Entorno

Muchas bebidas pero pocas bufandas: la moda se desmarca del repunte del gran consumo

Las altas temperaturas del arranque de la temporada perjudicaron a la moda pero auparon las ventas de gran consumo, lideradas principalmente por las bebidas.

Iria P. Gestal

11 dic 2017 - 04:57

Muchas bebidas pero pocas bufandas: la moda se desmarca del repunte del gran consumo

 

 

La confianza de los consumidores no deja de crecer, el paro está a la baja y las previsiones para la economía española son positivas. El gran consumo está capitalizando este contexto positivo y acaba de cerrar su mejor trimestre desde el final de la crisis. Sin embargo, la moda permanece ajena a las tendencias y se encamina a otro ejercicio en rojo. ¿Los culpables? El clima, los precios y los nuevos hábitos de consumo.

 

Según el informe Growth Reporter elaborado por Nielsen, el gran consumo creció un 4,2% en el tercer trimestre, su mayor avance desde la recuperación. Esta cifra es superior en 1,4 puntos porcentuales al crecimiento del mercado europeo en su conjunto, que avanzó un 2,8%, y sitúa a España como la economía donde más crece este subsector en todo el continente.

 

“A diferencia de otros sectores, el gran consumo ni crece ni baja mucho, porque al final todos tenemos que comer, pero desde hace dos años mantiene una tendencia positiva”, explica Asís González de Castejón, responsable de análisis de retail de Nielsen, a Modaes.es.

 

 

 

 

El experto atribuye la buena evolución del tercer trimestre a las altas temperaturas. “El segmento de bebidas es muy importante en la cesta de la compra, copa casi un 30%, y que el verano se alargue motiva que este segmento crezca”, subraya.

 

La moda, en cambio, puso fin en 2016 a dos años de recuperación con un descenso del 2,2%, y ahora se encamina a otro año en negativo. Los empresarios y la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex) atribuyen esta evolución a la incertidumbre política, la proliferación de jornadas de descuentos, que concentran las ventas en unos pocos días al año, el clima y los cambios en los hábitos de consumo.

 

En octubre, que ha sido tradicionalmente un buen mes para el sector porque se venden prendas caras de abrigo sin descuento, fue devastador: el sector anotó una caída del 12,3%, la mayor desde abril de 2012. El motivo fue una tormenta perfecta que aunaba la crisis política en Cataluña, las altas temperaturas y la cercanía del Black Friday.

 

 

 

 

 

Según Kantar Worldpanel, la moda acumula una caída del 1% hasta la primera semana de noviembre en valor, si bien la evolución de las compras en volumen se ha mantenido estable respecto al año pasado. El gran consumo, por su parte, está creciendo un 1%.

 

“La moda creció en julio, agosto y septiembre, pero se dio un batacazo en octubre y noviembre, lastrado principalmente por la moda masculina e infantil y por la categoría de abrigo”, apunta Rosa Pilar López, directora de moda y belleza en la empresa de estudios de mercado Kantar Worldpanel. La mujer, en cambio, acumula un ascenso del 0,4%.

 

Mientras que Nielsen recoge el gasto de consumidores nacionales e internacionales que gastan en España con tarjeta de crédito, Kantar Worldpanel estima la evolución del consumo a través de una encuesta a una muestra de la población española.

 

 

 

Para Acotex, uno de los motivos de este decalaje entre el gran consumo, la restauración y la moda es el trabajo que cada sector ha realizado en los últimos años. “El ocio está creciendo mucho, la gente está dispuesta a gastarse cien euros en una cena pero para comprar un abrigo esperan a las rebajas; esto es porque la restauración ha hecho bien los deberes y nosotros no”, asegura Eduardo Zamácola, presidente de Acotex. “Pensábamos que al terminar la crisis todo iba a volver a ser como antes, pero el consumidor ha cambiado”, añade.

 

En este sentido, el empresario defiende que las empresas todavía tienen margen para adaptarse al nuevo escenario y hacer frente a retos como el clima, con un verano que cada vez más se alarga más allá de septiembre. “Tenemos que adaptarnos a las necesidades del consumidor, y en septiembre no son desde luego los abrigos”, apunta.

 

 

 

 

Los precios, al alza en gran consumo pero a la baja en moda

Otro factor que determina la diferente evolución del gran consumo y la moda son los precios. En gran consumo, los precios han recuperado la senda del crecimiento después de que, en los años de la crisis, la marca blanca llegara a copar el 40% de las ventas, “más que en ningún otro país de Europa, salvo Suiza”, destaca González.

 

Sin embargo, desde 2014 esta proporción se ha estancado y las marcas han vuelto a lanzar productos nuevos. “La gente sigue comprando el atún en aceite de oliva pero, además, compra productos nuevos como ensaladas ya preparadas o platos congelados y refrigerados, lo que hace que los precios suban”, subraya el experto.

 

En cambio, la tendencia en moda es justo la contraria. La inflación del sector lleva desde noviembre por debajo del IPC general, con alzas de entre el 0,1% y el 0,5% desde el pasado abril. El aumento de jornadas de descuentos como el Black Friday, el Single’s Day o el Cyber Monday ha añadido todavía más presión al ticket medio del sector.

 

 

A la cabeza de Europa

En relación al resto de Europa, España registra datos diferentes en ambos sectores. En gran consumo, el mercado español se situó en cabeza, con un alza del 4,2% en el tercer trimestre, frente al 3,1% de Italia y el 1% de Francia. “También es verdad que países como Reino Unido y Alemania estuvieron más estables durante la crisis; España ha sido más volátil”, subraya González.

 

En moda, la evolución ha sido más desigual. Según los últimos datos disponibles, las ventas del comercio minorista del sector en septiembre se elevaron un 7,2% en España, por debajo de la media europea, que fue del 10,7%.

 

A la cabeza se situaron mercados como Rumanía, República, Checa y Polonia, con alzas a doble dígito, pero España estuvo también entre los países menos alcistas de los mayores economías del continente: en Alemania el sector creció un 17,5%; en Francia, un 15 %; en Reino Unido, un 9,3%, y, en Italia, un 1,7%.