Empresa

Victoria cumple cien años en la ‘cresta de la moda’ con ventas de 25 millones de euros

S. Riera

9 feb 2015 - 04:43

 

Las zapatillas Victoria cumplen cien años. La marca, que vistió a toda una generación de adolescentes entre las décadas de los setenta y los ochenta, se relanzó con éxito hace unos años recuperando el esplendor de antaño. Las zapatillas de esparto con las que la marca echó a andar en 1915 se han convertido hoy un negocio de moda, que cerró 2014 con una cifra de negocio de 25 millones de euros.

 

En la España de los ochenta, Victoria vivió un auténtico boom. En aquella época, “las ventas de este modelo se multiplicaron hasta un 400%”, explican desde Calzados Nuevo Mileno, el actual propietario de la marca. La empresa no da cifras de las ventas de entonces, pero a mediados del 2000, en pleno retorno de la estética de veinte años atrás, una nueva generación de adolescentes ha vuelto a encumbrar el icónico modelo.

 

La fuerza con la que ha regresado Victoria ha traspasado incluso las fronteras. La marca ha empezado a distribuirse en todo el mundo y, en la actualidad, sus principales mercados internacionales son Francia, Italia, Portugal, Alemania, Reino Unido, Japón o Corea del Sur, entre otros. Las ventas internacionales de la enseña ganan peso en la cuenta de resultados de la marca y representan ya el 50% de su facturación.

 

Por otro lado, Victoria ha dado sus primeros pasos en el retail en el último año. La marca ha abierto en 2014 sus primeros pop-up stores en Londres y en Bangkok (Tailandia) y tiene previsto continuar con esta misma estrategia a lo largo de este año.

 

Los orígenes de Victoria se remontan a 1915, cuando su fundador, Gregorio Jiménez, puso a la fábrica de alpargatas el nombre de su mujer. La compañía inició su andadura en la pequeña localidad riojana de Cervera del Río Alhama, situada en una región de fuerte tradición de fabricación de calzado. Más adelante, la fábrica se trasladó a Logroño.

 

Durante casi medio siglo, Victoria realizó zapatillas de esparto. No fue hasta 1950 cuando sus propietarios decidieron introducir la técnica del vulcanizado a la producción y desarrollaron el modelo Inglesa, que es el que con el tiempo acabó imponiéndose. “Su creación fue una revolución, ya que en la época no era habitual poner cáñamo a las zapatillas de caucho”, aseguran desde Calzados Nuevo Mileno.

 

Tras vivir su época dorada entre finales de los setenta y principios de los ochenta, Victoria simplemente pasó de moda. De la misma manera que ocurrió con muchas otras marcas españolas de calzado, la llegada de los grandes operadores internacionales barrió del mercado las zapatillas Victoria.

 

Los noventa fueron una década en blanco para la marca. En 1990, y como consecuencia de la caída de las ventas, la fábrica se vio abocada al cierre. La tercera generación de la familia Jiménez puso punto y aparte a la trayectoria de estas míticas zapatillas. No fue hasta 1999 cuando uno de los antiguos empleados junto a otros tres socios crearon Calzados Nuevo Milenio, compraron la marca.

 

El nuevo propietario, con sede en Calahorra (La Rioja), ha sido el artífice del retorno de  Victoria. La compañía está presidida por Francisco Segura y cuenta con Liborio Jesús Sevilla como consejero delegado. Calzados Nuevo Milenio es propietario también de Wamba, otra de las marcas míticas que creó la familia Jiménez en 1934 y que popularizó gracias también a la suela de caucho. El nivel de penetración de Wamba en ciertas regiones de España fue tal que todavía hoy es habitual en muchos lugares referirse a las deportivas con el genérico bamba.