Entorno

2017, el año en que China sentó las bases de una ‘nueva era’

China quiere dejar atrás su era como fábrica del mundo para impulsar su economía en base a la tecnología, los servicios y un liderazgo global.

Silvia Riera

21 dic 2017 - 04:53

2017, el año en que China sentó las bases de una ‘nueva era’

 

 

China, punto de inflexión. La celeridad con la que se suceden los acontecimientos en el gigante asiático ha provocado que en poco menos de una década, el país haya pasado de ser el mayor hub industrial low cost del mundo a querer liderar el crecimiento mundial. En octubre, el presidente del país, Xi Jinping, expuso en el decimonoveno congreso del Partido Comunista las directrices políticas del país para los próximos años.

 

En el ámbito económico e industrial, las nuevas líneas de actuación se centrarán en frenar la sobrecapacidad industrial, la desigualdad social, la contaminación y la corrupción. Xi hizo hincapié en el inicio de una nueva etapa para construir un “país socialista moderno”, gobernado con firmeza pero abierto al mundo. El dirigente se ha marcado como objetivo convertir China en una potencia global en 2050.

 

Entre las directrices económicas, el mandatario subrayó que el Ejecutivo relajará la entrada a los mercados para la inversión extranjera, ampliará el acceso a su sector servicios y acentuará la reforma de su sistema financiero y monetario. Por otro lado, el Gobierno continuará reforzando las empresas estatales.

 

 

 

 

El escenario para esta nueva era en el desarrollo de la economía china es el adecuado. La última proyección del Banco Popular de China para la segunda mitad del año, realizada en octubre, fijaba el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del país en el 7%, una décima por encima del avance registrado en los seis primeros meses.

 

Una de las principales razones que explica la aceleración del crecimiento económico chino en la segunda mitad del año es la buena evolución del consumo de los hogares. De cumplirse las expectativas del máximo órgano financiero, el PIB del país cerraría el año con un crecimiento del 6,95%, por encima de las previsiones iniciales, que se sitúan entre el 6,5% y el 6,7%.

 

La distribución en el gigante asiático está dando un vuelco de 180 grados. La rapidez con la que el país ha asumido y ha liderado la transformación del retail ha provocado que el comercio al por menor se haya volcado en la Red sin llegarse a desarrollar con plenitud en el offline. De hecho, en el último informe Global Retail Development Index, de A.T. Kearney, India le ha arrebatado este año a China la primera posición entre las naciones con un mayor atractivo para los retailers internacionales. China continúa manteniéndose como un mercado atractivo para el comercio minorista, sobre todo en el ecommerce, que copa ya el 14% de las ventas totales en el país.

 

 

 

 

Nuevo impulso de la moda española

China ha vuelto a colocarse en los planes de expansión de las compañías españolas de moda. Las exportaciones del sector volvieron a recuperar impulso en 2017. Entre enero y septiembre, las ventas españolas del sector al gigante asiático ascendieron un 11,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Entre enero y septiembre, la moda española exportó a China por valor de 467,2 millones de euros. El mercado chino se mantiene en la décima posición entre los principales destinos del sector y es su primero en Asia.

 

El país asiático ha sido precisamente donde Inditex ha puesto en marcha más tiendas en el último año, con un total de 18. A cierre del primer semestre, el grupo gallego contaba con 638 establecimientos en el mercado chino. China se mantiene como el segundo territorio con un mayor número de tiendas de la empresa, sólo superado por España. Mango, en cambio, continuó en 2016 con la reestructuración de su negocio en el país y siguió cerrando tiendas. Desigual y Grupo Cortefiel tampoco tienen por ahora el mercado chino en su radar.

 

Otras compañías españolas de menor tamaño, como Grupo Hergar, propietario de Callaghan, ha dejado en stand by su expansión en el país. Por el contrario, hay empresas que continúan apostando por él, como las infantiles Cóndor, Bóboli, Pisamonas o Tutto Piccolo. Las dos primeras aterrizaron en el país de la mano de Alibaba mientras que la valenciana lo hace junto a Synutra, un gigante local de la leche infantil. Uno de 50, Magrit o Gioseppo también han iniciado operaciones.