Geopolítica, costes y recuperación: los retos ‘macro’ del nuevo curso
Arranca un curso marcado, de nuevo, por la incertidumbre y la duda de cuántas de las tendencias de los últimos meses se consolidarán. Este es el escenario del próximo curso.
1 sep 2021 - 04:54
Con muchos frentes abiertos y todavía demasiadas incertidumbres. Así es el escenario macroeconómico en el nuevo curso que arranca ahora, y cuya evolución será fundamental para la plena recuperación de la industria de la moda tras el golpe de la pandemia. Agitación geopolítica, escaladas de costes y un comercio exterior todavía al ralentí son algunos de los grandes retos macro a los que se enfrenta el sector en la recta final del año.
1. Objetivo: la recuperación
La gran incógnita del próximo curso es cómo evolucionará la recuperación económica post-Covid y, particularmente, el consumo privado, después de un primer semestre en que los datos estaban todavía adulterados por la baja base comparable y la denominada demanda cautiva. Pasado ese efecto (y sin un referente comparable en la historia), el futuro del consumo privado es incierto y cuenta con vientos en contra como una potencial inflación, la expansión de nuevas variantes del virus que motiven nuevas restricciones y, sobre todo, el impacto de la pandemia en el empleo y el poder adquisitivo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) precisa en su último informe que el motor del consumo está siendo hasta ahora la acumulación de ahorro durante la pandemia. En este sentido, apunta a una “acumulación de ahorros en lugares con tasas de ahorro familiar prepandémicas relativamente más bajas, lo que afectará al gasto impulsivo inmediato”.
2. China, nuevo ciclo todavía sin ‘cero Covid’
China encara el nuevo curso tras contener el brote de Covid-19 más extenso geográficamente desde el estallido de la pandemia en Wuhan. El país, donde la vacunación avanza a buen ritmo, teme el rápido avance de la variante Delta y, como en la primera ola, vuelve a imponer fuertes restricciones, incluyendo el cierre de los puertos de mercancías más importantes del mundo. El gigante asiático tiene que compaginar este desafío con la amenaza de una desaceleración de su crecimiento económico y con el inicio de un nuevo plan quinquenal que pasa por reforzar el control de la economía, especialmente en las áreas relacionadas con la tecnología. Por último, su relación con Estados Unidos y los equilibrios geopolíticos dentro y fuera de Asia Pacífico son otros de los frentes abiertos para el país.
3. Presión de costes en la cadena de valor
Otro factor que está condicionando la recuperación económica tras el golpe del Covid-19 son las amenazas de inflación. La primera mitad del año ha estado marcada por fuerzas inflacionistas a lo largo de toda la cadena de valor, con precios de materias primas, transporte y energía en máximos históricos. Buena parte de esas subidas se deben a disrupciones que todavía se arrastran por las restricciones del Covid-19, pero los analistas alertan ya del peligro de que los precios se desconecten de los fundamentales económicos.
4. Más inestabilidad en Oriente Próximo
El lunes por la noche, justo cuando expiraba el plazo fijado por Joe Biden, Estados Unidos culminó la retirada de sus tropas de Afganistán tras veinte años en el país y dejándolo en manos de los talibanes. La salida suma todavía más inestabilidad a la región de Oriente Próximo, en la que Irak está reivindicando ahora un rol de mediador. En este sentido, el pasado fin de semana se celebró en Bagdag la Conferencia de Cooperación y Asociación regional, en la que el ministro de Exteriores iraní y su homólogo saudí, enemigos declarados, se sentaron a la misma mesa. El encuentro fue alabado por la Unión Europea.
5. Oleada electoral
El curso arranca también con una nueva oleada electoral. Noruega, Rusia, Canadá y, a final de mes, Alemania, acudirán a las urnas. De ellos, quizás los más relevantes tanto políticamente como para la moda española son los comicios germanos, que marcan el inicio de la era post-Merkel tras dieciséis años de dominio conservador liderado por la canciller. Los sondeos apuntan a una batalla reñida que complicará la formación de Gobierno en la mayor economía europea.
6. Recuperar músculo exterior
A diferencia de la anterior crisis económica, la moda española no puede hoy contar con el negocio exterior para salvar la recuperación. Las exportaciones sufrieron el año pasado un duro golpe, con un descenso del 18,5%, y en lo que va de 2021 no han recuperado todavía los niveles previos al Covid-19. Además, este será el primer año en que podrá medirse ya el impacto del Brexit en las ventas españolas en Reino Unido, tradicionalmente uno de los mayores mercados para el sector. Entre enero y agosto, Polonia ha superado al mercado británico como el quinto mayor cliente de la moda española.
7. ¿Ha tocado techo el ecommerce?
El crecimiento del comercio electrónico fue la única nota positiva en el comercio de moda en el año de la pandemia. Ahora, reabiertas las tiendas y con mínimas restricciones al comercio físico, la gran incógnita será cuánto de ese incremento del online se consolidará y cómo será el equilibrio omnicanal en esta nueva etapa post-Covid. En 2020, las ventas a través de Internet coparon el 19,4% de las ventas de moda en España y ganó 2,7 millones de clientes, según datos del Informe de la Moda Online en España.
8. Se busca inquilino
Si el online ha sido el gran ganador del último año, el high street ha sido el más perjudicado. Sin turistas, sin commuters y con los retailers acelerando sus planes de ajuste de tiendas, las principales calles comerciales del mundo han disparado su disponibilidad. Mientras, el auge del teletrabajo y las limitaciones a la movilidad han dado nuevas alas a formatos como los parques de medianas o las calles secundarias. Está por ver ahora cómo se quedará el mapa del retail, hasta cuándo se ajustarán las rentas y qué recorrido tendrán fórmulas como la renta variable o la vinculación del alquiler a las ventas online.
9. Volver a vender
Con presiones a lo largo de toda la cadena de valor, un escenario geopolítico complejo y elevada incertidumbre, el gran desafío al que se enfrenta la moda en el curso que ahora arranca es quizás el mismo que tenía antes de la crisis: volver a arañar cuota en los presupuestos familiares. El sector fue el más golpeado por todos los cambios que ha traído la pandemia (con permiso de algunas categorías como el deporte) y está por ver si, como ocurrió en la Gran Recesión, se quedará también descolgado en la reapertura.