Entorno

Estados Unidos prohíbe las importaciones de algodón de Xinjiang

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza argumenta que quiere “combatir los trabajos forzados” en la zona, de la que Estados Unidos restringió algunas importaciones en diciembre.

Modaes

14 ene 2021 - 15:28

Estados Unidos prohíbe las importaciones de algodón de Xinjiang

 

 

El algodón de Xinjiang no podrá entrar en territorio estadounidense. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha prohibido todas las importaciones de algodón de la región noroccidental de Xinjiang, donde la minoría musulmana uigur está fuertemente perseguida y reprimida por el Gobierno de Pekín.

 

La prohibición se basa en “información que indica razonablemente el uso de trabajos de detenidos o personas en prisión y de trabajo forzoso”, así como a otras violaciones de derechos humanos, según la Oficina de Aduanas.

 

Ya el pasado diciembre, Estados Unidos había restringido algunas importaciones de la región, donde existen lo que numerosas asociaciones de derechos humanos han descrito como campos de concentración. Pekín ha insistido siempre en que se trata de “campamentos de reeducación”.

 

La región de Xinjiang copa el 20% de la producción mundial de algodón. Una parte termina en fábricas textiles y de confección chinas, por lo que para las empresas de moda que se aprovisionan en el país a menudo es difícil rastrear el origen de la materia prima.

 

 

 

 

Esta prohibición redefinirá cómo la industria de la ropa, desde Amazon a Nike, pasando por Zara, se aprovisiona”, ha asegurado Scott Nova, director del Workers Rights Consortium. “Cualquier marca global que no ha salido ya de Xinjiang se enfrenta a un desastre legal y reputacional”, continúa.

 

El Workers Rights Consortium estima que las marcas de Estados Unidos importan cada año más de 1.500 millones de prendas de ropa que emplean materiales procedentes de Xinjiang, lo que representa más de 20.000 millones de dólares en ventas.

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha reclamado en varias ocasiones a China que libere a los uigures de estos campos, que pueden acoger, según las estimaciones de la entidad, “entre decenas de miles y un millón de personas”.