Entorno

El ‘tic tac’ de los estibadores: tensión en la ‘supply’ a días de la posesión de Trump

El sindicato estadounidense de estibadores y la patronal, que representa a empresas como el gigante Maersk, han alcanzado un preacuerdo para el convenio del sector, tras superar el conflicto de la automatización de los puertos.

El ‘tic tac’ de los estibadores: tensión en la ‘supply’ a días de la posesión de Trump
El ‘tic tac’ de los estibadores: tensión en la ‘supply’ a días de la posesión de Trump

Celia Oliveras

13 ene 2025 - 05:00

A pocos días de que finalice oficialmente el convenio actual, y con un margen de apenas diez antes de que Donald Trump protagonice su segunda toma de poder como presidente de Estados Unidos, estibadores estadounidenses y patronal alcanzan un acuerdo. Los puertos estadounidenses que van del estado de Maine al de Texas, parecen haber evitado en el último momento una huelga indefinida de sus trabajadores, permitiendo a importadores, exportadores y operadores logísticos respirar por primera vez en más de cuatro meses.

 

“Es un acuerdo win-win, que permitirá la creación de puestos de trabajo, apoyará los consumidores y comercios estadounidenses y, en última instancia, mantiene a la economía del país como un hub clave para el comercio global”. Con este anuncio, patronal y sindicatos anunciaron el viernes que ambas partes habían llegado a un preacuerdo. La patronal, la Alianza Marítima de Estados Unidos (Usmx), fue más allá, y agradeció en un comunicado la importancia del liderazgo de Trump durante todo el proceso. “En nombre de todos nuestros miembros, deseamos trabajar con el presidente Trump y su administración”, reza el texto de la patronal. 

 

Los detalles del preacuerdo entre ambas organizaciones no se han dado a conocer, aunque establece la posibilidad de introducir automatizaciones en los puertos, el mayor punto de desacuerdo entre la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), el sindicato que reúne a los más de 45.000 estibadores, y la Usmx. “El acuerdo protege los actuales puestos de la ILA, a la vez que establece un marco que permitirá la implementación de tecnologías”, aseguran ambas partes.

 

 

Con este anuncio, la huelga convocada para el 15 de enero quedaría oficialmente cancelada, aunque tanto la Usmx como la ILA deben revisar y aprobar definitivamente el nuevo convenio. Los puertos de la costa este y del golfo de Estados Unidos controlan más del 60% del volumen de contenedores de todo el país y tienen un papel clave en el comercio internacional, por lo que un paro en las instalaciones se sentiría en toda la cadena de suministro global.

 

Cuatro meses de tensión

En octubre, sindicatos y patronales comenzaron las primeras conversaciones de un nuevo convenio, con la vista puesta en el 15 de enero, fecha en la que el texto actual que establece las condiciones de los estibadores de la costa este y el golfo del país perderá su efecto. La ILA reúne a gran parte de los trabajadores de un sector conocido tanto por su capacidad de presión como por importancia en el funcionamiento del comercio mundial.

 

Los salarios se convirtieron en el primer obstáculo a superar. El sindicato reclamó un aumento salarial de hasta el 77% en un plazo de seis años (la duración del convenio), apelando al incremento de los beneficios que lograron las empresas durante la pandemia. La patronal, la Alianza Marítima de Estados Unidos (Usmx), respondió con una contraoferta de un alza del 50%.

 

La imposibilidad de llegar a un acuerdo derivó en un primer paro, el primero del sector en medio siglo, a principios de octubre y que duró un total de tres días. Sectores como la moda siguieron de cerca la huelga, con el miedo a que pusiera en peligro una cadena de valor ya tensionada por la crisis del Mar Rojo. Aunque las principales compañías de moda, como Mango o Inditex, utilizan el avión para transportar sus prendas a Estados Unidos, un aumento implica la posibilidad de que se dispare el precio de los fletes aéreos. Otras empresas como Primark, además, sí que utilizan el barco como método de transporte al continente.

 

 

Finalmente, ambas entidades pactaron una subida salarial del 61,5% de los salarios, lo que supone un incremento medio de los salarios de 39 dólares la hora hasta 63 dólares para 2030. Este acuerdo, sin embargo, no contemplaba todos los puntos del convenio, y la automoción se convirtió en el punto caliente de las conversaciones, que se paralizaron en noviembre.

 

El presidente de la ILA, Harold Dagget, aseguró que el sindicato no aceptaría ningún acuerdo que contemple la introducción de estas herramientas, al considerarlas una amenaza para los puestos de trabajo. “Ha habido mucha discusión relacionada con la automatización en los puertos de los Estados Unidos -añadió Trump en redes sociales-; la cantidad de dinero ahorrado no compensa el daño que esta puede causar a los trabajadores estadounidenses, en este caso, nuestros estibadores”.

 

La inminente llegada de Trump al poder, junto con las declaraciones a favor de los trabajadores portuarios, impulsaron que ambas partes se reunieran en una nueva mesa de negociación el 7 de enero, que en apenas tres días ha derivado un potencial convenio.

 

Estancamiento y alza de precios

La amenaza de huelga, junto con los anuncios de Trump de incrementar los aranceles comerciales tras su llegada al poder, han derivado en un aumento de los buques que transitan los puertos estadounidenses.

 

Según datos de la plataforma Everstream Analytics, en las semanas previas a Navidad el número de barcos en los puertos del este del país aumentó un 10% interanual. Antes de la primera huelga de los estibadores, esta cifra llegó a aumentar otro 15% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

 

Los fletes de los contenedores marítimos, además, han ido en aumento. Según los datos de Xeneta, desde la semana del 14 de diciembre el precio de un contenedor medio se incrementó un 26%, hasta los 6.800 dólares. Las navieras como Maersk, además, representadas en la Usmx, estaban implantando cargas extras a sus clientes que enviaran su mercancía a los puertos estadounidenses.