Entorno

De Stern a Potsdam, la factura del cambio climático

Liderado por la doctora Leonie Wenz, un equipo de investigadores del Potsdam Institute ha concluido que la economía mundial se encogerá un 19% en el horizonte de cara a 2049 por los daños provocados a causa del cambio climático.

De Stern a Potsdam, la factura del cambio climático
De Stern a Potsdam, la factura del cambio climático

Christian De Angelis

“El cambio climático constituye una amenaza contra los elementos básicos de la vida humana en distintas partes del mundo: acceso a suministro de agua, producción de alimentos, salud, uso de las tierras y medioambiente”. Esta afirmación, admitida como una realidad por prácticamente todo el mundo, era totalmente novedosa hace sólo veinte años. El 30 de octubre de 2006, por primera vez en la historia se le pusieron cifras al cambio climático. Esa fue la fecha de publicación del conocido como Informe Stern, un documento elaborado por Nicholas Stern que se convirtió en un hito histórico no sólo por sus afirmaciones, sino por ser la primera vez en que un informe de estas características se encargaba a un economista en lugar de a un climatólogo.

 

 

Revista Modaes número 52

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A petición del Gobierno británico, entre las conclusiones del Informe Stern figuraba que sería necesaria una inversión equivalente al 1% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial para mitigar los efectos del cambio climático. Además, de no realizarse dicha inversión (que más tarde se elevó al 2%), el mundo correría el riesgo de perder de forma permanente un mínimo del 5% del PIB mundial, un porcentaje que podría llegar al 20%.

 

Cuando están a punto de cumplirse dos décadas de la publicación del Informe Stern, una nueva investigación actualiza las cifras el impacto del cambio climático. Un equipo de investigadores del Potsdam Institute for Climate Impact Research ha concluido que la economía mundial corre el riesgo de encogerse hasta un 19% en el horizonte 2049 como consecuencia de los daños provocados por el cambio climático.

 

Es decir, considerando un PIB mundial de 105 billones de dólares en 2023, en los próximos veinticinco años el mundo habría perdido casi veinte billones de dólares de su riqueza por efecto del cambio climático.

 

 

 

 

Liderado por la investigadora Leonie Wenz (con una larga trayectoria en el estudio de la relación entre la economía y el cambio climático), el grupo de trabajo del Postdam Institute ha publicado el paper The economic commitment of climate change en 2024, que fue recogido por la revista Nature el pasado abril.

 

La investigación utiliza datos empíricos recientes de más de 1.600 regiones de todo el mundo durante los últimos cuarenta años para proyectar daños subnacionales. “Utilizamos los recientes avances en econometría climática que aportan pruebas de los efectos sobre el crecimiento económico subnacional de numerosos componentes de la distribución de la temperatura y las precipitaciones diarias”, señalan los investigadores.

 

“Utilizando un enfoque empírico que proporciona un límite inferior robusto sobre la persistencia de los impactos en el crecimiento económico, encontramos que la economía mundial se dirige a una reducción de ingresos del 19% en los próximos 26 años, independientemente de las futuras opciones de emisiones”, señala la investigación.

 

 

 

 

Según el documento, los datos se derivan principalmente de los cambios de temperatura media, pero el informe apunta que si se tienen en cuenta otras variables climáticas las estimaciones se elevan en un 50% adicional. De hecho, según las proyecciones de la investigación, la factura aumenta a medida que avanzan los años y las pérdidas económicas serán un 60% mayores al llegar 2100.

 

“Comparamos los daños a los que se compromete el mundo en los próximos 25 años con las estimaciones de los costes de mitigación necesarios para alcanzar el Acuerdo sobre el Clima de París”, dice el informe liderado por Leonie Wenz. “La mediana de los daños climáticos comprometidos es mayor que la mediana de los costes de mitigación en 2050 (seis billones en dólares internacionales de 2005) por un factor de aproximadamente seis”, concluyen. Y aclaran: “nuestra simple comparación de sus magnitudes deja claro que, en realidad, los daños ya son considerablemente mayores que los costes de mitigación”.

 

 

 

Las pérdidas económicas serán generalizadas en todas las regiones del mundo, “excepto en las de latitudes muy altas, en las que las reducciones de la variabilidad de la temperatura aportan beneficios”. “Las mayores pérdidas se producen en latitudes más bajas, en regiones con menores emisiones históricas acumuladas y menores ingresos actuales”, destaca la investigación liderada por Leonie Wenz, que pone en evidencia que las regiones que menos han contribuido al cambio climático serán las que más sufran.

 

Aunque el informe no incorpora datos específicos para cada país, sí que emplea datos de acceso público con los que se puede calcular el impacto por países y regiones. España será, de hecho, uno de los países más afectados de Europa, con una reducción de la renta media per cápita que podría llegar al 17,8% en comparación con un escenario sin cambio climático, frente al 15% de Italia, el 13% de Francia, el 11,1% de Alemania o el 11,2% de Estados Unidos. Entre los países menos afectados figuran Noruega (1,4%) y Mongolia (1,1%) y entre los más afectados, Mauritania (26,4%) o Sudán (26,2%).

 

 

 

 

“Las proyecciones de los daños macroeconómicos causados por el futuro cambio climático son cruciales para fundamentar los debates públicos y políticos sobre adaptación, mitigación y justicia climática”, señalan los investigadores, que insisten en que “la adaptación contra los impactos climáticos debe justificarse y planificarse sobre la base de la comprensión de su magnitud y distribución espacial futuras”. La medición también es importante para “los principales agentes sociales, incluidos los gobiernos, los bancos centrales y las empresas privadas, que cada vez exigen más la inclusión de los riesgos climáticos en sus previsiones macroeconómicas para facilitar la toma de decisiones adaptativas”.

 

 

Otros informes miden también el impacto económico del cambio climático. En 2024, la Universidad de Cornell y la gestora de activos Schroders han publicado una investigación que concluye que Bangladesh, Camboya, Pakistán y Vietnam, que acumulan el alrededor del 20% de las exportaciones mundiales de moda, podrían perder hasta 65.890 millones de dólares en exportaciones para 2030 debido a las altas temperaturas e inundaciones en la región de Asia Pacífico. Continuarán creciendo en términos nominales, pero sus ingresos por exportaciones se irán reduciendo proporcionalmente hasta ganar un 22% menos en 2030.