Uno de 50 acelera en Estados Unidos y ficha una nueva directora para online

Uno de 50 traza su plan pospandemia. La compañía de joyería, controlada por José Azulay, centrará este año sus esfuerzos en mercados clave como Estados Unidos, en mejorar su posicionamiento y en continuar impulsando el canal online, una de las notas positivas que deja la pandemia.

Sin eventos ni reuniones sociales, la joyería ha sido uno de los subsectores de la industria de la moda más penalizado por el Covid-19. Uno de 50 no comunica su cifra de negocio, pero Azulay reconoce que las ventas han caído en 2020 y aplaza hasta 2022 la recuperación.

“Nos ha afectado, como a todos en todo el mundo, pero hemos aprendido a reaccionar y creo que, tras este año de recuperación, volveremos a los niveles de 2019 el año que viene”, explica el directivo, que apunta que las ventas comenzarán a “regularizarse” en el último trimestre de 2021.

Durante el último año, el canal online se ha disparado, hasta copar el 20% de las ventas, aunque Azulay subraya que el negocio de la empresa continúa estando concentrado en el canal físico. “Por mucho que crezca el online, no compensa la caída de ventas”, apunta.

Para seguir desarrollando este canal, la empresa acaba de incorporar a Raquel Ribeiro como nueva directora de ecommerce y digital. La ejecutiva ha fichado por Uno de 50 procedente de Salsa, donde trabajó durante una década.

Uno de 50 trasladará sus oficinas en EEUU y abrirá un nuevo outlet en Miami

Por otro lado, Estados Unidos, que es ya el segundo mayor mercado por facturación para Uno de 50, será de nuevo estratégico este año. La empresa lleva más de una década en el país, donde opera con una filial propia, cincuenta trabajadores y una treintena de tiendas.

Entre sus próximos proyectos se encuentran la apertura de una nueva tienda outlet en Miami, que será “el más importante en el país”, según Azulay. Además, para apoyar su crecimiento, la compañía ha comenzado a buscar una nueva ubicación para sus oficinas, que actualmente se encuentran en el cruce de la Quinta Avenida con la Tercera, en Nueva York.

“Estados Unidos es un mercado muy dinámico -apunta el empresario-; la caída el año pasado fue menor que en el resto del mundo y ahora están saliendo mucho más rápido de la crisis”. A corto plazo, Azulay no descarta que Estados Unidos se convierta en el mayor mercado por ventas para la empresa.

El otro mercado estratégico para la compañía es México, donde opera desde 2019 de la mano del cantante Carlos Rivera. “Tenemos un potencial de desarrollo en el país, y tenemos previsto abrir dos o tres espacios más en El Palacio de Hierro”, señala Azulay.

A escala global, el objetivo prioritario es continuar mejorando la imagen de la marca, renovando puntos de venta y buscando mejores ubicaciones. “Este es uno de los proyectos importantes de la empresa y ahora es el momento de abordarlo, porque tenemos más tiempo y habrá buenas oportunidades en retail”, argumenta el ejecutivo.

En este sentido, la compañía reubicó el año pasado su tienda en San Sebastián y acaba de abrir su primer flasghip store en Madrid, que incluye una galería de arte y se encuentra en un edificio emblemático junto a Gran Vía.

El local se firmó antes de la pandemia y está pensado como una inversión en la imagen de la marca. “Queremos subir la empresa cualitativamente, pero sin aumentar precios, que no están los tiempos para eso”, dice Azula.

Uno de 50 cuenta con una red de 110 tiendas y corners y 3.000 puntos de venta multimarca en más de cuarenta países del mundo. Según los últimos datos disponibles, la empresa cerró 2019 con una facturación de en torno a sesenta millones de euros, e incrementó su resultado bruto de explotación (ebitda) un 62%. La compañía emplea a 630 personas y tiene su sede en Alcobendas (Madrid), donde cuenta también con una fábrica donde realiza toda su producción.