Entorno

La subida de los precios del algodón viste el verano de lino y viscosa

El precio del algodón ha pasado de cotizar a 0,50 centavos por libra en marzo de 2020 a 1,40 centavos por libra en marzo de 2022. Las grandes compañías de la moda, como H&M o Zara, cuentan con colecciones específicamente de estas materias primas.

C. Juárez

29 abr 2022 - 04:57

Cien por cien lino. Los percheros de las tiendas y las páginas webs de las principales compañías del sector de la moda están inundadas por colecciones de colores suaves realizadas con un tejido que se arruga sólo con mirarlo: el lino. La escalada de precios del algodón en los últimos meses ha hecho que la industria de la moda abogue por las colecciones de primavera-verano esta materia prima, más barata y sin necesidad de procesos de acabado.  Aunque todavía no ha alcanzado el récord histórico de 2011, el precio del algodón ha pasado de cotizar a 0,50 centavos de dólar por libra en marzo de 2020 a 1,40 centavos por libra en marzo de 2022. Y seguirá subiendo. El Comité Consultivo Internacional del Algodón (Icac, por sus siglas en inglés) estima que a mitad de la actual campaña el precio del algodón ascienda hasta 1,50 centavos por libra. En su informe Commodity markets Outlook, el Banco Mundial estima que el precio de esta materia prima escalará hasta un 40% en la actual temporada debido principalmente a la crisis provocada por la guerra en Ucrania. La organización, de hecho, apunta que “esta es la mayor crisis de materias primas desde la década de 1970”. Este incremento de precios ha provocado un giro en la demanda hacia otros materiales y que las compañías de moda oferten colecciones compuestas por otras materias primas, saliendo vencedor el lino.   El Banco Mundial estima que el precio del algodón subirá un 40% en la actual temporada   H&M cuenta en su página web con 680 artículos compuestos por lino, mientras que Zara cuenta con 365 referencias. La cadena estrella de Inditex cuenta, además, con un apartado en su plataforma de ecommerce sólo para prendas realizadas con esta materia prima.   “Yo creo que el motivo de usar lino es que no tiene que aplicarse acabados, que, con los aumentos del gas, están matando muchos productos que van tintados o estampados”, explica Josep Pages, al frente de la compañía industrial Pagés Valentí.  “Las materias y el transporte siguen subiendo, la electricidad ha bajado, en el gas, de momento, no hay cambios significativos, y el precio de las fibras de algodón continúan siendo muy alto, y no tiene pinta de bajar en el corto plazo, son demasiadas variables fuera de control”, se lamenta Pagés.   Una de las compañías industriales que ha decidido entrar en nuevos nichos ante la subida de los precios del algodón es Hilaturas Ferre. La empresa está potenciando actualmente su línea Nature, que combina fibras de cáñamo, lino y bambú.  La demanda de lino, una fibra que debido a sus características se utiliza principalmente para prendas veraniegas y textil hogar, también se mantiene a lo largo del año. Xavi Bombardó, al frente del grupo Holistex, explica que “se han incrementado los metros desde los últimos tres años, antes se tejía lino sólo unos meses, y ahora se ha ido alargando y casi tejemos y tintamos lino durante todo el año”.  La producción de lino representó en 2020 sólo el 1% de la producción mundial  El comercio mundial de lino ascendió en 2020 a 726 millones de dólares. La mayor parte de la producción de lino, entre el 75% y el 80%, se realiza en Europa, concretamente en Francia, que es el mayor exportador. En 2020, el país exportó lino por valor de 373 millones de dólares, según datos del Observatory of Economic Complexity. Le sigue Bélgica, donde las exportaciones de lino alcanzaron los 209 millones de dólares en 2020. Los mayores consumidores de lino, por su parte, son China, Bélgica e India.  Con todo, esta materia prima representó en 2020 únicamente el 1% de la producción anual de fibras, hasta 1 millón de toneladas, según los datos del informe Prederred fiber&materials 2021 de Textile Exchange.  El lino también cuenta con ventaja en términos de sostenibilidad frente a otras materias primas de origen vegetal, ya que su producción tiene un impacto ambiental menos dañino, necesita menos cantidad de agua que el algodón y apenas se usa fertilizantes ni pesticidas durante su cultivo.  El comercio mundial de lino ascendió en 2020 a 726 millones de dólares   El proceso de producción hasta convertirlo en una prenda comienza con la recolección del lino tras una cosecha de cien días. La recolección se realiza arrancando la planta de raíz, para que mantenga un poco de savia. En segundo lugar, se eliminan las semillas, y posteriormente se deja fuera en el campo, donde la lluvia y el sol hacen que la corteza exterior se vaya aflojando.  Posteriormente, se toman los tallos de lino ya secos y tritura la parte interior y se peinan las fibras. Luego, se hilan para, posteriormente, tejer la tela. Por lo general, esta fibra no necesita acabados, aunque en algunos casos se tinta para producir prendas de distintos colores. El lino es, además, una de las fibras textiles más antiguas del mundo. Su uso para la fabricación de prendas data del 7000 a.C en Çatalhöyük, actual Turquía. Entre sus ventajas se encuentran su ligereza, que es conductor del calor, aislante, higroscópico y termoregulable.    La viscosa, el otro ganador  Ante la subida de los precios del algodón, la otra materia prima que ha salido ganadora es la viscosa. “Hemos incrementado el doble las compras de otras fibras como la viscosa o el acetato”, explica Abel Ortiz, al frente de Textil Ortiz.  La viscosa es una fibra sintética de origen natural, pero procesada de manera industrial, que procede del bambú. En 2020, la producción de este tipo de fibra se situó en 5,2 millones de toneladas, copando el 4,7% del total de la producción de fibras, según Textile Exchange. Uno de los mayores productores de viscosa a escala mundial es la compañía austriaca Lenzing, que comercializa esta fibra a través de la etiqueta Eco Vero.

