país en el grupo de beneficiarios del programa Everything but Arms (EBA) en 2013, que permite a países en vías de desarrollo exportar productos (a excepción de armas y municiones) a los países de la Unión Europea sin pagar aranceles, ha sido uno de los motores principales de este impulso.
En términos globales, el comercio total entre los países de la Unión Europea y Myanmar alcanzó en 2023 los 3.700 millones de euros, situando a los Veintisiete como el tercer socio comercial del país (por detrás de China y Tailandia), frente al puesto número 57 que ocupa Myanmar en la lista de socios comerciales de la Unión Europea.
Según datos del Banco Mundial, el valor de las exportaciones de moda se ha incrementado de 900.000 dólares en 2010 hasta alcanzar los 5.500 millones de dólares a cierre de 2022. La Unión Europea es, de hecho, el principal cliente del sector textil de país, responsable de hasta un tercio de estas exportaciones, seguida de Japón (con un 18%), Reino Unido (10%), Estados Unidos (6%) y Corea del Sur (4%).
Con el incremento de la inestabilidad en el país, sin embargo, este año las exportaciones de textiles se han mantenido débiles, con todos los clientes internacionales (excepto Corea del Sur) reduciendo su demanda en el país. Según el informe del Banco Mundial, las exportaciones de textiles durante todo 2024 y la mitad de 2025 se reducirán hasta un 14% en comparación con el mismo periodo de hace un año.
Los principales clientes de la moda en Myanmar reducirán hasta un 14% su demanda al país
Las relaciones del sector de la moda de Myanmar se podrían ver afectadas, además, tras la consideración de la Unión Europea de excluir al país de la lista de beneficiarios del programa EBA. Hasta el momento, el conjunto de los Veintisiete no ha hecho ningún comunicado oficial, aunque las relaciones institucionales entre ambos actores se han mantenido distantes desde febrero de 2021.
Únicamente con España, Myanmar vendió moda a España por valor de 261,6 millones de euros entre enero y noviembre de 2024. Esta es la menor cifra que ha registrado el comercio entre ambos países desde 2017, cuando las exportaciones del país a España se situaron en 163,2 millones de euros. En comparación con el año anterior, además, la cifra no es ni la mitad del valor registrado entre enero y noviembre de 2023, cuando las importaciones de España a Myanmar de artículos textiles alcanzaron 498 millones de euros.
A pesar de que las exportaciones de moda de Myanmar a España se han reducido significativamente desde 2020, cuando se situaban en 583,5 millones de euros, estas alcanzaron su récord histórico en 2022, apenas un año después del golpe de estado, cuando España compró moda a Myanmar por valor de hasta 739,9 millones de euros. En el sentido contrario, sin embargo, las exportaciones de moda española a Myanmar sí que se han incrementado durante el periodo, hasta alcanzar 1,83 millones de euros en los once primeros meses de 2024, frente a los 2,25 millones de euros del mismo periodo de hace un año.