Textil Lonia se suma al furor por Londres con CH Carolina Herrera en el ‘prime’ del lujo
El grupo prende su bandera en uno de los ejes más caros de Europa. El próximo flagship de CH Carolina Herrera relevará a Zilli en New Bond Street, flanqueada por Fendi y Alaïa, mientras el West End vive un boom de aperturas.


Textil Lonia afianza su huella en la milla dorada de Londres. La estructura que hoy protege la fachada del número 140 de New Bond Street esconde la enésima transformación del kilómetro de oro londinense. Allí, Sociedad Textil Lonia (STL) ultima el que será su nuevo flagship de CH Carolina Herrera: un proyecto de largo recorrido que lleva varios meses en curso y cuya fecha de estreno aún no ha sido desvelada por la propia marca. Mientras tanto, el West End espera con impaciencia la segunda tienda de la firma en la capital.
El espacio, arrendado hasta 2023 por la marca francesa Zilli, se sitúa en uno de los tramos más codiciados de la vía, flanqueado a mano derecha por Fendi, en el número 141 y, a la izquierda, por Alaïa, ubicada en el139. Esa vecindad explica la presión sobre las rentas ‘prime’ de la zona. Concretamente en Bond Street, los alquileres se dispararon un 20% en 2024, hasta 15.333 euros el metro cuadrado, la cifra más alta de Europa, según Savills. Este repunte colocó a la calle vecina por delante de la Via Monte Napoleone y sólo por detrás de las avenidas más caras de Nueva York.
Las obras, sin embargo, avanzan sin fecha oficial de apertura, según han confirmado a Modaes fuentes de STL. A pesar de los plazos dilatados, este calendario puede resultar habitual en edificios catalogados o instalaciones decimonónicas.
Para la etiqueta fundada por la diseñadora venezolana homónima, el movimiento consolida un eje estratégico. CH Carolina Herrera opera desde 2018 en el 2 de Fulham Road, en Brompton Cross. Además, fuera del casco urbano, la marca gestiona un espacio outlet en Bicester Village, enclave líder en descuentos de lujo que, a día de hoy, recibe más de siete millones de visitantes anuales y roza el 100 % de ocupación.
Textil Lonia reforzará CH Carolina Herrera con una segunda tienda en Londres
La apuesta por un establecimiento ‘prime’ llega en un momento de digestión interna. STL, controlada en 75 % por la familia Domínguez y en 25 % por Puig, cerró su último ejercicio fiscal en febrero de 2025, registrando un beneficio neto de 37,3 millones, un 30 % menos, y una facturación casi plana de 429,9 millones. El grupo atribuyó la ralentización al efecto divisa y a la moderación del consumo de lujo accesible, pero dijo mantener intacto el plan de inversión selectiva en ubicaciones que refuercen valor de marca.
En el Reino Unido, la compañía aspira a convertir New Bond Street en su gran escaparate turístico mientras Fulham Road conserva el cliente residente y Bicester absorbe excedente de stock con márgenes controlados. La combinación, debe permitir a STL defender precios completos sin renunciar al tráfico de ganga del outlet. Ese triángulo de flagship de lujo, boutique de barrio acomodado y canal outlet reproduce el modelo que la empresa ha desplegado en otras capitales y pretende ponerlo a prueba en un Londres tras el Brexit.
Este refuerzo londinense coincide con un West End especialmente activo. Watches of Switzerland inauguró recientemente un flagship de Rolex, con tres plantas dedicadas a la corona suiza, a escasos 200 metros. Asimismo, Savills ha contabilizado un mínimo de dieciocho nuevos contratos de lujo firmados en la zona en los últimos nueve meses, impulsados por la depreciación de la libra y la vuelta del turista de Oriente Medio, cuyo gasto por transacción superó en 2024 los niveles prepandemia.
En 2024, Moncler reformó su tienda para ganar una segunda planta, mientras Loro Piana firmó un contrato récord en Mount Street y Chanel renovó su town-house de Old Bond Street por diez años. El West End, que cerró 2024 con ventas prácticamente planas, registró en diciembre un repunte de 2,8 % interanual gracias al turismo y a la demanda de relojería.
El West End se ha convertido en una de las zonas objeto de deseo en Londres
Ante ese dinamismo, los propietarios han endurecido condiciones, las rentas fijas vuelven a imponerse frente a los alquileres variables pactados durante la pandemia y los periodos de carencia se acortan. No obstante, la mayoría de los acuerdos mantienen cláusulas de escalera para amortiguar la actual volatilidad del tráfico internacional.
Los planes de STL miran más allá del corto plazo. Mientras estructura una red global de 586 puntos de venta, incluidos 354 corners en grandes almacenes, el grupo gallego prioriza negocios patrimoniales que consoliden su etiqueta más internacional. El aterrizaje de CH Carolina Herrera en la milla dorada londinense responde a esa lógica, que el año pasado también la llevó a subir la persiana de varios espacios estratégicos en Portugal.
A diferencia de competidores del segmento premium y de lujo que anuncian aperturas a golpe de campaña, STL mide el impacto de sus iniciativas en discreción. Su manual, pulido en Ourense, es claro: poca deuda, inversión quirúrgica y control férreo del calendario de amortización, el mismo guion que aplica para absorber la caída de márgenes sin recortar dividendos.
En el plano inversor, a comienzos de este mismo año, Sociedad Textil Lonia amplió su cartera con la compra del 100 % de Christian Lacroix al estadounidense Falic Group, antigua propietaria de la maison francesa desde 2005. La operación, cuyo importe no trascendió, devolvió a la icónica marca de alta costura al paraguas de un grupo europeo y complementa el portafolio de STL, que ya gestiona CH Carolina Herrera y Purificación García.
Por su parte, el grupo catalán Puig, dueño desde 1995 de la casa Carolina Herrera (incluida la línea de pasarela que dirige Wes Gordon) y accionista del 25 % de Sociedad Textil Lonia, ha confirmado que la colección primavera-verano 2026 desfilará en de septiembre en Madrid, coincidiendo con fashion week de la capital y reforzando la visibilidad de la marca en su mercado de origen.
El impacto internacional del evento de moda, también debería aumentar en paralelo el interés por la línea lifestyle CH Carolina Herrera. Nacida en 2001, la oferta de la marca propone prêt-à-porter femenino y masculino, marroquinería, calzado, óptica, relojería y hogar bajo licencia mundial de diseño, producción y distribución en manos de STL.