Empresa

Torras vuelve a manos de la familia Serra tras ser relanzada por un ex directivo de Zegna

C. Pareja

3 jun 2015 - 04:57

La catalana Torras vuelve a sus orígenes. La familia Serra, fundadora de la compañía especializada en la fabricación de prendas de punto y piel, vuelve a ponerse al frente de la dirección general de la firma. Josep María Serra retomará la dirección general de la empresa, que abandonó tras ser adquirida por Pieldevelur a través de la sociedad TRS Develur, ambas gestionada por el empresario David Morlans, ex directivo de empresas del sector como Ermenegildo Zegna o Grisby.

 

Josep María Serra, que en el último año ha ocupado el puesto de director de producto en Torras, ha sido nombrado de nuevo director general de la compañía. “Estuve un tiempo apartado de la dirección general por el desgaste que me provocó el concurso de acreedores –explica Serra-; ahora ya estoy preparado para volver a liderar el proyecto”.

 

En 2014, el Juzgado Mercantil número 5 de Barcelona dio luz verde al concurso de acreedores de la sociedad Géneros de Punto Torras, propietaria de la marca Torras. Tras elaborar un plan para asegurar la viabilidad de la compañía y abandonar la situación concursal, que no tuvo éxito, la unidad productiva de la compañía pasó a estar gestionada por TRS Develur.

 

Pieldevelur, sociedad que controla a su vez TRS Develur, era hasta antes de la compra uno de los principales proveedores de materia prima de Torras. El administrador único de TRS Develur era David Morlans, que se formó en empresas del sector textil como Itlaco (unidad productiva que el grupo italiano Ermenegildo Zegna tiene en la localidad catalana Sant Quirze del Vallès) o en la histórica Griby,  ha liderado la compañía en esta última etapa

 

Serra, que ha llevado a cabo una ampliación de capital de  31.500 euros que se destinarán al crecimiento de la compañía en los mercados internacionales, será el que se encargue de liderar la nueva fase de crecimiento de Torras. “Estamos trabajando en la actualidad en una nueva estrategia de relanzamiento con el objetivo de volver a fabricar el producto histórico de Torras y recuperar los mercados en los que estuvimos presentes antes de la crisis económica”, añade el directivo.

 

Torras contó en el pasado con una fuerte presencia en Rusia, que se vio reducirla a mínimos cuando la compañía presentó concurso de acreedores. “Ahora el foco de desarrollo está en mercados como Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica, donde la marca tiene muy buena acogida, y en mercados como Asia, donde nos planteamos incluso lanzar una colección exclusiva para los países del continente”, asegura el directivo.

 

La empresa continuará potenciando su presencia en España y en los mercados europeos donde opera, en los que trabajará por mantenerse. Torras puso en marcha en 2012 su primer establecimiento monomarca en Milán, en el que invirtió un millón de euros. Esta tienda piloto estaba destinada a captar socios para poner en marcha franquicias en distintas partes del mundo, aunque fue un plan que Torras descartó cuando las ventas de la empresa comenzaron a bajar.

 

En la actualidad, Torras cuenta con una plantilla de 27 empleados y está controlada por la sociedad TRS Develur, propiedad en un 60% de Pieldevelur (de la que Josep Maria Serra es accionista) y en un 40% por los directivos actuales de Torras. Aunque la compañía comenzó a operar bajo el paraguas de TRS Develur el pasado julio, la empresa registró a cierre de 2014 una cifra de negocio cercana a los cinco millones de euros, una cifra que por ahora contrasta con los once millones de facturación que obtuvo Torras en 2011.