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La francesa Jennyfer, parcialmente rescatada por Celio y el grupo Beaumanoir

Tras haber sido declarada en liquidación judicial, la compañía francesa de moda ha sido finalmente salvada de la desaparición por dos empresas del sector, que mantendrán un tercio de los empleos y parte del parque de tiendas.

La francesa Jennyfer, parcialmente rescatada por Celio y el grupo Beaumanoir
La francesa Jennyfer, parcialmente rescatada por Celio y el grupo Beaumanoir
El grupo Beaumanoir relanzará Jennyfer de forma parcial.

Modaes

Jennyfer vuelve, en cierta medida, a la vida. La marca francesa de moda juvenil ha sido parcialmente adquirida por el también francés grupo Beaumanoir tras haber sido declarada en liquidación judicial a finales de abril, en un nuevo intento por preservar lo que queda de un nombre emblemático del prêt-à-porter adolescente. La operación permitirá salvar 350 empleos de los más de mil que estaban en juego y mantener 26 puntos de venta considerados estratégicos.

 

“Estoy convencido de que sólo las adquisiciones por parte de grupos sólidos, con un ecosistema coherente y recursos adecuados, pueden tener éxito”, ha declarado Roland Beaumanoir, presidente del grupo bretón, que ya ha llevado a cabo rescates anteriores como La Halle, Caroll, Sarenza o Boardriders en Francia (Quiksilver, Roxy, Billabong). Con esta nueva integración, el grupo suma cerca de 5.000 empleos salvados en sucesivas adquisiciones.

 

Fundada en 1984 y rebautizada fugazmente como Don’t Call Me Jennyfer en un intento de relanzamiento, la marca había tratado de reinventarse sin éxito en varias ocasiones. En 2023, fue declarada en liquidación por primera vez debido al aumento de costes e inflación. Tras una reestructuración de plantilla, una nueva identidad de marca y un plan de inversión de 15 millones de euros, Jennyfer no logró sin embargo revertir la situación. El pasado abril, el tribunal de comercio de Bobigny ordenó su liquidación, constatando el fracaso de todos los intentos previos de recuperación.

 

A mediados de 2024, la cadena contaba con 220 tiendas en Francia y 80 en el extranjero, principalmente en Bélgica.  La facturación anual de la compañía era cercana a 250 millones de euros. Sin embargo, su modelo económico se volvió insostenible ante el descenso del poder adquisitivo, el alza de costes logísticos y una competencia internacional cada vez más agresiva, impactada por el desembargo de actores de bajo coste como Shein.

 

 

 

 

La nueva estrategia del grupo pasa por desplegar progresivamente el nombre Jennyfer a través de su ecommerce Sarenza y, más adelante, integrar colecciones cápsula en los establecimientos físicos del grupo. La idea, según precisa el comunicado, es “conquistar una clientela más joven, complementaria a las marcas actuales del portafolio Beaumanoir”, que incluye Bonobo, Cache Cache, Bréal y Caroll.

 

La operación ha sido realizada junto a Celio, que ha asumido, por su parte, el control de siete tiendas adicionales y 47 empleados, reconvirtiendo los puntos de venta en nuevos espacios dobles, que combinan moda masculina Celio y moda femenina Be Camaïeu. Entre ambas compañías, la inversión supera los 2 millones de euros.

 

La adquisición de Jennyfer no es un caso aislado. En el último año, otras cadenas francesas como Naf Naf y André también han vuelto a ser colocadas bajo administración judicial, acumulando tres procedimientos en apenas cinco años.

 

El sindicato CGT ha denunciado, sin embargo, la insuficiencia de la operación: “Más de 600 trabajadores se quedarán sin empleo mañana mismo”, ha lamentado la organización sindical, que reclama una reforma legislativa que impida el vaciado de empresas vía montajes financieros.