Polín et moi desembarca en México con Palacio de Hierro y apunta a 12 millones en 2025
La marca española de moda femenina, especializada en venta online, cerró 2024 con 9,2 millones de euros de facturación y proyecta un nuevo crecimiento con su entrada con diez puntos de venta en el mercado latinoamericano.


Polín et moi salta el charco. La empresa española de moda femenina, nacida con el impulso venta online, ha iniciado su expansión física internacional en Latinoamérica con su entrada en Palacio de Hierro, en México. La compañía, fundada por dos hermanos que decidieron seguir la estela profesional de su madre, ha firmado un acuerdo para comenzar a operar en diez puntos de venta del grupo mexicano a partir de julio, con la intención de consolidar una relación a largo plazo.
Mercedes Marrero, socia y referente, es el punto de partida de la historia de la marca de acento parisino. En los ochenta, la emprendedora abrió su primera tienda física multimarca de calzado y textil. A partir de 2015, Polín et moi ha continuado su legado en forma de tradición familiar renovada por el canal digital.
Controlada por Nuria Hernández, consejera delegada, y Víctor Hernández, director financiero, la empresa ha superado su primera década de historia con una firme estrategia centrada en la venta online, que representa actualmente el 85% de su facturación. El ecommerce, motor de crecimiento desde los inicios, según explica el responsable financiero, también ha sido la puerta de entrada para poner a prueba nuevos mercados como México y Estados Unidos.
Polín et moi inició su internacionalización tras la pandemia, en 2022. En la actualidad, el 35% de las ventas del canal digital ya se corresponden con el negocio en mercados internacionales, con Francia, Italia y Portugal como principales países de crecimiento. En ellos, la empresa ha registrado incrementos de facturación a triple dígito. Alemania, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Grecia, Irlanda, Austria o Croacia forman también parte de su mapa exterior, con una facturación conjunta cercana a 3 millones de euros.
En el caso de México, mercado protagonista de la próxima apuesta de la marca, el primer pedido se recibió hace dos años y hoy el país ya se sitúa entre los diez primeros mercados de la empresa por volumen de facturación. Según ha anticipado el dirigente, la expansión en Latinoamérica se consolidará con el nuevo acuerdo con los grandes almacenes Palacio de Hierro.
Polín et moi aspira a elevar su facturación hasta 12 millones de euros en 2025
La compañía cerró 2024 con una facturación de 9,2 millones de euros y prevé alcanzar entre 11 y 12 millones en 2025, tal y como anticipa Hernández, prudente ante los ritmos del mercado. "Somos una empresa muy enfocada a la rentabilidad, no queremos sacrificarla por hacer crecer la facturación", señala el director financiero, avanzando que, en 2023, la compañía registró un resultado bruto de explotación (ebitda) del 10,57%. El resultado de 2024 aún no se ha cerrado.
Con sede en Las Rozas (Madrid) y una plantilla de entre 40 y 45 personas, Polín et moi ha apostado por una estructura ligera, apoyada en servicios externalizados con "pequeños partners de confianza" dedicados a la logística o la tecnología, con un sistema centralizado de stock y una fuerte base en análisis de datos para la toma de decisiones. La compañía revisa mensualmente su nivel de aprovisionamiento y mantiene una rotación constante de producto, con 40 a 50 nuevas referencias disponibles de forma regular.
Emulando un modelo de pronto moda, la producción de la marca está diversificada entre España, Europa y Asia, en función del tipo de prenda y su complejidad. Así, actualmente, la empresa trabaja con una red de 500 proveedores europeos y asiáticos. La filosofía de control define su operativa: “preferimos dejar de vender que tener que malvender”, apunta el ejecutivo, explicando que su objetivo es mantener precios competitivos sin depender de los descuentos.
La marca contempla un crecimiento controlado en el canal físico
Aunque la prioridad sigue siendo el desarrollo digital, la marca ha iniciado en los últimos años una estrategia física basada en testeo prudente. En 2023, abrió un atelier físico en la calle Argensola (Madrid), concebido a medio camino entre el showroom y un espacio de experiencia de marca. La tienda a pie de calle aún está por llegar.
Además, Polín et moi cuenta con un corner propio en El Corte Inglés de Pozuelo, en Madrid, y comercializa su producto al por mayor a través de la red del grupo de grandes almacenes, lo que le permite tener presencia en centros como Plaza Catalunya, Goya, Sorolla, Vigo, El Ejido o Huelva, entre otros.
El canal físico representa actualmente el 4% de la facturación, mientras que el wholesale, que comenzó a desarrollarse en 2021, supone ya un 6% del total y cuenta con una red de 150 puntos de venta, principalmente en pequeñas localidades españolas. El atelier físico, por su parte, concentra el 5% del negocio.
De cara a 2026, la empresa contempla iniciar un plan de aperturas físicas propias en España, con uno a tres establecimientos, sin vocación de despliegue masivo. Para apoyar este desarrollo, la compañía descarta por ahora la entrada de inversores externos, aunque no cierra las puertas como opción futura. “Hemos crecido con recursos propios y con mucha prudencia, aunque se nos han acercado con propuestas en los últimos años -argumenta Hernández-; pero no queremos romper nuestra esencia familiar y sólo nos aliaríamos con un partner adecuado que comparta nuestra visión de negocio".