Entorno

Las marcas de lujo se despiden de Argentina

Sarah García

15 oct 2012 - 04:38

Una enseña más se marcha de Argentina. Kenzo ha anunciado esta semana su intención de cerrar el único establecimiento con el que cuenta en el país debido a “la desaceleración económica”. La marca, propiedad de LVMH, se suma una larga lista de enseñas que desde 2009 han abandonado el mercado argentino por, entre otros, problemas con la importación de sus productos.

 

Emporio Armani fue la primera enseña que decidió marcharse de Argentina hace tres años. Desde entonces, a la marca italiana la han seguido otras como Yves Saint Laurent, Ralph Lauren, Escada y Louis Vuitton. La próxima que dejará el país será Cartier, propiedad del grupo suizo Richemont, que cerrará su punto de venta a finales de octubre.

 

Aunque los motivos que en algunos casos se alegan sean diversos, la mayoría abandonan el país por las trabas a la importación de sus artículos. El elevado proteccionismo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y su interés por beneficiar a la economía doméstica está provocando un éxodo de las marcas de gama premium.

 

Este tipo de enseñas están obligadas a importar, debido a sus procesos de creación y fabricación. La mayoría de los proveedores con los que trabajan, así como sus fábricas propias, están ubicadas en sus países de origen o en proximidad, por lo que deben mandar los productos a los mercados en los que venden.

 

Si bien es cierto que algunos de los procesos de fabricación se realizan en países como China pero la esencia de los artículos se sigue realizando en proximidad. Si a los costes básicos que tiene la exportación a mercados internacionales se suman trabas y sobrecostes añadidos por los países a los que llega la mercancía, los números terminan por no salir. En el caso de Argentina, parece que al ejecutivo de Fernández de Kirchner no le importe demasiado perder a este tipo de enseñas.

 

Al ser preguntado por la marcha de Louis Vuitton, el ministro de turismo argentino, Enrique Meyer, afirmó que “está en todos lados y a veces hasta demasiado”. “En algunos lugares está sólo para enseñar su cartel, aunque no vendan”, añadió.

 

Por su parte, el secretario de Estado destacó que “la expansión de la marca país y todas las submarcas como Cardon o Pampero, que están desde Londres hasta Dubai, son positivas para Argentina”.

 

Una de las consecuencias de este éxodo de marcas de lujo la está viviendo un país fronterizo con Argentina. Han sido muchas las enseñas que han decidido cambiar al país sudamericano por Uruguay, que se encuentra en una situación económica mucho mejor que la que vive Argentina, además de poner muchos menos problemas a la hora de importar productos.