Entorno

El Taco de Trump, o por qué la moda debe esperar a mover su ‘sourcing’

El vaivén de la política comercial del presidente estadounidense ha dado lugar a una estretagia de mercado arriesgada. La moda, sin embargo, parece resistirse a aplicarla y cada anuncio de Trump tiene un efecto sobre el sector.

El Taco de Trump, o por qué la moda debe esperar a mover su ‘sourcing’
El Taco de Trump, o por qué la moda debe esperar a mover su ‘sourcing’
La nueva táctica que se ha extendido por el sector financiero estadounidense se conoce como Taco (Trump Always Chickens Out).

Celia Oliveras Castillo

La volatilidad que acompaña a los anuncios arancelarios de Donald Trump ha generado una nueva estrategia bursátil y comercial. El presidente de Estados Unidos cumple su primer semestre al frente de la Casa Blanca, suficiente para que los mercados se acostumbren a los vaivenes que acompañan sus medidas e, incluso, haber conseguido sacar beneficio de estos. La moda, sin embargo, parece todavía resistirse a este camino. ¿Deberían Inditex, H&M o LVMH confiar en la marcha atrás que ha caracterizado a muchas de las decisiones de Trump y esperar a mover su sourcing?

 

La nueva táctica que se ha extendido por el sector financiero estadounidense se conoce como Taco (Trump Always Chickens Out). La expresión, utilizada por primera vez por el periodista del Financial Times Robert Armstrong, se traduce literalmente como Trump siempre se raja o Trump se echa para atrás, en referencia a la retirada que lleva a cabo el presidente estadounidense de muchas de las políticas anunciadas tras comprobar sus perniciosos efectos.

 

El gran ejemplo de este patrón son los aranceles recíprocos comunicados el 2 de abril, en el Liberation Day, y que provovaron que Wall Street registrara su peor caída desde marzo de 2020. Pocos días después, sin embargo, el mandatario volvió a protagonizar todas las portadas internacional, al anunciar una pausa de tres meses en su aplicación, y provocando que la bolsa estadounidense rebotara con suficiente fuerza como para recuperar gran parte de las pérdidas iniciales.  

 

 

 

 

El Taco Trade se basa en un primer anuncio presidencialista, como la imposición de aranceles sobre un sector en concreto, lo que provoca caidas en las acciones de las principales empresas del sector. Es entonces cuando los inversores se lanzan a comprar esos títulos a un precio más bajo del que acostumbran a situarse, y esperan. La principal variable de esta estrategia se fundamenta en que, tras un tiempo indeterminado, Trump se eche atrás y suavice o retrase la medida, lo que hace que se recupere el precio de las acciones y los inversores puedan venderlas y extraer una plusvalía elevada.

 

Por el momento, esta estrategia se ha mantenido en el cerco de los mercados financieros y es el miedo, en cambio, lo que ha dominado gran parte de las estrategias empresariales hasta el momento en la mayoría de los sectores económicos, entre ellos, la moda.

 

Con una cadena de valor fragmentada por todo el mundo y muy dependiente de China, y a la vez con Estados Unidos como principal mercado de consumo, la moda es una de las grandes afectadas por los aranceles. Las empresas, por lo tanto, han hecho oídos sordos al Taco Trade por el momento y las reacciones del sector son casi inmediatas a los anuncios del presidente.

 

Una de las primeras empresas que anunciaron una reorganización de su cadena de suministro al calor de los aranceles fue H&M. El grupo sueco, número dos mundial de la gran distribución de moda, explicó a finales de marzo que “buscaría diferentes formas para mitigar el impacto”, flexibilizando su cadena de suministro a otros mercados con menor impacto arancelario.

 

 

 

 

Entre el grupo de compañías que han anunciado una estrategia similar destacan especialmente las compañías estadounidenses. La compañía de calzado Steve Madden fue una de las primeras en hacer pública su estrategia, ya a finales de febrero y antes incluso de que se conocieran las medidas exactas previstas por Trump. En concreto, la empresa anunció que prevé reducir a un 40% su sourcing del gigante asiático, frente al 70% que suponía el año anterior.

 

En la misma línea han anunciado sus estrategias Ralph Lauren, que está trabajando por no concentrar más de un 20% de su producción en ningún país, según infrormó el director financiero Justin Picicci hace unos días. Mientras tanto, incluso Shein, el gigante asiático que trabaja a partir de una extensa red de proveedores en el país, también anunció en febrero sus planes para mover parte de esta estrctura a otros hubs de producción del continente asiático.

 

Por el momento, de hecho, los gigantes españoles son de los pocos que se han abstenido a seguir el mismo plan de acción. El consejero delegado del gigante gallego, Óscar García Maceiras, hizo pública en marzo su confianza en la resiliencia de Inditex. “Estamos acostumbrados a regímenes arancelarios muy distintos y tenemos una gran diversificación de mercados de origen de producción, formatos y canales de venta, además de una enorme flexibilidad”, aseguró el directivo en la presentación de resultados anuales.

 

Tambén Puig y Mango han descartado la opción, por el momento, de reorganizar su sourcing. También en el marco de la presentación de su ejercicio completo, la empresa catalana de moda aseguró mantener su estrategia respecto al mercado estadounidense. “Nosotros miramos al mercado estadounidense con luces largas”, señaló Daniel López, director de expansión de Mango. Puig, por su parte, descartó la idea de enviar un excedente de stock al país ante los posibles aranceles.