 

 

Cien por cien lino. Los percheros de las tiendas y las páginas webs de las principales compañías del sector de la moda están inundadas por colecciones de colores suaves realizadas con un tejido que se arruga sólo con mirarlo: el lino. La escalada de precios del algodón en los últimos meses ha hecho que la industria de la moda abogue por las colecciones de primavera-verano esta materia prima, más barata y sin necesidad de procesos de acabado.

 

Aunque todavía no ha alcanzado el récord histórico de 2011, el precio del algodón ha pasado de cotizar a 0,50 centavos de dólar por libra en marzo de 2020 a 1,40 centavos por libra en marzo de 2022. Y seguirá subiendo. El Comité Consultivo Internacional del Algodón (Icac, por sus siglas en inglés) estima que a mitad de la actual campaña el precio del algodón ascienda hasta 1,50 centavos por libra.

 

En su informe Commodity markets Outlook, el Banco Mundial, por su parte, prevé que el precio de esta materia prima escalará hasta un 40% en la actual temporada debido principalmente a la crisis provocada por la guerra en Ucrania. La organización, de hecho, apunta que “esta es la mayor crisis de materias primas desde la década de 1970”.

 

Este incremento de precios ha provocado un giro en la demanda hacia otros materiales y que las compañías de moda oferten colecciones compuestas por otras materias primas, saliendo vencedor el lino.

 

 

 

 

H&M cuenta en su página web con 680 artículos compuestos por lino, mientras que Zara cuenta con 365 referencias. La cadena estrella de Inditex cuenta, además, con un apartado en su plataforma de ecommerce sólo para prendas realizadas con esta materia prima.  

 

“Yo creo que el motivo de usar lino es que no tiene que aplicarse acabados, que, con los aumentos del gas, están matando muchos productos que van tintados o estampados”, explica Josep Pages, al frente de la compañía industrial Pagés Valentí.

 

“Las materias y el transporte siguen subiendo, la electricidad ha bajado, en el gas, de momento, no hay cambios significativos, y el precio de las fibras de algodón continúan siendo muy alto, y no tiene pinta de bajar en el corto plazo, son demasiadas variables fuera de control”, se lamenta Pagés.  

 

Una de las compañías industriales que ha decidido entrar en nuevos nichos ante la subida de los precios del algodón es Hilaturas Ferre. La empresa está potenciando actualmente su línea Nature, que combina fibras de cáñamo, lino y bambú.

 

La demanda de lino, una fibra que debido a sus características se utiliza principalmente para prendas veraniegas y textil hogar, también se mantiene a lo largo del año. Xavi Bombardó, al frente del grupo Holistex, explica que “se han incrementado los metros desde los últimos tres años, antes se tejía lino sólo unos meses, y ahora se ha ido alargando y casi tejemos y tintamos lino durante todo el año”.

 

 

 

 

El comercio mundial de lino ascendió en 2020 a 726 millones de dólares. La mayor parte de la producción de lino, entre el 75% y el 80%, se realiza en Europa, concretamente en Francia, que es el mayor exportador. En 2020, el país exportó lino por valor de 373 millones de dólares, según datos del Observatory of Economic Complexity. Le sigue Bélgica, donde las exportaciones de lino alcanzaron los 209 millones de dólares en 2020. Los mayores consumidores de lino, por su parte, son China, Bélgica e India.

 

Con todo, esta materia prima representó en 2020 únicamente el 1% de la producción anual de fibras, hasta 1 millón de toneladas, según los datos del informe Prederred fiber&materials 2021 de Textile Exchange.

 

El lino también cuenta con ventaja en términos de sostenibilidad frente a otras materias primas de origen vegetal, ya que su producción tiene un impacto ambiental menos dañino, necesita menos cantidad de agua que el algodón y apenas se usa fertilizantes ni pesticidas durante su cultivo.

 

 

 

 

El proceso de producción hasta convertirlo en una prenda comienza con la recolección del lino tras una cosecha de cien días. La recolección se realiza arrancando la planta de raíz, para que mantenga un poco de savia. En segundo lugar, se eliminan las semillas, y posteriormente se deja fuera en el campo, donde la lluvia y el sol hacen que la corteza exterior se vaya aflojando.

 

Posteriormente, se toman los tallos de lino ya secos y tritura la parte interior y se peinan las fibras. Luego, se hilan para, posteriormente, tejer la tela. Por lo general, esta fibra no necesita acabados, aunque en algunos casos se tinta para producir prendas de distintos colores.

 

El lino es, además, una de las fibras textiles más antiguas del mundo. Su uso para la fabricación de prendas data del 7000 a.C en Çatalhöyük, actual Turquía. Entre sus ventajas se encuentran su ligereza, que es conductor del calor, aislante, higroscópico y termoregulable.

 

 

 

 

La viscosa, el otro ganador

 Ante la subida de los precios del algodón, la otra materia prima que ha salido ganadora es la viscosa. “Hemos incrementado el doble las compras de otras fibras como la viscosa o el acetato”, explica Abel Ortiz, al frente de Textil Ortiz.

 

La viscosa es una fibra sintética de origen natural, pero procesada de manera industrial, que procede del bambú. En 2020, la producción de este tipo de fibra se situó en 5,2 millones de toneladas, copando el 4,7% del total de la producción de fibras, según Textile Exchange. Uno de los mayores productores de viscosa a escala mundial es la compañía austriaca Lenzing, que comercializa esta fibra a través de la etiqueta Eco Vero.