El CIE reclama que se incluya el textil en las ayudas del Gobierno por la crisis energética

El textil se queja. El Consejo Intertextil Español (CIE) ha reclamado que se incluya la industria textil entre las que recibirán ayudas especiales ante la crisis energética por ser de utilización intensiva de gas. La organización ha expresado “incomprensible” que el textil no se haya visto incluido en este grupo por el Gobierno.

La patronal ha señalado que el textil ya estuvo incluido en esta lista en el anterior decreto 11/2022, de fecha 22 de junio de 2022. Estas ayudas “son imprescindibles y necesarias” para la industria textil, ha explicado el CIE. “Vamos a solicitar que se incluya al subsector de acabados textiles como sector gas intensive y pueda verse beneficiado por las ayudas propuestas”, ha declarado Pepe Serna, presidente de la patronal desde el pasado noviembre.

La organización ha explicado que la industria textil en España se compone de 3.591 empresas que generan una cifra de negocio anual de 6.046 millones de euros y emplean a cerca de 46.642 personas. El subsector de acabados textiles, por su parte, abarca a cerca de 4.500 puestos de trabajo e ingresa anualmente seiscientos millones de euros.

“Vamos a solicitar que se incluya al subsector de acabados textiles como sector gas intensivo”, ha explicado Pepe Serna, presidente del CIE

“Esta medida puede tener unos efectos devastadores en la cadena de valor de toda la industria textil española, afectando también a los productores de moda y confección, ya que todos los productos textiles pasan en diferentes procesos de acabados”, ha descrito el CIE, añadiendo que las consecuencias “van a ser graves”.

“Las empresas han tenido una afectación en los costes inasumible, no pueden absorber la repercusión tan directa en un plazo tan corto”, desarrolló Serna. La organización también ha señalado que la industria textil española ha reducido su consumo de gas un 37% en el último año con el objetivo de recortar costes.

Euratex, la patronal europea de textil, también reclamó en septiembre de 2022 ayudas a Bruselas para encarar los altos precios de la energía. La organización declaró que “Europa se está quedando sin tiempo para salvar a su propia industria”, pidiendo un paquete de medidas comunes para la industria. “Si en Europa el tope del precio está por encima de los cien euros por megavatio a la hora, las empresas podrían llegar a colapsar”, sentenciaron.