Entorno

La crisis del Mar Rojo asusta a la moda para el inicio de la campaña primavera-verano

Tras la escalada de la tensión en el canal de Suez durante los últimos días, el comercio marítimo se enfrenta a la mayor crisis tras las disrupciones derivadas de la pandemia, que podría provocar retrasos, precios altos e incrementos de los fletes.

La crisis del Mar Rojo asusta a la moda para el inicio de la campaña primavera-verano
La crisis del Mar Rojo asusta a la moda para el inicio de la campaña primavera-verano
Los principales grupos de moda del mundo están adelantando sus compras para protegerse ante los retrasos provocados por el cambio de rutas de las navieras.

C. Sanchis/ P. Riaño

10 ene 2024 - 05:00

La moda se apresura a adelantar sus compras para blindar el inicio de la temporada primavera-verano. Aunque la mayoría de grandes grupos ya ha comenzado a introducir en tienda la colección, la entrada grande está prevista para entre marzo y abril, por lo que se verá afectada, con toda seguridad, por la crisis del Mar Rojo, que se agudizará con la llegada del Año Nuevo chino.

 

Aunque diferentes operadores del sector insisten en que la situación es completamente distinta a la de 2021 y 2022, los tiempos de entrega se están alargando entre dos y tres semanas y los precios se han disparado ya un 173%, según datos de Bloomberg. Además, el Índice de Fletes de Carga Contenerizada de Shanghái (Scfi por sus siglas en inglés) se ha elevado un 161% desde el 15 de diciembre.

 

La crisis del Mar Rojo afecta a aquellos operadores con alta dependencia de China en sus compras. En el contexto del conflicto entre Israel y Hamás (iniciado el pasado 7 de octubre), los rebeldes yemeníes Huhti (aliados de Hamás) han atacado a buques mercantes que se dirigen al canal de Suez para mostrar su solidaridad con el pueblo palestino, lo que ha hecho que muchas navieras hayan cesado su paso por esta ruta redirigiendo el camino.

 

Durante estos días, las navieras han tardado en comunicar a las marcas la situación y, sobre todo, en desvelar qué rutas estaban tomando. La última en hacerlo ha sido, de hecho, Maersk, que gestiona alrededor del 90% de comercio mundial.

 

De toda la mercancía en tránsito, algunas navieras ya han confirmado que no asumirán el riesgo y han cambiado de ruta para rodear el continente africano (por el Cabo de Buena Esperanza), lo que implicará retrasos de entre 10 y 15 días sobre la fecha de entrega inicial, y llegadas en algunos casos a puertos distintos del inicial, explican fuentes del sector.

 

 

 

 

Los operadores del sector destacan que habrá otros problemas derivados de esta situación, como el aumento de los precios o incrementos en los fletes (que se han disparado un 160% desde el 15 de diciembre), entre otros. Esto se produce en un momento clave para el sector ya que se están incrementando las importaciones desde China con el objetivo de cubrir las vacaciones del Año Nuevo Chino durante los primeros días de febrero, cuando se paraliza la mayor parte de la actividad industrial.

 

“Todo lo que esté ya en el barco está asegurado, lo que entre en próximos días tiene su entrega comprometida”, explica un ejecutivo del sector. Los principales grupos de moda del mundo están adelantando sus compras para protegerse ante los retrasos provocados por el cambio de rutas de las navieras. “Ante la distorsión, tienes que intentar adelantar todo lo que puedas”, agrega.

 

La clave para la mayoría de las fuentes consultadas es qué sucederá tras el Año nuevo chino. Si se mantiene el conflicto, que previsiblemente lo hará, las navieras mantendrán el desvío de sus rutas, de manera que los lead times continuarán siendo más largos y los precios serán más altos.

 

 

En sus previsiones de compras, los grandes grupos están descontando ya esta situación, “jugando con nuevos tiempos y precios más altos”, según otro directivo de sector. El nuevo escenario provocará, así, un recorte del margen, aunque en ningún caso tan alto como los de 2022. “En 2022 llegamos a pagar entre cuatro o cinco veces más que ahora, que ya estábamos casi en precios prepandemia”, explica.

 

¿Qué opciones tiene la moda para evitar la ruta marítima y mantener los lead times? Cualquiera de las que se plantea supone un encarecimiento de los costes. En primer lugar, la opción terrestre, apostando por el tren o el camión para el transporte de los contenedores. En segundo lugar, la ruta aérea, que se utilizó durante la pandemia pero que dispara los costes de manera desmesurada. En tercer lugar, Sea&Air, es decir, una combinación de transporte marítimo y avión.

 

 

 

 

Otra compañía española con producción en Asia asegura que ya preparan “alternativas y contingencias a las rutas principales”, con la idea de evitar grandes consecuencias. En 2021, tras la paralización del mundo por la pandemia del Covid-19, la cadena de suministro de la moda se rompió.

 

La paralización de las fábricas por las sucesivas olas de coronavirus, la escalada de precios de los contenedores, los cuellos de botella en los puertos y la subida de precios de las materias primas fueron el cóctel de elementos que colapsó la supply de la moda.

 

La situación actual, según diferentes expertos, es completamente diferente y es “coyuntural”. Tras la pandemia, la demanda de transporte marítimo se disparó de golpe, con grupos que llegaron incluso a sobrestockarse ante posibles nuevas paralizaciones. Esta “hiperreacción” provocó un caos en la operativa de las navieras y en la reutilización de los equipos, de manera que la oferta cayó.

 

Sin embargo, la confirmación de que EEUU enviará fuerzas militares a la zona para asegurar el Comercio Internacional podría variar la posición de alguna de las navieras, aunque por el momento no hay confirmación sobre este punto.