Le Coq Sportif se juega su futuro: dos bandos y acusaciones de bloqueo en el proceso concursal
La marca olímpica francesa encara la recta final de su concurso con dos ofertas enfrentadas y denuncias de trato desigual. El tribunal de París decidirá el 4 de julio si reabre el caso o falla a favor del empresario Dan Mamane.


Le Coq Sportif, un futuro en vilo. La marca del gallo francés, proveedor oficial del equipo olímpico y paralímpico de París 2024, se juega su futuro esta semana en el tribunal de actividades económicas de París. La empresa, bajo proceso concursal de redressement judiciaire desde noviembre, ha recibido dos ofertas de rescate que reflejan la tensión entre la protección del empleo industrial y el atractivo comercial de una enseña icónica francesa pero deficitaria.
La compañía, participada en un 75% por el grupo suizo Airesis, arrastra pérdidas recurrentes pese a un crecimiento de ventas en el arranque de 2024. En el primer semestre del año pasado, elevó su facturación un 30%, hasta 82 millones de euros, pero mantuvo números rojos con pérdidas de 18 millones. En el ejercicio completo de 2023, Le Coq Sportif facturó 121 millones de euros y perdió 28 millones, reflejando el deterioro de sus márgenes a pesar de su visibilidad creciente gracias al contrato olímpico.
La notoriedad de la marca en Francia sigue siendo muy superior a su cuota real en el mercado mundial del deporte. Sus 300 empleados, incluidos los del taller de Romilly-sur-Seine (cerca de Troyes), representan un activo simbólico que ha atraído la atención de actores públicos y privados, incluido el Ministerio de Economía francés, deseoso de preservar actividad industrial y limitar el coste de las deudas para las arcas locales.
La oferta mejor posicionada proviene del empresario franco-suizo Dan Mamane, conocido por reflotar negocios de consumo tras haber adquirido Conforama Suisse y más recientemente la marca de esquí Ogier. A Mamane se le une Alexandre Fauvet, exdirector general de Fusalp, y podría sumarse Cédric Meston, responsable de Tupperware France. Aunque no han trascendido los detalles económicos, su plan garantizaría el mantenimiento de la plantilla en la sede histórica y contempla asumir parte de las deudas, un factor que inclina la balanza ante la administración concursal.
Le Coq Sportif ha recibido dos ofertas para garantizar su supervivencia
Según fuentes cercanas al proceso, la solidez de Mamane para reestructurar operaciones deficitarias y la estabilidad industrial en la región de Troyes juegan a su favor. El tribunal, que ha retrasado la resolución varias veces, mantiene el 4 de julio como fecha clave para validar o no la propuesta.
La segunda gran candidatura llega de un consorcio compuesto por Neopar, una empresa francesa especializada en reestructuraciones; el grupo estadounidense Iconix, dueño de marcas como Lee Cooper o Umbro; el empresario Xavier Niel; el judoka y medallista olímpico Teddy Riner, además de la familia Camuset, fundadora de Le Coq Sportif y el actual presidente de Airesis, Marc-Henri Beausire.
Este bloque se comprometió a inyectar 60 millones de euros de manera inmediata, repartidos en 51% por Neopar, 22,5% por Iconix y 26,5% de otros inversores. Sin embargo, su plan quedó arrinconado, según denuncian, por decisión de los administradores judiciales. En una carta de cinco páginas enviada el 26 de junio al presidente del tribunal y a la fiscalía de París, sus abogados califican el proceso de viciado y piden reabrir los debates, según ha publicado la agencia AFP.
En su escrito, el despacho August Debouzy asegura que su proyecto fue presentado en plazo y forma, pero se vio deliberadamente debilitado y excluido de facto del análisis, a favor de la oferta de Mamane, a la que describen como “el plan preferido de los administradores” desde las primeras semanas del concurso.
En el mercado, la etiqueta francesa se percibe como un activo icónico pero con necesidad urgente de modernizar su red comercial, optimizar costes de fabricación y diversificar geografías más allá de Francia. Para ello, el acceso a socios internacionales y capacidad de inversión serán determinantes, tanto si el tribunal avala a Mamane como si decide relanzar el plan del consorcio de Niel y Riner.
La decisión judicial se conocerá, salvo giro de última hora, este jueves. Si se aprueba la reapertura de los debates, el proceso podría prolongarse varias semanas más, con nuevas audiencias para valorar las condiciones de empleo y el impacto en las finanzas locales. Mientras tanto, los 300 empleados de Romilly-sur-Seine y el ecosistema textil del Aube permanecen en vilo ante el futuro de uno de los iconos más queridos del deporte francés.