Entorno

El textil español ‘saca pecho’ ante Europa en Ontinyent

La convención de Euratex, la patronal europea de la industria europea del textil y la confección, puso ayer sobre la mesa los retos del sector en el presente y en el futuro, pero sobre todo, sirvió para volver a colocar en el mapa al textil español.

Silvia Riera/ Ontinyent (Valencia)

25 oct 2018 - 04:54

El textil español ‘saca pecho’ ante Europa en Ontinyent

 

 

“Este es un día histórico para el textil español”. Así de contundente fue Cándid Penalba, presidente del Consejo Intertextil Español (CIE), en la sesión de apertura de la séptima convención de la patronal europea del textil y la confección, Euratex, que ayer se celebró en la localidad valenciana de Ontinyent. El encuentro, que tuvo lugar por primera vez en España, sirvió para que la industria local sacara pecho frente a sus colegas europeos y volviera a situar la industria del país en el mapa.

 

El sector reunió en Ontinyent a más de 200 representantes de la industria textil y de la confección de toda Europa, además de miembros del Parlamento europeo y de la Comisión europea. Después de la jornada de ayer, los miembros del lobby europeo alargarán su encuentro en Valencia durante una jornada más, en la que tienen previstas reuniones de trabajo.

 

La de ayer fue una cita más distendida, a la que acudió el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. El máximo representante político de la Comunidad Valenciana se expresó en la misma línea que Penalba. Puig inició su intervención asegurando que se había reunido en Ontinyent, uno de los núcleos de tradición textil en la región, una industria que todo el mundo daba por terminada y que ha demostrado tener futuro. 

 

 

 

 

El presidente autonómico reivindicó una política industrial europea. “De la misma manera que en Europa hay una PAC, una política agraria común, debería tener una PIC, una política industrial común, porque no hay país avanzado sin una industria potente”, afirmó el político.

 

Por parte del Gobierno español, participó el director general de Comercio Internacional e Inversiones, José Luis Káiser, quien apuntó que este es un sector “de gran importancia estratégica en España, con importante imagen exterior y estratégico para la creación de empleo”. Káiser señaló que, si bien ahora el sector está compuesto por unas 20.000 empresas en España, debe recuperar la envergadura que perdió durante los años de crisis.

 

También desde el ámbito político, la europarlamentaria Inmaculada Rodríguez señaló que el textil y su capacidad de reinvención y de innovación debe ser ejemplo para otras industrias que ahora se enfrentan al cambio. “Hoy es un sector estratégico para otras cadenas de valor más allá de la moda, como la de los Airbus, aquí ya se trabaja en economía circular y ya se elabora materia prima con plásticos del océano”, señaló la diputada europea.

 

 

 

 

Pero más allá de reivindicar que en Valencia y, en España, a través de las diferencias ponencias fueron poniéndose sobre la mesa los diferentes retos a los que se enfrenta el sector. En este sentido, el presidente de Euratex, el alemán Klaus Huneke, apuntó al talento, la digitalización y la sostenibilidad. En este sentido, Huneke señaló el peso estratégico de los clústers y los centros tecnológicos en los que se apoya un tejido industrial compuesto sobre todo por pymes.

 

Participó también en el encuentro el consejero delegado de Tendam, Jaume Miquel. El directivo, lejos de abordar los problemas de la industria, centró su charla en torno a la transformación del retail en un intento por tender puentes entre los dos universos.

 

Y mientras transcurrían las conferencias, en el exterior del recinto CCOO convocó a unos 2.000 manifestantes (según el mismo sindicato) en protesta por el actual convenio sectorial, que se firmó el pasado septiembre. La Guardia Civil, no obstante, prohibió el acceso de la manifestación de CCOO al lugar de la convención.

 

Varios autocares partieron desde diferentes puntos del país hasta la localidad de Ontinyent. Durante toda la mañana, desde el interior de la finca donde se desarrollaba el encuentro se escuchó un helicóptero que seguía los movimientos de los manifestantes. Con la llegada del presidente del Gobierno valenciano, los manifestantes se hicieron oír con el ruido de petardos.