Entorno

La moda se mantiene en deflación

13 mar 2009 - 00:00

La moda es ahora más barata que hace un año. En febrero, el índice de precios al consumo (IPC) bajó un 1,8% en términos interanuales (en comparación con febrero de 2008) para el grupo de vestido y calzado, con lo que se mantiene la deflación en la que se entró en enero. En el primer mes del año, los precios de esta partida de la cesta de la compra registraron un inédito descenso interanual, del 1,7%, empujados por el efecto de las rebajas.Aunque la situación de deflación en la moda coincide con el IPC general más bajo registrado en España en las últimas décadas (del 0,7% en febrero), lo cierto es que los precios del vestido y el cazado han aumentado por debajo del coste de la vida de forma continuada mes a mes desde hace años. Hay que remontarse hasta octubre de 2003 para dar con el último mes en que la moda impulsó al alza la inflación en España, con un incremento superior al del IPC general. Ni siquiera el descenso de los precios del petróleo y la crisis financiera, que han llevado la inflación española a mínimos históricos en los últimos meses, han hecho que la evolución de los precios de vestido y calzado se equipare con la del resto de bienes y servicios de consumo habitual.En comparación con el mes anterior, los precios de vestido y calzado bajaron en febrero un 1,4%, mientras que la caída intermensual en enero había sido del 13,8%. Estos descensos reflejan con claridad el efecto de las rebajas y son menos excepcionales, si bien resultan más abultados que en ejercicios anteriores. En enero de 2008, por ejemplo, las rebajas generaron una caída del 11,9% en los precios de los productos de vestido y calzado en comparación con el mes anterior, mientras que en febrero de ése año esta bajada se había quedado en el 1,3%. La evolución del IPC en marzo, un mes tradicional de repunte para los precios de vestido y calzado, pondrán más luz sobre la gravedad o no de la situación de deflación. De consolidarse, la caída continuada de los precios puede tener efectos insospechados para productores y distribuidores del sector, ya que la deflación empuja a los consumidores a posponer sus compras a la espera de nuevas bajadas de precios. Este bucle resulta muy difícil de romper.Una observación en detalle de los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) también permite comprobar cómo las prendas de vestir fueron las más deflacionistas del sector, con un descenso del 2,2% interanual en febrero. El IPC del calzado cayó un 0,3% en el segundo mes del año, mientras que los complementos abandonaron la deflación y se encarecieron un 0,5%. Los precios de otros productos vinculados al sector de la moda, pero ajenos a la partida de vestido y calzado, tuvieron un comportamiento completamente diferente. El grupo de joyería, bisutería y relojería, por ejemplo, se encareció un 10,1% en febrero. Además de la demanda, factores como la evolución del precio del oro –tradicional refugio de los inversores en tiempos de crisis- afectan a los precios de estos productos.