La Unión Europea reserva 1.300 millones para impulsar la energía renovable en Bangladesh
Autoridades de ambos países se han reunido para identificar los proyectos prioritarios que se beneficiarán del plan de inversión, y que busca acelerar el objetivo nacional de elevar en un 3% el uso de energía renovable en el país.


La Unión Europea electrifica su sourcing. La Unión Europea destinará 1.300 millones de euros con el objetivo de impulsar el uso de energía renovable en la industria de Bangladesh. La decisión afectará directamente a la industria textil, la más importante para el territorio y responsable de un 80% de las exportaciones bengalíes.
La inyección fue anunciada a finales de abril, en el marco de una convención celebrada en la capital, Dhaka, de la mano de Michal Krejza, director de la unidad de cooperación en la Comisión Europea. Esta inversión se enmarca dentro de un programa mayor de Bruselas, bautizado como I’ve got the Power, y que busca impulsar la energía renovable en diferentes países.
“La Unión Europea invertirá 1.300 millones de euros con el objetivo de que Bangladesh no sólo acelere la adopción de energía renovable, sino que también ayude a la estabilización del panorama político a través de unas elecciones justas y libres”, aseguró el representante, según declaraciones recogidas por diferentes medios del país.
La Unión Europea canalizará estos fondos a través de un programa mayor para impulsar la electrificación
Más allá del anuncio, diferentes autoridades de ambos países se han reunido recientemente para concretar los proyectos prioritarios que se beneficiarán del plan de inversión. Los objetivos de Bangladesh pasan por que esta inyección ayude en incrementar hasta en un 3% el uso de energías renovables en el país.
A medio plazo, de hecho, el país asiático está inmerso en una estrategia para alcanzar un 15% de implementación de estas fuentes de energía para 2030, y de un 100% para 2050. Los sistemas de energía renovable sustituirán así poco a poco a los métodos tradicionales de combustión de las fábricas.
El principal reto para esta transición pasa precisamente por la financiación de este cambio. Los proveedores trabajan en gran parte de las ocasiones con diferentes clientes, que no suelen copar una mayoría de la producción de las instalaciones, por lo que no se ven incentivados para invertir en las instalaciones.