Entorno

El Scrap del calzado busca 500.000 euros para arrancar y persigue una normativa propia

Los impulsores del Scrap pretenden que la normativa respecto a la responsabilidad ampliada del productor distinga el textil del calzado argumentando que, si bien puede haber sinergias en la recogida, la revalorización es muy diferente.

El Scrap del calzado busca 500.000 euros para arrancar y persigue una normativa propia
El Scrap del calzado busca 500.000 euros para arrancar y persigue una normativa propia
El Scrap del calzado reclama que la normativa distinga los regímenes de responsabilidad ampliada del calzado y el textil.

I. P. G.

28 feb 2023 - 05:00

El Scrap del calzado busca apoyos para echar a andar. La asociación, impulsada por nueve compañías del sector, quiere levantar hasta 500.000 euros para constituir una oficina y comenzar a trabajar en el desarrollo de la cadena de recogida, separado y reciclaje de los zapatos usados. Además, la entidad está ya en conversaciones con la administración con el objetivo de hacer lobby para que el calzado cuente con su regulación específica dentro de los regímenes de responsabilidad ampliada del productor, todavía por decidir.

 

“Estamos a la espera del decreto ley, pero pensamos que no va a haber una obligatoriedad de contribución hasta 2024”, apunta Rafa Reolid, director de Gerescal, la sociedad constituida para el Scrap.

 

La Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular avanza que, en el plazo de tres años desde su entrada en vigor, el Ministerio para la Transición Ecológica deberá desarrollar regímenes de responsabilidad ampliada del productor para los textiles, muebles y enseres, y los plásticos de uso agrario no envases, pero no hace alusión directa al calzado.

 

 

 

 

En enero, siete compañías de moda constituyeron su propio Scrap, denominado Asociación para la Gestión del Residuo Textil, que gestionará la recogida y reciclado de residuos tanto textiles como de calzado. Los impulsores fueron Inditex, Decathlon, H&M, Ikea, Kiabi, Mango y Tendam.

 

Desde el sector del calzado reclaman que los Scraps sean separados y específicos de cada sector. “En la recogida se pueden generar sinergias, pero tratar de revalorizarlo no tiene absolutamente nada que ver”, relata Reolid.

 

Mientras que una prenda es, por lo general, monoproducto (aunque puede estar compuesta de varias fibras y tener fornituras), el calzado está compuesto de entre diez y quince piezas de diferentes materiales. “Se necesita una tecnología muy especializada para poder gestionarlo”, insiste Reolid.

 

 

 

 

El Scrap del calzado echará a andar buscando adheridos voluntarios que permitan financiar el arranque del proyecto, con un objetivo de captar entre 250.000 euros y 500.000 euros. El objetivo es sumar empresas que ponen calzado en el mercado por primera vez, fabricantes con marca propia e importadores.

 

El segundo paso será buscar recolectores, empezando por ONG y asociaciones de gestores de residuos en los municipios, y finalmente abordar la fase del reciclado. “La reutilización es muy difícil: hemos hablado con operadores dedicados a la venta de segunda mano y de lo que les llega no pueden recuperar ni un 2%; en ropa llega al 70%”, relata el ejecutivo.

 

El reciclaje tampoco es sencillo, porque todavía no existe una tecnología que permia separar el corte del piso automáticamente. Por el momento, la asociación está haciendo pruebas con procesos de triturado del calzado completo.

 

La Asociación para la Gestión de Residuos del Calzado (Gerescal), constituida como una sociedad sin ánimo de lucro, está formada por Pikolinos, Pabloski, Mascaró, Gioseppo, Unisa, Wonders, Mustang, Zahonero y Pons Quintana, nueve de las mayores compañías del sector en el país, y presidida por Rosana Perán, vicepresidenta de Pikolinos y presidenta de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice).