Ruptura en el CIE: la moda negociará por primera vez dos convenios para 90.000 trabajadores

Juntos pero no revueltos. Por primera vez, el sector textil y el de la confección negociarán por separado con los sindicatos los convenios que rigen las condiciones laborales de cerca de 90.000 trabajadores de la industria de la moda en España.

La Agrupación Española del Género de Punto (Aegp) y la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon) mantienen en firme su decisión de impulsar su propio convenio sectorial, al margen de la industria del textil de cabecera, representada por Texfor. La postura de Aegp y Fedecon puede implicar una reformulación del Consejo Intertextil Español (CIE), en el que ya se ha empezado a trabajar para reestructurarlo, una vez perdida su función más importante hasta la fecha.

Las diferencias que existen entre las industrias del textil de cabecera y de prenda acabada han agudizado la fractura que se produjo entre ellas en la negociación del último convenio sectorial, que se aprobó a principios de junio. El consenso dentro del CIE siempre ha sido un “encaje de bolillos”, según ha calificado el presidente de la Aegp, Joan Canals, la dificultad en alcanzar un acuerdo.

“En el último convenio, la relación entre el textil de cabecera y la prenda acabada se rompió y ahora queremos plantear dos convenios, que den respuesta a la realidad del sector”, ha asegurado el empresario en declaraciones a Modaes.es. Esta decisión puede conllevar una reformulación del CIE tal y como ha sido desde su fundación, en 1978, hasta hoy.

El punto y la confección, que emplean a cerca de 50.000 trabajadores, presionan para que el Consejo Intertextil, el órgano que agrupa a las distintas patronales que representan la cadena de valor del sector, se reestructure para hacerlo más cercano a la realidad industrial del país.

La industria de cabecera (que agrupa a empresas de hilatura, tejeduría y acabados textiles) tiene menos mano de obra, en comparación a las compañías de género de punto y de confección. En el convenio en curso, el principal motivo de discordancia entre ambos polos fue la flexibilidad. El punto y la confección aprobaron a regañadientes una resolución final que no contemplaba sus exigencias en este ámbito.

“La oportunidad de la industria de la moda de reindustrializarse sólo tiene un camino para ser más competitiva: la flexibilidad”, ha afirmado el presidente de Fedecon, Ángel Asensio. El máximo representante de la industria de la confección señala que son un “sector de temporada”, de trabajo intenso sólo durante ocho meses. “Los talleres no pueden soportar el coste de los otros cuatro meses”, ha señalado el empresario. El punto y la confección reclaman cuestiones como la posibilidad de establecer contratos de fijo-discontinuo y contratos por obra en puntas de producción, entre otras.

El presidente del CIE, Alejando Laquidain, ha asegurado que no considera algo descabellado que el segmento de la prenda acabada quiera tener su propio convenio, porque “en otros países funciona”.

El próximo 31 de diciembre expira el convenio sectorial para la industria del textil y la confección, que se aprobó hace poco más de medio año. A pesar de ello, todavía no se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el nuevo marco legal que rige actualmente las cuestiones laborales en las empresas del sector. La publicación del convenio se retrasó por modificaciones de última hora.

Una vez el convenio se publique en el BOE, los sindicatos procederán a denunciarlo y se abrirá de nuevo el periodo de negociación. Ni patronal ni sindicatos quieren avanzar cómo van a llevarse a cabo las conversaciones de los próximos convenios. Por el momento, tal sólo hay mucha voluntad de negociar por parte de los empresarios y de los trabajadores. A pesar de ello, desde las patronales se quiere esperar a las directrices que marca el Gobierno con la nueva reforma laboral.

El convenio vigente se suscribió después de casi dos años y medio de negociaciones, que se intensificaron en los últimos meses, cuando Fedecon y Aegp se negaron a firmar el acuerdo alcanzado entonces entre el CIE y los sindicatos mayoritarios.