Entorno

José Monzonís, trayectoria política para liderar el Observatorio textil

Monzonís divide su trayectoria en tres fases: una década en multinacionales de industria química, ingeniería y energía; otra en la administración pública, en posiciones de economía, industria y energía, y otra más en el sector de las organizaciones empresariales.

José Monzonís, trayectoria política para liderar el Observatorio textil
José Monzonís, trayectoria política para liderar el Observatorio textil
A principios de 2022 José Monzonís fue propuesto para liderar el Observatorio textil, moda y calzado.

Iria P. Gestal

15 jul 2022 - 05:00

José Monzonís habla con la soltura de quien se dedicó durante años a la política, y sólo pone dos matices a la entrevista: su cargo en el Observatorio textil, moda y calzado, donde por ahora es, recalca, asesor, “apoyando a la junta directiva”, y su edad, que prefiere no compartir.

 

Lee la Revista Modaes 43

El último tren del diseño español

Sólo para suscriptores premium

 

 

Nacido en Onda (Castellón) y formado en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Monzonís ha tenido, dice, “una trayectoria lineal” que divide en tres tercios: una década en multinacionales de industria química, ingeniería y energía; otra en la administración pública, en posiciones de economía, industria y energía, y otra más en el sector de las organizaciones empresariales, la mayoría vinculadas al negocio de la moda.

 

Su primer contacto con el sector llegó en 2015, cuando un empresario del calzado, que había sido compañero suyo en el Instituto de Empresa y cuyo nombre prefiere no revelar, le propuso para la presidencia de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice). Tras salir de la patronal en 2020, se incorporó a la recién creada Federación Hábitat de España, que engloba asociaciones de textil hogar, iluminación, mobiliario o grifería. A principios de 2022, fue propuesto para liderar el nuevo Observatorio textil, moda y calzado, que nació de una unión histórica del sector con el objetivo de captar fondos europeos.

 

Pero su carrera comenzó muy lejos de la moda, en la industria química, donde fue director de proyectos de inversión en Ube Industrias. Más tarde, dio el salto a Acciona, donde fue director de operaciones en España del área de generación térmica renovable y responsable de desarrollo internacional de la misma área.

 

 

 

 

En todas las etapas hay siempre momentos dulces y otros mucho más complejos, incluso, a veces, algunos de cierto parón, que coinciden a menudo con los ciclos recesivos”, sostiene el ejecutivo, que recuerda con especial cariño cuando, antes del estallido de la crisis, lideró en Acciona inversiones de más de 1.200 millones de euros y el spin off de la división de energía. También fue en la industria química y de la energía donde tuvo su primer contacto con las organizaciones empresariales.

 

“De aquella etapa aprendí que las grandes empresas tienen que participar de las organizaciones no sólo con recursos económicos, sino también con recursos técnicos, humanos y conocimiento; hay que ser capaz de alinear los intereses de todos”, asegura Monzonís alaba la implicación de grandes grupos como Inditex, Mango o Tendam en el Observatorio. “Uno de los grandes problemas que tenemos es que necesitamos muchas más empresas medianas, de cien millones de euros de facturación, porque son las que sirven de puente entre las grandes y pequeñas y son un ejemplo para la gran masa de pymes a las que los grandes operadores les quedan demasiado lejos”, propone.

 

Después dio el salto a la administración pública: de la mano del Partido Popular ocupó varios puestos de responsabilidad en la Generalitat Valenciana, incluyendo la viceconserjería de Economía, Industria y Energía, donde de nuevo estuvo en contacto con el entorno patronal.

 

Monzonís reconoce que la política “tiene muy mala fama”, pero matiza: “no la tenía hace veinte años y espero que no la tenga dentro de unos años; porque la mala fama de la política ha ido acompañada de un ciclo económico durísimo, y cuando baja el agua del río es cuando se ven las piedras”.  De aquella etapa en el sector público conserva hoy la lección, subraya, de que “el camino más rápido no es necesariamente siempre la línea recta, sobre todo cuando tienes que poner en común intereses no necesariamente coincidentes”.