Entorno

China sacrifica el textil para ganarse el estatus de economía de mercado

S. Riera

18 abr 2016 - 04:56

 

China da un paso más para entrar en la liga del libre mercado. A pesar de ser uno de los mayores jugadores del mundo en riqueza, crecimiento, industria y consumo, el gigante asiático le falta obtener el estatus de economía de mercado por parte de la Organización Mundial de Comercio (OMC). La eliminación de las ayudas a la exportación de siete sectores económicos, entre ellos el textil, la confección y el calzado, le da un empujón para dejar atrás la categoría de economía intervenida.

 

Washington y Pekín sellaron el pasado jueves un principio de acuerdo por el cual el Gobierno chino abandona la política de otorgar ayudas a las empresas que exportan. Este pacto se produce un año después de que Estados Unidos denunciara ante la OMC este tipo de prácticas por considerarlas ilegales.

 

De hecho, la erradicación de las subvenciones públicas a la industria textil de China fue durante mucho tiempo el caballo de batalla de este sector tanto en Europa como en Estados Unidos por considerar que distorsionaba el mercado dando ventaja competitiva a China en el precio.

 

 

Expertos consultados por Modaes.es señalan que esta decisión debe verse en el marco de la apuesta del Gobierno chino por obtener el estatus de economía de libre mercado. Sin embargo, para tener esta distinción, la OMC exige una serie de condiciones, entre las cuales, erradicar prácticas proteccionistas y de dumping. China apoyó gran parte de su crecimiento en el impulso de sus exportaciones gracias a los bajos precios de sus mercancías, que contribuyeron a eliminar competidores y conquistar cuota de mercado.

 

China busca así sumar apoyos dentro de la OMC para ser economía de mercado, que le otorgaría una serie de privilegios dentro de la organización de los que ahora, como economía pública, carece. En este caso, el Gobierno de Pekín ha sacrificado ante Estados Unidos las ayudas a las exportaciones al textil, la confección y el calzado, a los que ha dejado de apoyar en los dos últimos planes quinquenales. Desde 2011, el país asiático evidencia un giro en su política industrial hacia sectores más sofisticados y de mayor valor añadido, dejando a un lado aquellos más intensivos en mano de obra y de márgenes más bajos.

 

Leve impacto

En las industrias del textil, la confección y el calzado, China es el principal productor y exportador mundial, guardando amplia distancia con sus principales competidores. La entrada del país en la OMC en 2001 en plena ola de deslocalización industrial y a las puertas del fin del Acuerdo Multifibras, en 2005, disparó el crecimiento de estos tres sectores en el país. Ahora, quince años después, el fin de las ayudas a la exportación de China apenas tendrá impacto en estas tres industrias en Europa y, en concreto, en España.

 

 

“El daño a la industria de aquí ya se ha hecho y las empresas que continúan son las ya se han adaptado al escenario actual”, asegura el presidente del Consejo Intertextil Español (CIE), Alejandro Laquidain, a Modaes.es. “Las empresas del textil en España ya han hecho los deberes y han salido al exterior”, apunta el empresario.

 

Según Laquidain, a pesar de esta medida, los precios de China continuarán siendo bajos y afirma que “no habrá grandes sorpresas” para las empresas españolas del textil en este sentido. El presidente de la patronal subraya que existen ya nuevos actores que compiten en precio, como Bangladesh, Vietnam, Camboya o algunas regiones en África, pero que, aun así, China cuenta con más elementos difíciles de extrapolar.

 

La industria europea del calzado había sido una de las grandes detractoras de esta práctica del Gobierno chino. La presión que ejerció el sector en 2005 ante la Comisión Europea forzó a que se aprobaran alzas arancelarias a las importaciones europeas de ciertas categorías de calzado para contrarrestar el dumping. En la actualidad, aquella medida está en entredicho. Una sentencia del Tribunal de la Justicia Europea, dictada el pasado febrero, veía irregularidades en la normativa antidumping del calzado y consideraba que los órganos de gobierno de la Unión Europea no habían respetado ciertas reglas de procedimiento al aplicarla.

 

 

El presidente de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice), José Monzonís, afirma que es muy temprano aún para hacer una valoración, pero cree que en todo caso la eliminación de ayudas a la exportación siempre es positiva para hacer más efectivos los mecanismos reguladores del libre mercado.

 

La industria española del calzado hace más de dos décadas que abandonó el precio como vector estratégico para focalizarse en la creación de marca. En este sentido, el presidente de la organización empresarial del sector asegura que no tendrá repercusión. Sin embargo, Monzonís señala que esta decisión de China sí podría tener impacto en la cadena de suministro y dar mayor ventaja competitiva a otros países del sudeste asiático, a los que se ha trasladado la producción de calzado en los últimos años.

 

De la misma opinión es Juan Canals, su homólogo al frente de la Agrupación Española del Género de Punto (Aegp), quien explica que gran parte de las inversiones fabriles en el textil del sudeste asiático o algunas regiones África son realizadas por los mismos empresarios chinos que deslocalizan su producción en busca de costes productivos más bajos. Canals también considera que esta medida tampoco tendrá ya ninguna repercusión sobre la industria española del sector. “Las empresas de aquí ya hace tiempo que realizan un producto que no compite en costes”, señala.

 

Por otro lado, los expertos concluyen que, a pesar de eliminar las ayudas a las exportaciones, el Gobierno chino mantiene aún toda una batería de medidas a favor de las empresas que, aunque menos visibles, también contribuyen a la distorsión de los mercados, como las ayudas regionales y locales, las facilidades de crédito e incluso créditos no retornables, o la subvenciones en los costes energéticos, entre otras.