Alexandre Vauthier, última baja creativa en la moda francesa: abandona su propia ‘maison’
El diseñador couturier se desvincula de su firma homónima, fundada por él mismo hace dieciséis años y actualmente controlada por el grupo estadounidense Revolve. Su adiós se suma a la lista de relevos en las grandes casas de moda.


La moda sigue con su particular juego de sillas. Y ningún diseñador parece a salvo de la vorágine que sacude a la industria. Incluso los creativos al frente del diseño de sus propias marcas también son susceptibles de despedirse de sus proyectos personales. A la despedida de Dries Van Noten de la primera línea del diseño de su marca homónima propiedad de Puig hace tan sólo unos meses, se suma ahora la del modisto francés Alexandre Vauthier. El emblemático creativo de costura habría abandonado su propia marca, según apuntan varias fuentes de la industria, después de que el grupo estadounidense Revolve adquiriera la casa parisina en situación concursal.
Formado en las filas de firmas de costureros de renombre como Thierry Mugler y Jean Paul Gaultier, Alexandre Vauthier es un diseñador graduado en Esmod que lanzó su propio proyecto en 2009 y recibió la codiciada etiqueta de casa de Alta Costura, solo otorgada por la federación que protege el patrimonio de moda francés, cuatro años más tarde.
Desde entonces, Vauthier se ha consolidado como uno de los nombres indispensables del calendario de la Haute Couture, además de ser uno de los más célebres diseñadores de grandes eventos y alfombras rojas. Su estilo sofisticado, a medio camino entre el glam de los ochenta y las femme fatale hollywoodienses, ha construido una marca de identidad exuberante y reconocible, que cuenta con una completa oferta de costura a medida, prêt-à-porter, accesorios y calzado. El pasado enero, la marca fetiche de la primera dama francesa Brigitte Macron o la cantante Beyoncé presentó un desfile fuera del calendario oficial de la costura.
Su adiós llega en un contexto agitado en el que numerosos diseñadores, en los últimos meses, han cedido el testigo en sus marcas o han sido relevados. En el caso de firmas que también presentan colecciones de Alta Costura, destaca la marcha de Pierpaolo Piccioli de Valentino, recientemente sustituido por Alessandro Michele, o la salida de Demna de Balenciaga sin que su relevo haya aún sido anunciado. John Galliano, por su parte, abandonó igualmente Maison Margiela hace unos meses y la primera colección bajo la dirección creativa de Glenn Martens está aún por llegar.
Alexandre Vauthier se suma a los vuelcos creativos en las casas de costura, siguiendo la estela de Balenciaga y Valentino
El caso de Vauthier es aún, si cabe, más particular. Su maison se encuentra en pleno proceso de reestructuración, por lo que su salida se anuncia más compleja y significativa. Algo similar le ocurrió al ex Loewe, Bruno Sialelli cuando abandonó Lanvin, relanzada por el grupo chino ICCF, en 2023.
La firma independiente Alexandre Vauthier entró en dificultades a causa de los impagos y del complejo contexto tras la pandemia. A finales de 2023, la marca entró en concurso de acreedores en el Tribunal de Comercio de París. En junio de un año más tarde, la compañía estadounidense Revolve, que ya comercializaba la marca desde hacía años, adquirió la empresa francesa por 500.000 dólares, según fuentes de la industria, en una operación que incluyó también la promesa de una inversión adicional de seis millones de euros para su relanzamiento.
Aunque el acuerdo con la corte francesa permitía a Vauthier conservar hasta un 20% del capital y ciertos derechos de voto en la nueva sociedad, registrada bajo el nombre L.A. Rive Droite, el control de la propiedad intelectual pasó a manos del grupo estadounidense. La salida del diseñador se habría producido en los últimos meses, después del lanzamiento de la nueva etapa bajo la marca Vauthier Paris, sin mención explícita al creador y con una identidad visual y estratégica renovadas.
La compañía estadounidense Revolve cerró el pasado ejercicio con un crecimiento de su facturación del 6% hasta 1.129 millones de dólares; mientras que su resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 69,5 millones de dólares.