Entorno

La moda ‘pincha’ en toda Europa bajo la sombra de la incertidumbre

Reino Unido, Francia y España han encogido sus ventas minoristas de moda durante todo el año tras cerrar un 2015 de récord.

Iria P. Gestal

14 nov 2016 - 04:48

La moda ‘pincha’ en toda Europa bajo la sombra de la incertidumbre

 

 

 

La moda se tiñe de rojo en Europa. Si 2015 puso fin oficialmente a los años de crisis en el consumo de prendas de vestir, 2016 ha despertado al sector europeo del sueño de la recuperación. La desaceleración global del consumo y, en particular, la incertidumbre que planea sobre el continente, han vuelto a contraer las ventas en los principales mercados europeos para el sector.

 

En España, el comercio minorista de moda se enfrenta a su primer año en rojo desde 2013. Tras siete años en descenso, el comercio de moda comenzó a recuperar el terreno perdido en 2014, cuando registró un avance del 2,2%. Un año después, el sector confirmó su recuperación en el mercado español, impulsándose un 5,1%.

Pero la sonrisa del sector se enfrió nada más comenzar 2016. El Indicador del Comercio de Moda, elaborado a partir de datos de Acotex, marcó en enero una caída del 5,3% en el marco de un invierno demasiado cálido y la inestabilidad causada por la falta de Gobierno.

 

El sector continuó a la baja casi cada mes y, según los últimos datos disponibles, concluyó octubre con un retroceso del 3,7%, con lo que el acumulado anual se sitúa ya en el 3,6% negativo. El sector cerrará el año con su primera caída desde 2013 y, de mantenerse la tendencia actual, con la más pronunciada en cuatro años.

 

Esta evolución se repite en toda Europa con caídas, en algunos casos, todavía más agudas que la española. En Francia, el impacto de los atentados terroristas en el consumo agravó el descenso de las ventas, que se han mantenido a la baja durante prácticamente cada mes de 2016.

 

Sólo las rebajas de junio lograron impulsar ligeramente las ventas, con un alza del 2,5% según datos el Institut Français de la Mode. Los resultados estuvieron impulsados por las grandes cadenas, que elevaron sus ventas un 11,1%.

 

 

 

 

Sin embargo, un mes después, el comercio volvía a encogerse, con caídas del 4,1% en julio y del 6,3% en agosto. Con el arranque del curso escolar, la caída se aceleró hasta el 11,9%, el mayor descenso en lo que va de año.

 

El gigante galo L’Oréal, por ejemplo, encogió sus ventas un 3,7% en su mercado local en los seis primeros meses de su ejercicio, mientras que estancó sus ventas globales con una subida de sólo el 0,6%.

 

Por su parte, el conglomerado de lujo LVMH, aludió en sus resultados a un entorno complejo por un “clima de incertidumbres en la economía mundial, los tipos de cambio y la geopolítica”. El grupo elevó sus ventas, pero contrajo su beneficio un 35%.

 

En Italia, aunque los datos mensuales públicos son escasos, la tendencia es similar. En verano, las ventas de prendas de vestir retrocedieron un 0,2% en julio y las de complementos, un 0,2%. Grupos como Safilo o Tod’s sufrieron un retroceso de ventas durante los últimos meses. La compañía de óptica contrajo sus ventas un 2,2% en los nueve primeros meses, mientras que la de lujo cayó un 3,4%.

 

 

 

 

Por último, Reino Unido ha sido, junto a Francia, uno de los países más perjudicados. La sombra del Brexit penalizó el consumo de moda en el país, que vivió este año la quiebra de uno de sus establecimientos históricos: los grandes almacenes BHS.

 

Los malos resultados de la campaña navideña fueron el primer síntoma. En diciembre, las ventas minoristas descendieron un 0,1% en Reino Unido, lo que supuso la primera caída desde mayo de 2009.

 

Salvo en julio, las ventas de moda han retrocedido cada mes de 2016 en el país. Según los últimos datos disponibles, recogidos por la Office for National Statistics, el sector cerró septiembre con una caída del 5,9%, la tercera más aguda del año.

 

 

 

 

 

A los factores tradicionales como el clima se sumó también la decisión del Ejecutivo británico de elevar el salario mínimo, lo que contrajo los resultados de los principales grupos del sector. Compañías como John Lewis, Karen Millen, Marks&Spencer, Debenham’s o French Connection acusaron descenso en sus ventas, y  Next llegó a alertar de que este podría ser “el año más duro desde 2008”.

 

Si, a principios de año, la tónica general era confiar en que la caída de las ventas se debía a hechos coyunturales como el referéndum del Brexit o los atentados, la evolución durante el resto del año parece confirmar que es la recuperación de las ventas lo que ha quedado atrás.