Cambio generacional en Bosanova: los hijos de los fundadores toman el mando
El matrimonio fundador da un paso atrás después de estar al frente de la compañía durante más de veinticinco años. Ahora, sus dos hijos toman el control, con ideas renovadas. El próximo objetivo: ofrecer prendas de ropa.


La compañía catalana de zapatos y complementos Bosanova afronta un proceso de relevo generacional. El matrimonio fundador se retiró el año pasado, y sus dos hijos han tomado las riendas de la compañía, con la idea de diversificar su actividad y lanzarse al competitivo mercado de las prendas de ropa para crecer más allá de las treinta tiendas de complementos que gestiona actualmente.
Bosanova nació en 1985, pero se constituyó como la compañía que es hoy en día en 1997. Originalmente, se concibió como una tienda de bolsos y maletas. Poco tiempo más tarde los fundadores se dieron cuenta de que si no diversificaban el negocio, no podrían hacerlo crecer tanto como esperaban. Fue entonces cuando decidieron empezar a fabricar zapatos, que se convirtieron en el producto estrella de la compañía.
Así lo explica la hija de los fundadores y actual directora general, Miriam Salas, en un vídeo difundido en redes sociales en el que propone “seguir con el espíritu emprendedor” que demostró su padre en su día, y ampliar los productos ofrecidos por la marca.
La nueva generación encargada de liderar Bosanova seguirá los pasos de los fundadores
Aunque todavía no parece más que una reflexión, la directora general ya piensa en expandirse hacia el competitivo mercado de la ropa. Salas estudió publicidad y relaciones públicas en la Universitat Ramon Llull y, recientemente, ha cursado un MBA en Esden Business School.
Bosanova trabaja con marca propia y actualmente cuenta con una treintena de tiendas repartidas por el país, aunque la gran mayoría de ellas se ubican en Cataluña. Fuera, tiene una mínima presencia en Madrid, Valencia y Vitoria. Su plantilla supera las 110 personas.
Bosanova gana menos y dispara su deuda
La cadena catalana de zapatos y complementos facturó 12,05 millones de euros en su último ejercicio publicado en el Registro Mercantil, con datos correspondientes a 2023. Esto es un 6,43% más que en 2022, cuando su cifra de negocio se quedó en 11,30 millones de euros.
La empresa cerró 2023 con un resultado neto de 170.703 euros, un 5% menos que en el ejercicio anterior. En 2021, la compañía estaba en pérdidas. A cierre de 2023, sus fondos propios redujeron casi a la mitad. Si en 2022 superaban los 1,1 millones de euros, en 2023 la compañía contabilizó 601.140 euros.
Por otra parte, la empresa aumentó su deuda un 20% en un año, que supone 5,27 millones de euros, en comparación con los 4,39 millones que debía en 2022. De ellos, una parte considerable, un 36%, se corresponde con la deuda que mantiene con las entidades financieras, de 1,9 millones de euros. En un año, la compañía ha conseguido reducir esta cifra en, aproximadamente, medio millón de euros.
En la memoria del ejercicio anual se recoge, por otra parte, una regularización de las cantidades abonadas a diferentes trabajadores en los últimos años “que no habían sido declaradas, procediendo a declararlas y a cotizar y tributar por las mismas”. Concretamente, la compañía tuvo que tributar a Hacienda por 164.500 euros correspondientes a los ejercicios 2019 a 2023, y abonar a la seguridad social 584.777 euros en concepto de cotizaciones y recargos por los ejercicios de 2020 a 2023.