El lino amplía horizontes: ya representa el 10% de las marcas ‘premium’
Con 116.000 toneladas anuales, Europa es líder global en el cultivo de fibra de lino. El tejido, en el pasado vinculado a prendas sostenibles o de colecciones veraniegas, se abre camino en el lujo y quiere cambiar su imagen.


En el pasado asociado únicamente a prendas veraniegas o productos de carácter sostenible, el lino eleva hoy su posicionamiento como materia prima para marcas de alta gama y se aleja de los estereotipos ecológicos y de las tonalidades neutras. La trazabilidad y adaptabilidad de este material lo convierten en uno de los tejidos al alza en las colecciones de moda. Aunque sólo representa el 0,5% de la producción global de fibras textiles, Europa es una potencia en el cultivo de esta materia prima.
Con 185.000 hectáreas de terreno cultivadas en Europa el año pasado, el mercado francés lidera la producción del continente al representar el 87% del actual espacio de cultivo. En la última década, entre 2014 y 2024, la superficie agrícola dedicada al lino en el continente ha crecido un 128%, apunta la Alliance for European Flax-Linen & Hemp.
Sólo Francia, Bélgica y Países Bajos representan tres cuartas partes de la producción mundial del material, convirtiendo al oeste de Europa en líder internacional en el cultivo de la fibra de lino. De las 116.000 toneladas producidas el pasado año, más de 100.000 lo hicieron en Francia.
Por su parte, China es el principal país exportador de hilo de lino (con un volumen que supera las 25.000 toneladas) e importador, al superar 635 millones de dólares en sus importaciones de 2023. No obstante, la creciente demanda de materia prima en la industria textil global también cuenta con mercados como India y Bélgica como protagonistas. Según datos de Verified Market Reports, el mercado global del lino podría superar los 5.000 millones de dólares en 2030.
“La percepción generalizada del lino es, por el momento, más importante que su peso económico”, explica la directora general de Alliance for European Flax-Linen & Hemp, Marie-Emmanuelle Belzung, poniendo en valor la materia prima gracias a la proximidad de su producción y a su transformación mecánica. Aunque el lino representa actualmente menos del 0,5% de la producción global de fibras textiles, para la responsable, su potencial en la moda es “inmenso”.
Según detalla la portavoz, esta fibra con más de 36.000 años de historia no ha de limitarse a la percepción tradicional vinculada a las vestimentas religiosas o populares y el trabajo del sector; hoy en día, se concentra en dar a conocer sus ventajas y hacer pedagogía sobre sus posibles usos. Actualmente, el 60% de la producción del material se destina a moda y accesorios, mientras que el 30% se dedica a la decoración o textiles de hogar y el 10% restante se orienta a aplicaciones en usos diversos.
“El lino es un material de virtudes fundamentales: es termorregulador, su origen es europeo y su versatilidad multiplica las posibilidades de uso y creativas”, sostiene la fundadora y consejera delegada de Tagwalk, Alexandra Van Houtte, citando el caso de múltiples diseños de pasarela del exdirector creativo de Bottega Veneta, Matthieu Blazy.
Tal y como recoge un reciente estudio de su compañía, presentado en los grandes almacenes parisinos BHV coincidiendo con el comienzo de la exposición Les Grands Gestes du Lin (que reúne a más de 900 productos de lino de un centenar de marcas), la fibra textil evoluciona como una de las alternativas al alza entre las marcas de alta gama. Si según un análisis de Kea & Partners el lino ya está presente en el 10% de la oferta de las marcas premium o alta gama asequible, Tagwalk recoge que el tejido ya representa hasta el 5% de las colecciones de las firmas de lujo (tras el análisis de las sesenta marcas más influyentes de las semanas de la moda).
El 60% del lino producido se destina a la fabricación de prendas y accesorios de moda
“El lino ha pasado a estar presente en la oferta de marcas de todo tipo de posicionamiento siendo una materia prima cada vez más apreciada por las marcas”, recoge el análisis, indicando que la versatilidad creativa y sus características sostenibles son dos de los atractivos que buscan desde empresas de gran distribución como Inditex hasta firmas de lujo elevado como Loro Piana, Giorgio Armani, Loewe o Zegna.
Más allá del posicionamiento de precios, el estudio identifica igualmente una evolución en la tipología de producto. Aunque alrededor de la mitad del lino presente en las colecciones analizadas (un 50% en las femeninas y un 54% en las masculinas) se emplea para prendas de sastrería ligera, la fibra cobra protagonismo en creaciones de costura, vestidos de evento o de estilo bohemio, así como en blusas o piezas estructuradas.
Tradicionalmente asociado a las colecciones primaverales y estivales, el estudio subraya un aumento del uso del material en las prendas de la temporada de otoño-invierno, explorando su hibridación con tejidos como el algodón y la lana para la concepción, principalmente de abrigos o chaquetas. Asimismo, una paleta de color intensa se abre camino, con intensos tonos fucsia o naranja, que contrasta con los beige y tonos tierra más frecuentes en el pasado y pone de relieve la capacidad de absorción de los tintes intensos por parte del material.
“Nuestro objetivo es dar a conocer el savoir-faire del lino europeo, su creatividad y sensibilizar sobre sus propiedades sostenibles para acelerar la toma de conciencia colectiva”, concluye la directora de márketing de Alliance. Para promover la trazabilidad del material, desde 1993, la organización textil que agrupa a 10.000 empresas europeas ha creado dos certificaciones: Masters of Linen, que garantiza que todas las etapas de cultivo y transformación de la fibra son realizadas en Europa, y Masters of Flax Fibre, que reconoce los estándares de las prácticas agrícolas.