Entorno

La moda cancela compras y adelanta producciones ante la segunda ola en Europa

Los gigantes españoles del sector comenzaron la semana pasada a reordenar su aprovisionamiento ante la implantación de medidas restrictivas en países como Francia y Alemania.

Pilar Riaño

3 nov 2020 - 05:00

La moda cancela compras y adelanta producciones ante la segunda ola en Europa

 

 

El sourcing, de nuevo en el centro. Los gigantes españoles de la industria de la moda vuelven a reordenar su aprovisionamiento ante las nuevas medidas de restricción que se generalizan en Europa para contener la segunda ola del Covid-19. Desde hace una semana, los grupos españoles han comenzado, de nuevo, a cancelar compras ante el cierre de tiendas, en unos casos, y a adelantar pedidos, en otros.

 

Con la lección aprendida de los cierres de tiendas decretados entre marzo y junio en el conjunto de Europa, los operadores del sector están tomando decisiones rápidas y la semana pasada comenzaron ya a cancelar o posponer compras, según explican varios directivos de compañías consultados por Modaes.es.

 

Inditex, especialmente con su cadena Zara, es uno de los grupos que comenzó ya a mover ficha la semana pasada, cuando Alemania o Francia anunciaron la implantación de medidas restrictivas al comercio en el país.

 

De hecho, el gigante gallego es uno de los que mejor se adaptó a la primera ola del Covid-19 y logró contener sus pérdidas gracias a que recortó sus compras en la misma medida en que cayeron sus ventas, apoyándose en su modelo de aprovisionamiento en series cortas.

 

 

 

 

Mientras Inditex pudo reaccionar, otros no lo lograron: Primark, por ejemplo, reabrió tiendas en junio con stock acumulado por valor de más de 2.000 millones de euros. Ayer, el grupo irlandés de moda low cost hizo una estimación del coste del nuevo cierre de tiendas en Europa, que cifró en más de 400 millones de euros menos de ventas.

 

En el confinamiento de la pasada primavera, los principales hubs productivos de Asia (principalmente India y Bangladesh) denunciaron la cancelación de pedidos sin previo aviso por parte de los gigantes internacionales de la moda.

 

Según un informe del Center for Global Worker’s Rights y el Worker Rights Consortium, publicado este mismo mes, entre abril y junio Estados Unidos y la Unión Europea dejaron de importar unos 16.200 millones de dólares en ropa.

 

Esta situación derivó en un trasvase de pedidos a países de proximidad en Europa, con Turquía como principal destino. En esta ocasión, el país euroasiático volverá a resultar beneficiado en este reequilibrio del aprovisionamiento de los gigantes europeos de la moda.

 

Mientras los grupos que trabajan con lead times cortos optan por cortar o posponer pedidos, los que centran su distribución en el canal multimarca están acelerando compras para asegurar el aprovisionamiento y blindarse ante un posible nuevo cierre de fronteras.

 

 

 

 

Según explican fuentes de un gran grupo español con un peso relevante del wholesale en sus ventas, con la campaña otoño-invierno ya terminada, se está optando por adelantar la producción de la correspondiente a la próxima primavera-verano.

 

Tras haber recogido ya los pedidos para primavera-verano, las compañías aceleran sus producciones para que en diciembre haya llegado a almacén el máximo de prendas posible. Si habitualmente en diciembre se ha recepcionado alrededor del 5% de la producción total, este año se fuerza para recibir entre el 8% y el 12% y estar preparado para potenciales interrupciones del suministro.

 

Sea como sea, noviembre será, según todas las fuentes consultadas, “clave” para definir la actividad durante los próximos meses. “Si el sell out de noviembre es bueno, haremos que continúe la rueda, pero si es malo volveremos a pararlo todo”, señala un directivo.